La herencia universal de Sumar, una oportunidad con interrogantes para acabar con la desigualdad

La herencia universal de Sumar, una oportunidad con interrogantes para acabar con la desigualdad

La propuesta de la formación de Yolanda Díaz de dar 20.000 euros a todo el que cumpla 18 años abre un debate en España que lleva vivo décadas en los círculos económicos.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, interviene en un acto de UGT el 30 de junio.Europa Press via Getty Images

Este lunes se levantó una buena polvareda en todo el espectro político a raíz de la propuesta de Sumar para establecer una herencia universal de 20.000 euros que se daría a todas las personas que cumplan 18 años en España para "formarse o emprender". Fue criticada tanto desde la derecha como por la ministra de Economía, Nadia Calviño, además de crear un gran revuelo en Twitter entre los nacidos en los años 90, que reclamaron su particular "qué hay de lo mío".

Se ha señalado la relación entre esta medida y los postulados del economista francés experto en desigualdad y redistribución de la riqueza Thomas Piketty, que mantiene una idea muy similar entre sus postulados. Suena a ciencia ficción, pero es una idea con solera. Lo señalaba Juan Torres López, catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla, en su web. Los orígenes de la propuesta se remontan 228 años atrás, a 1795, cuando un economista, otro Thomas, pero de apellido Paine, propuso una medida similar.

Y también es una idea de actualidad. En septiembre del año pasado la Comisión Europea (CE) organizó unas jornadas en las que investigadores de toda Europa debatieron y presentaron posibles modelos de herencia universal para sus países como herramientas útiles para reducir las desigualdad.

Uno de los ponentes fue Guillem Vidal, investigador en el Joint Research Centre, el centro de investigación de la CE. Este martes, a través de su cuenta de Twitter, Vidal ha escrito un hilo en el que desgranaba argumentos a favor de la medida. Según Vidal, la herencia ataca una suerte de "igualdad desigual", que es aquella en la que individuos de distintos orígenes y condiciones socioeconómicas deben competir en en el mismo ambiente pero con una cantidad de recursos en su haber muy diferente y que les otorga la familia en la que nacen.

Aunque beben de la misma fuente, existen diferencias cuantitativas entre las propuestas de Piketty y la de Yolanda Díaz, que pone el tope de la herencia en 20.000 euros mientras que el francés la eleva hasta los 125.000 euros. El Future Policy Lab es un think tank español que también ha emitido informes sobre estas medidas, que también valoran como útiles para la reducción de la pobreza y trazan sus configuración en una línea muy similar a la propuesta por Sumar. 

El desembolso económico que supondría lo que propone Díaz rondaría los 10.000 millones de euros y se financiaría mediante impuestos a las grandes fortunas, lo que defienden sus partidarios para señalar el carácter progresivo y redistributivo de la medida.

¿Es una propuesta consistente?

Aunque queda claro que la medida tiene historia y ha sido debatida en el plano académico, también es cierto que se mueve más en el mundo de las ideas que en el suelo. Una de las únicas iniciativas parecidas puestas en marcha se dió en Reino Unido con el conocido como Child Fund Trust. Este otorgaba 10.000 libras a todos los jóvenes una vez cumplida la mayoría de edad a través de un fondo de ahorro del Estado. Se inició en 2002, pero se suprimió en 2011 debido a la políticas de austeridad.

Fue poco más que una flor en el desierto. Mónica Melle, profesora de Economía en la Universidad Complutense de Madrid, opina que es positivo que se haya abierto el debate y que la propuesta puede tener "cierto sentido", pero también advierte que es necesario afinar bien el tiro: "El objetivo [de la herencia universal] debe marcar claramente para qué se pueden usar esos recursos. Debe tener un seguimiento y una evaluación de los resultados e incluso yo contemplaría que se pudiera reclamar la devolución de la ayuda si no se han cumplido los objetivos".

A ese respecto, y a la espera de ver el programa electoral de Sumar, la formación sí ha especificado que esos 20.000 euros irán destinados a formación, emprendimiento o a emanciparse. Melle incide en que en esos aspectos puede ser una medida con valor. "Facilitaría la posibilidad de que los jóvenes inicien su proyecto de vida. Seguramente incrementaría la tasa de natalidad, porque muchas veces no es la deseable porque cuando los jóvenes se emancipan y se van de las casas de sus padres ya realmente no se plantean tener hijos porque les pilla mayores", opina Melle.

