Barcelona - Manchester City (2-1): Más ganas que juego en el Camp Nou
Ganar siempre ayuda. Aunque el Barça tampoco ha realizado su mejor partido ante el Manchester City, la victoria en la vuelta de los octavos de Champions y el pase a cuartos de final, es todo un alivio para un equipo que ha vivido una semana complicada.
La derrota el pasado sábado en Valladolid, con un juego ramplón, hacía que los de Martino llegaran al partido con muchas dudas. El comienzo del City, presionando muy arriba y con llegadas directas, hizo presagiar un encuentro duro para el Barça.
Lo intentaron los de Pellegrini, que apostó por Agüero en ataque en detrimento de Negredo. La calidad de jugadores como Silva, Milner o Nasri taparon la poca aportación del delantero argentino, prácticamente desaparecido durante toda la primera mitad.
Aún así, los ingleses crearon oportunidades y a punto estuvieron de dar un susto antes del descanso. Especialmente tras una magnífica combinación entre Nasri y Silva, con un gran taconazo del canario.
Antes el Barça también había tenido las suyas. Sobre todo en las botas de Neymar, que no pudo superar a Hart en una doble ocasión. La primera, una jugada en la que se llevó el balón con la cabeza y disparó a la izquierda. El guardameta, muy seguro durante todo el partido, despejó a la esquina. La siguiente, unos minutos después, recortando al portero y buscando la red, con la mala fortuna de toparse con un defensor bajo los palos.
También tuvo el brasileño un gol mal anulado por el colegiado por un fuera de juego inexistente de Jordi Alba.
PARADA DE VALDÉS Y EL GOL DE MESSI
Con este reparto de golpes llegó el descanso de un partido muy entretenido en su primera mitad. En la segunda, Pellegrini dio entrada a Dzeko por Agüero y el City estuvo cerca de ponerse por delante. Pero ahí estaba Valdés, que sacó una prodigiosa mano a la escuadra derecha cuando el cabezazo del 'diez' azul se colaba en la portería.
Fue entonces el turno de Messi. Tras varios intentos infructuosos, incluido un disparo al palo, el delantero argentino hizo olvidar los vómitos con un gran gol. El pase de Cesc entre líneas lo desvió un defensa. Momento que aprovechó Messi para recoger el esférico, plantarse ante el portero y sortearle picando la pelota suavemente por encima.
POLÉMICO GESTO DE ALVES
Era la puntilla para el City, que necesitaba tres tantos para clasificarse. Varios arreones no fueron suficientes y para colmo de males Zabaleta fue expulsado tras no pitar el árbitro un clarísimo penalti de Piqué sobre Dzeko. Sólo al final Kompany pudo lograr el empate tras una jugada polémica en la que no estaba en fuera de juego.
Pero el Barça quería ganar y despejar las dudas. El ímpetu de Iniesta, con una gran jugada, lo culminó Alves, que pareció exteriorizar toda la presión contenida durante los últimos días en el vestuario blaugrana cuando se encaró con el público y les recriminó falta de apoyo. Dará de qué hablar el gesto, pero al menos el Barça ganó.