Oriente Medio se cuela en un Consejo Europeo que busca más competitividad

Oriente Medio se cuela en un Consejo Europeo que busca más competitividad 

Los líderes de los Veintisiete tienen este miércoles y jueves una cita extraordinaria en Bruselas en la que el riesgo de escalada vuelve a quitar foco a la economía. 

Pedro Sánchez y Charles Michel, en una imagen de archivo de un Consejo Europeo.EU Council / Pool / Anadolu via Getty Images

Los líderes de los Veintisiete se ven este miércoles y este jueves en Bruselas en una reunión extraordinaria del Consejo Europeo que, de nuevo, se ve zarandeada por la guerra. Dos años lleva alterando su agenda por la invasión rusa de Ucrania y, desde octubre, se suma a su agenda prioritaria lo que ocurre en Oriente Medio, más ahora, tras el ataque de Irán a Israel del pasado sábado

El orden del día de este último gran encuentro antes de las elecciones europeas estaba llamado a centrarse en la economía, en la competitividad de la Unión Europea, y seguirá siendo parte sustancial de las reuniones, pero con la amenaza de fondo de que el choque Tel Aviv-Teherán acabe en conflicto regional, de consecuencias incalculables. 

Se espera que en en el documento de conclusiones que surja el jueves muestre la "enérgica condena" al ataque y se inste a todas las partes a ejercer la "máxima moderación" y "abstenerse de cualquier acción que pueda aumentar las tensiones en la región", según el borrador filtrado a la prensa bruselense. Los diplomáticos comunitarios entienden que hay que animar a Israel y a Irán a mantener la cabeza fría y evitar una escalada, temiendo escenarios que van desde otra guerra en el Líbano -donde hay choques diarios desde hace seis meses con los chiíes de Hezbolá- a los esperables bloqueos de transporte marítimo en las rutas comerciales y petroleras más transitadas del mundo, como el mar Rojo. 

No se puede descartar, dicen, una guerra total, un enfrentamiento catastrófico entre las dos potencias regionales. El lunes, el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, lo dijo con claridad: "Estamos al borde del precipicio y tenemos que alejarnos de él". 

Por ahora, se amenaza con nuevas sanciones contra el régimen de los ayatolás, por si la amenaza surte efecto. Actualmente, Europa apunta a su producción de drones para Rusia pero el plan es incluir la producción de misiles de Irán y también sancionar su venta en Oriente Medio. También se presiona al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aunque hay "preocupación", de que, "si no escucha al presidente estadounidense Joe Biden, difícilmente escuchará una declaración del Consejo", informa POLITICO.

En la cita del Consejo, los mandatarios se detendrán sobre las consecuencias de esta espiral, iniciada con los ataques de Hamás contra Israel y la respuesta de las IDF sobre Gaza desde el 7 de octubre, especialmente en lo que concierne a Líbano. Bruselas entiende que su democracia es demasiado débil y sectaria como para aguantar una contienda con el sur, con Israel, donde el fuego entre eu ejército y Hezbolá se cruza a diario. 

Si se cita tanto en los documentos preparatorios de esta reunión es por dos razones fundamentales: porque hay varios países europeos -España entre ellos- desplegados ahora mismo en la FINUL, la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano, y porque se teme que más violencia lleve a una crisis de refugiados hacia el continente europeo; ahora mismo hay 1,5 millones de sirios en el país, a los que se suman 438.000 refugiados palestinos, según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).

Ucrania y Turquía

En este Consejo extraordinario, además, se abordarán otros conflictos. Ucrania, por supuesto, estará presente para revisar el (no) avance de su reconquista respecto de Rusia y, sobre todo, se estudiarán los ataques acentuados sobre infraestructuras esenciales, como las energéticas, que están dejando a miles de ucranianos sin electricidad. Estas instalaciones críticas lo son porque sin ellas no es que se paralicen las trincheras, es que se paraliza el país. En la oficina del presidente Charles Michel destacan que es hora de analizar si "hay que suministrar más ayuda" a Kiev y si, dentro de esa ayuda, hay que reforzar "sobre todo la defensa aérea". Eso es lo que pide reiteradamente el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que estos días hablaba de "doble rasero" occidental, al permitir que Israel tenga su Cúpula de Hierro y no dar algo parecido a su estado. 