La economista sostiene, además, que si se lleva a cabo correctamente y facilita la inserción laboral de los más jóvenes y sus proyectos, el efecto se notaría también en el "conjunto de la economía": "Si lo que se consigue al final es que los jóvenes encuentren trabajo, bien por la vía de la formación o por la del emprendimiento, y contribuyen después con los impuestos de su trabajo, al final es bueno para la economía y para los jóvenes que tienen un problema de emancipación tardía".

Torres López, el catedrático antes mencionado, sin embargo, desgrana en la entrada de su web algunos puntos por los que considera que la medida puede suponer más un "enredo" que un bálsamo. En este aspecto, señala que es necesario que la persona beneficiaria utilice el dinero "con buen criterio" y no caer en "inversiones arriesgadas o sencillamente irresponsables". Cabe puntualizar que el escrito de Torres se escribió el 23 de mayo, semanas antes de que se conocieran los detalles sobre la propuesta de Sumar, que según sus miembros sí establece criterios para utilizar el dinero.

En sintonía con el catedrático de la Universidad de Sevilla se encuentra José Manuel Corrales, doctor en Economía y profesor universitario, que afirma a El HuffPost que aunque cree que la propuesta va "en la buena dirección", corre el riesgo de que caiga sobre ella el sambenito del populismo debido a que haya salido justo en periodo electoral.

Los interrogantes que crea la herencia universal

Corrales cree que, a falta de ver la propuesta y estudiarla a fondo, por el momento ha creado más preguntas que respuestas: "¿Con 20.000 euros alguien puede tener resuelta su vida, puede emprender? ¿Necesitan realmente una herencia universal los hijos de los Botín o de Amancio Ortega?". Esa es una de las principales críticas que ha recibido la propuesta, su carácter universal, ya recibirían todos los jóvenes sin importar su origen.

A este respecto Melle comenta que ese aspecto puede tener cierto sentido.  "Cuando se pone tope a la ayudas siempre van dirigidas a los más vulnerables y quedan fueras las clases medias, entonces yo entiendo que Sumar se dirige también hacia ellas", afirma la economista, que sin embargo también cree que hubiera sido "interesante" dejar fuera a las familias con más ingresos, a los superricos, aunque de esa manera perdería el carácter de "universal" como también lo tienen la educación o la sanidad. Sobre esto es importante recalcar que la herencia universal se concibe como un derecho y no como una ayuda.

En contraposición, Corrales piensa que quizás podrían explorarse otras ideas, como la del trabajo garantizado. "Que se proponga a los jóvenes que tengan la posibilidad de tener un trabajo o una posibilidad de emprender un proyecto empresarial y a cambio una contraprestación. Pero eso tiene sentido porque es a cambio de algo", argumenta. Reitera que el debate es "positivo", pero que el hecho de dar 20.000 euros y que haya que diseñar un sistema se seguimiento para ver en qué se gasta el dinero le hace mantener "reservas".

¿Es España un país desigual?

Los datos muestran que sí, y es una tendencia que se mantiene constante. "Cada vez más hay un conjunto de personas que tienen una riqueza muy elevada y luego una gran parte de la población en niveles bajos", comenta Melle. Para medir la desigualdad normalmente se utiliza el coeficiente Gini, un porcentaje que va de 0 a 100, siendo 0 una situación completamente igualitaria y 100 la diametralmente opuesta.

El instituto europeo de estadística (Eurostat) señala muestra a España con un porcentaje del 32% en el coeficiente Gini, 2,1 puntos por encima de la media de la Unión Europea. Cabe destacar que el valor apenas se ha movido desde 2011, manteniéndose con pequeñas subidas y bajadas que lo han hecho oscilar entre el 30% y el 33%. Lo mismo ocurre con la gran mayoría de países. Los datos pueden consultarse en este enlace.

En cuanto a la renta mediana por unidad de consumo, existen también una gran brecha entre comunidades autónomas, concentrándose en la Comunidad de Madrid, Cataluña o El País Vasco buena parte de las mayores rentas. Sin embargo, si se va a los micro datos se puede comprobar como España es como una muñeca rusa de desigualdad, dentro de las más ricas también hay grandes diferencias. 

Como ejemplos, a continuación se presentan el mapa de la Comunidad de Madrid y de la ciudad de Sevilla divididos en secciones censales y clasificados según la rentapara comprobar las diferencias existentes. En algunas de las zonas con más ingresos se multiplican hasta por seis con respecto a los de las zonas con menos recursos.

Que Sumar y su herencia universal gane o no las elecciones lo decidirán los ciudadanos con sus votos. Lo que parece más claro es que el Gobierno resultante de los comicios seguramente tendrá que lidiar con esta desigualdad, pegada a la sociedad y en constante crecimiento.