25 asesinadas por violencia machista en lo que va de año: "Tiene relación directa con la crisis"

Raquel ha sido, de momento, la última en morir a manos de su pareja. José, su marido, la asesinó presuntamente en la madrugada del domingo en Jerez de la Frontera, Cádiz. Tenía 42 años, un niño pequeño y nunca había denunciado.

Ella es la víctima número 25 de la violencia machista en España en lo que va de año, aunque el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad certifica, con todos los agentes implicados, por ahora sólo 18 (más otros dos "casi seguros").

Es el peor inicio de año desde 2008, cuando a principios de abril se habían registrado 19 asesinatos por violencia machista. Además, Interior cifró en febrero en 15.499 las mujeres en riesgo de violencia machista. El año pasado a estas alturas habían muerto 16 mujeres y el año se cerró con 48 fallecidas.

"Este año está siendo fatal, muy malo. No se puede disimular, la realidad es incontestable", admiten fuentes de Sanidad, que matizan sin embargo que en este ámbito no se debe hablar de "repunte" de asesinatos machistas porque esta violencia "está siempre ahí".

"No se pueden sacar conclusiones por épocas, porque por ejemplo el año pasado hubo mes y medio sin ningún asesinato y eso tampoco significaba que hubiésemos acabado con esta lacra", aseguran desde Sanidad.

Admiten, en cualquier caso, que los datos no son buenos. De hecho, la ministra de Sanidad, Ana Mato, se ha reunido este lunes con los titulares de Interior y Justicia, Alberto Ruiz Gallardón y Jorge Fernández, para reforzar la protección a las víctimas de violencia machista.

MÁS RECORTES, MÁS DESPROTECCIÓN

Las asociaciones de mujeres valoran esas iniciativas, pero avisan de que las reuniones y la voluntad no son suficiente para acabar con el problema. ¿Pero por qué este aumento?

"Todo esto tiene una relación directa con la crisis. Por un lado, las mujeres no pueden emanciparse porque han perdido el trabajo y no tienen cómo subsistir. Ellos también han perdido el trabajo, lo que crea situaciones más tensas dentro de los hogares y dispara la violencia", advierte Angustias Bartomeu, directora de la asociación e-mujeres.

Bartomeu apunta también otra razón para el mal inicio del año: la reducción de recursos. "Desde el 2008 sistemáticamente ha habido recortes de apoyo a víctimas y eso se nota porque no hay casas de acogida, ni ayudas, han desaparecido servicios de tutela y ayuda... Eso conduce a que las mujeres denuncian menos, pero las asesinan más", explica con crudeza.

Los datos le dan la razón. La cifra de denuncias por violencia de género se redujo un 2,3% en el tercer trimestre de 2013 en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras aumentó un 3,2% la tasa de renuncias por cada denuncia presentada, según datos del Observatorio de la Violencia Doméstica y de Género adscrito al Consejo General del Poder Judicial.

Fuentes de esa misma organización resaltan que es preferible hacer los análisis de forma anual, al margen de los determinados repuntes que puede haber en algunos meses. "El número total de fallecidas no ha variado demasiado en los últimos ejercicios", afirman.

LA DISCUTIBLE APLICACIÓN DE LA LEY

Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres, subraya que el fenómeno de la violencia machista es mucho más extenso que lo que refleja el número de mujeres asesinadas. Asegura que es "aventurado" decir que los recortes son la causa directa del repunte de muertes ("lo que matan son los hombres violentos"), pero destaca que sí son la causa de que la seguridad y la confianza de las mujeres haya descendido.

Señala, además, que no sólo la falta de recursos provoca que se presenten menos denuncias y suban los asesinatos. Hay más: "Creemos que está habiendo malas aplicaciones judiciales puntuales de la ley que hacen que la gente no confíe en la Justicia. Estamos viendo sentencias difíciles de entender socialmente", destaca.

Hace referencia, por ejemplo, a una sentencia de la Audiencia de Jaén, que la semana pasada absolvió a un hombre de 78 años acusado de un delito de quebrantamiento de condena y le permitió vivir con su mujer, a la que había maltratado, al considerar que se encuentra en estado de necesidad y no tenía a dónde ir.

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EL PACTO DE ESTADO

Por eso, Soleto indica que es importante que todos los poderes públicos se coordinen para valorar cómo se aplica la ley. En este sentido, Elena Valenciano, vicesecretaria general del PSOE, ha instado al Gobierno a atender "la petición que se le está haciendo" de un gran pacto nacional contra la violencia de género.

Fuentes del ministerio de Sanidad aseguran que el 21 de marzo Ana Mato envió una carta a Valenciano para proponerle "una reunión de todos los grupos parlamentarios de la comisión de igualdad del Congreso y del Senado para evaluar aquellos aspectos de la ley y del sistema que haya que mejorar". "No sabemos por qué sigue diciendo que no hay respuesta, si esa reunión va a tener lugar este jueves", aseguran.

PSOE: "LAS MUJERES NO ENCUENTRAN CONFIANZA"

El PSOE, por su parte, replica que eso no tiene "nada que ver" con el "gran pacto" que están proponiendo. "Uno de los problemas es que las mujeres no están encontrando la confianza suficiente para salir de la situación de violencia", explica a El Huffington PostPurificación Causapié, secretaria de Igualdad del PSOE.

Los socialistas reclaman un pacto porque "el hecho de que el Gobierno hable junto a todos los partidos y organizaciones sociales ya da confianza a las mujeres, que muchas veces están en situación de aislamiento". "El gran pacto de Estado nacional tiene que incluir a partidos, a organizaciones sociales, a la Fiscalía, a la Justicia, a los sindicatos, a la Policía, a los Ayuntamientos... Esto no se resuelve con una reunión", resalta.

Angustias Bartomeu, de e-mujeres, resume los pasos que, en su opinión, se han de seguir: "Trabajar más en la formación en los colegios, aumentar la inversión económica en una estructura de soporte para las víctimas y trabajar con los jueces para conseguir una justicia ejemplarizante, porque ya se da por hecho que en este país la Justicia es un cachondeo".