Los Veintisiete también tienen que repasar las sanciones impuestas a Rusia en estos casi 26 meses de guerra, porque el Tribunal de Justicia de la UE acaba de exonerar a dos oligarcas del castigo impuesto por Bruselas y hay que analizar qué consecuencias puede tener ello para los demás paquetes. 

Ursula Von der Leyen, Volodimir Zelenski y Charles Michel, juntos en Bruselas en febrero de 2023.BELGA / AFP via Getty Images

Y está Turquía. Confiesa el Consejo que, antes de la guerra ucraniana, se estudiaban las relaciones con el país en ámbitos como la inmigración, la contienda en Siria o las actividades ilegales en el Mediterráneo oriental, y que eso había quedado relegado en la agenda. También su choque con Chipre, esencial para la seguridad de la UE. Ahora vuelve a la mesa. Alemania quiere

"avanzar" en las relaciones políticas, económicas y comerciales con el país, mientras que Grecia reclama un equilibrio entre colaborar con Ankara y abordar las preocupaciones de Chipre.

La prioridad de antes de la crisis

En realidad, este Consejo estaba convocado para otra cosa: para hablar de economía. Está previsto que los líderes de la UE pidan acciones decisivas que "garanticen la competitividad" y el "liderazgo a largo plazo del bloque comunitario en el escenario global". Hay desafíos económicos debido a las tensiones geopolíticas, los subsidios de los países o bloques rivales y el rápido cambio hacia tecnologías verdes y digitales que hay que abordar. 

"Las tensiones geopolíticas y las medidas políticas más asertivas tomadas por socios y competidores internacionales, especialmente en materia de subsidios, han expuesto las vulnerabilidades de la Unión, mientras que la productividad a largo plazo y las tendencias tecnológicas y demográficas requieren ajustes políticos urgentes", dice el borrador del texto que han de pactar los países. 

Fundamentalmente, los Veintisiete pedirán una profundización del mercado único de la UE para junio de 2025. Está previsto que los mandatarios conozcan en el Consejo un informe de Enrico Letta, el que fuera primer ministro italiano, ahora al frente de Instituto Jacques Delors, explicando por dónde debería caminar ese mercado único.

La idea europea es tomar medidas concretas para eliminar barreras, hacer cumplir las normas existentes de manera más efectiva y dar especial atención a las empresas más pequeñas. Las pymes están citadas varias veces, expresamente, tanto porque requieren más atención como porque deben beneficiarse de mejores accesos al capital. 

El "nuevo acuerdo europeo de competitividad" requerirá esfuerzos de las instituciones y los estados miembros de la UE para cerrar los déficits de crecimiento, productividad e innovación, en comparación con sus rivales. Las conclusiones no mencionan a esa competencia,  pero en la mente de todos estarán China y EEUU, bien arriba y subrayados. 

Además de reducir las barreras del mercado único, en particular para los servicios, los líderes de la UE exigirán avances en la creación de una unión de mercados de capitales de la UE, así como políticas para descarbonizar la industria de manera competitiva y garantizar energía limpia asequible. También pedirán más inversión en infraestructura digital y en uso de inteligencia artificial, una mayor participación en el mercado laboral, una política comercial abierta y un entorno que fomente la investigación y la ampliación comercial de la innovación. Y se pone el acento en reducir también dependencias estratégicas, como la energética, algo que ha quedado de manifiesto con Rusia ante la invasión de Ucrania. 

Para el periodo 2024-2019, Europa añade a su economía una mirada que no estaba, o no tan explícita, en sus planes de 2019 a 2024: la de la seguridad y la defensa, forzada por la amenaza rusa, y la del estado de derecho, tensionado y hasta violado por países miembro como Hungría o Polonia. "Hay que garantizar que sus decisiones financieras [de la UE] reflejan sus ambiciones", expone Michel. Eso quiere decir que Europa debe ser "fuerte y segura", "próspera y competitiva" y "libre y democrática". Todo a la vez. 

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

Las conclusiones de los estados, el jueves, cuando acabe la cumbre.