Los híbridos frutales no son transgénico: se obtienen depositando el polen de una variedad de flor en otra, y no tiene nada que ver con la modificación de los genes.
El más conocido es la clementina, cruce de naranja dulce y mandarina. Pero la hibridación ha alumbrado frutas mucho más extravagantes en todo el mundo, tal y como puedes ver en esta galería, vía Le Huffpost.