May accede a presentar su 'plan B' del Brexit si pierde la votación del martes

May accede a presentar su 'plan B' del Brexit si pierde la votación del martes

Tendrá 3 días para hacerlo en caso de que fracase el voto en el Parlamento británico.

Imagen de archivo de Theresa May.

El Gobierno de Reino Unido, encabezado por Theresa May, ha accedido a exponer en tres días ante el Parlamento su 'plan B' para el Brexit en caso de que fracase la votación del próximo martes, en la que los diputados decidirán si apoyan o rechazan el Tratado de Retirada de la UE que está sobre la mesa.

Conforme al calendario establecido inicialmente, el triunfo del 'no' en dicha votación daba al Ejecutivo 21 días de plazo para estudiar la situación y exponer ante los diputados el camino a seguir. Sin embargo, diputados a ambos lados del espectro político se aliaron el miércoles para aprobar una enmienda que reducía dicho plazo a tres días.

La jefa del grupo laborista en la Cámara de los Comunes, Andrea Leadsom, ha confirmado este jueves que, pese al malestar generado por este cambio, "por supuesto" que el Gobierno aceptará el nuevo calendario. Dado que la Cámara de los Comunes no tiene operativo el 18 de enero, el plazo de tres días vence al lunes siguiente, es decir, el día 21.

La primera ministra ha demostrado su voluntad de volver a la Cámara a la mínima oportunidad si hay algo que decir sobre el acuerdo del Brexit y seguirá haciéndolo

"La primera ministra ha demostrado su voluntad de volver a la Cámara a la mínima oportunidad si hay algo que decir sobre el acuerdo del Brexit y seguirá haciéndolo", ha defendido Leadsom durante el debate ya en marcha sobre el Tratado de Retirada.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, ha reclamado la celebración de elecciones anticipadas en caso de que el 15 de enero se imponga el 'no' en la votación, si bien May ha rehusado comprometerse a nada en concreto en caso de que su plan fracase el próximo martes. La premier se ha limitado a decir que seguirá buscando nuevas "garantías" de la UE para solventar las principales dudas, entre ellas el futuro de la salvaguarda planteada para la frontera irlandesa.