Arranca la campaña de las generales

Comienza el nuevo curso político. O, mejor dicho, la eterna campaña electoral hasta las elecciones generales. Gobierno y principal partido de la oposición ya han practicado este mes de agosto elevando a máximos la tensión política. Los barones autonómicos, en especial Ayuso a golpe de tuit, también han participado en el rifirrafe. Nada ha quedado a salvo de la contienda, con la vista puesta en las urnas. Los temas estrella para el choque, el plan de ahorro energético y el eterno bloqueo del poder judicial.

El sábado, en La Sexta Noche, un experto económico apuntó a la necesidad de un gran acuerdo ante los nubarrones que ya están aquí. La mayoría de analistas se rio dando por descontado que es un imposible. Pese a que nadie pone en duda ya que habrá una desaceleración, que muchos elevan a recesión, y la propia Calviño admite la “incertidumbre” de cara al otoño.

Nada hace presagiar que Sánchez vaya a llamar a Feijóo. Hasta la fecha, la interlocución entre el presidente y el líder de la oposición se ciñe a un primer encuentro tras la crisis del PP y un cruce de mensajes de texto. Nada más, con la que está cayendo y con la que está por venir.

Sánchez acertaría si convocara a Feijóo a La Moncloa. A él, como presidente del Gobierno, le corresponde tomar la iniciativa. Para hablar de todo. De la renovación del Consejo General del Poder Judicial pasando página si puede ser de lo acordado por la anterior dirección del PP y, principalmente, de la crisis económica, la gran preocupación de los españoles. En contextos más difíciles se lograron acuerdos en España que parecían imposibles y resulta incomprensible que ni tan siquiera lo intenten. Más aún cuando, según todas las encuestas, los españoles quieren menos ruido y más acuerdos. Rebajar los decibelios de la bronca.

Pero la política va por otros derroteros. Agosto ha servido para ver a un batallón de ministros atacar día tras día a Feijóo, disparado en las encuestas, en un intento de erosionar su perfil gestor y moderado. Y el PP, en paralelo, no ha dudado en cargar con dureza contra Sánchez por las medidas adoptadas para cumplir con Bruselas en materia energética. En especial Ayuso. Escribió “Madrid no se apaga” en las redes sociales y el lío político, y también interno, se prolongó durante semanas y tendrá continuidad este jueves en el Congreso de los Diputados, cuando se vota el decreto.

La campaña ha dado inicio y será larga y bronca salvo que los dos principales actores reseteen. Y, mientras, las familias siguen sufriendo los estragos del alza de precios. Será la vuelta al colegio más cara en un lustro, como ayer informaba El HuffPost. Hasta 400 euros más por hijo. Inasumible para muchos. Pero la gresca manda a la espera de que se abran las urnas.