El usuario de Twitter llamado @Rommelwood ha compartido un hilo sobre cómo es la vida en una cárcel que se está compartiendo de forma masiva en redes.
En la cadena de mensajes el hombre, que asegura que ha trabajado como voluntario en una cárcel, explica sólo se muestran "las mejores estancias" de la cárcel. Por ello, ha contado qué se hace en "una prisión normal, de provincias".
El hilo tiene en pocas horas más de 4.000 retuits y casi 5.000 Me gusta.
Me fascina la visión que la gente tiene de las cárceles españolas. Le enseñas a unos cuantos unas fotos de las mejores estancias de una cárcel de mínima seguridad A ESTRENAR y creen que todas son así. ¿Pero habéis estado alguna vez en una, chiquets?
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
Pues resulta que yo sí he entrado en una prisión por dentro, como voluntario; a hacer tareas de animador sociocultural. Una prisión normal, de provincias. Ni siquiera de las peores de España. Y creo que la sensación es increíblemente desagradable.
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
Vosotros diréis... Animador sociocultural, asistencia de un trabajador social... Que putos lujos. Que se pudran. Bueno, veréis, vamos a ilustrar mi experiencia y dar unos cuantos datos en este #hilo sobre #cárceles:
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
La primera es que una cárcel es una institución total; un sitio donde estás 24/7 con tu consentimiento o sin él y dónde TODA tu vida está regulada. Comes a esta hora, está comida. Sales al patio a esta hora. Tienes esta actividad a esta hora, y si no te gusta tienes ninguna.
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
Se apagan luces a esta hora. No estás comunicado con el exterior. Tu descanso, tu ocio, tus visitas, tu información, TODO está regulado. Tus posesiones están limitadas. Tu intimidad, en constante entredicho. Rodeado de gente que te controla, o que compite contigo. Constantemente.
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
Incluso cuando entras de visitao como colaborador, eres sometido a registro, identificación, se te quita móvil y otros aparatos, otro registro. Nunca hay dos puertas seguidas abiertas. La cárcel es un sistema de esclusas. Pasas una puerta. La cierran. Abren la siguiente. Sigue.
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
Estar en un sitio sin justificación te mete en un lío.
Las actividades también son estrictamente controladas. Si no le gusta a un montón de responsables, no hay actividades. Y no puede ir todo el mundo, quedan excluidos los reclusos en régimen de castigo, como aislamiento.
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
Otras no son válidas tampoco para reclusos con delitos de sangre, por ejemplo. En general, los reclusos conflictivos son apartados de ellas. Así que si quieres hacer algo diferente que celda-gimnasio-patio-celda más vale ser un "buen recluso". ¿Y por qué estas actividades?
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
Porque el aburrimiento ENLOQUECE. Y no exagero, el aburrimiento (meses, años aislado), la misma rutina inamovible, la privación de derechos, el ser constantemente un número ACABA con la salud mental. No sólo en las cárceles, pasa en toda institución total. Neurosis institucional.
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
«Venga, Rommie, seguro que exageras.» Vale, pues os doy un experimento. Quedaros 72 horas en vuestra casa: no podéis salir para nada. No podéis usar móvil o internet excepto una hora al día. No podéis comprar nada esos días. Que una persona os de un horario por cumplir.
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
No podéis recibir visitas. La comida os la elige una tercera persona. Sólo eso.
No os hagáis trampas. Contadme al cuarto día qué tal estáis, y eso que estáis en casa, con vuestras cosas, y no corréis peligro. Ahora imaginad eso... No sé, 6 años. Sin pausa. Suena bien, eh.
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
Ahí van datos: aproximadamente el 41% de los reclusos permanece en prisión con un trastorno mental (sin contar adicciones a sustancias). Pero sale con un trastorno hasta el 80%. De ellos, un 67.6% no recibió nunca asistencia psico-psiquiátrica antes de entrar en prisión.
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
Un 76.5% de la población reclusa en España sufre alguna adicción, abuso de sustancias. Pero no entra más que un 44% de adictos, según las peores previsiones. Ni hablamos de las enfermedades crónicas en prisión como el VIH o la hepatitis C.
Algo falla ahí, ¿no os parece?
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
Pero eh, tienen actividades de ocio, acceso a la educación, acceso a trabajadores/educadores sociales.
Sí, y el 64% de los presos no accede a ellas, porque no cumple los requisitos, lo desconoce o... No sé les permite. Un 91% de los presos españoles no tiene asistencia externa
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
como un Trabajador Social. Ni hablemos de un psicólogo.
Y luego, después de cinco, ocho, diez años ahí esperáis que no hay consecuencias.
Pero seguid pensando que una cárcel común es un hotel. Que sois unos majaderos. Visitad una si podéis. A ver qué pensáis.
— El Tirador Demócrata (@Rommelwood) 13 de marzo de 2018
-
Redacción ElHuffPost ElHuffPost