La bronca política se impone

La bronca política se impone

Habrá que prepararse para lo que está por llegar tras las vacaciones. ¿Se acuerdan de las ofertas de grandes acuerdos de Estado?

Teresa Ribera.Europa Press News via Getty Images

Sin margen para el acuerdo. Los españoles, más preocupados cada día que pasa, atienden a las medidas del plan de ahorro energético del Gobierno mientras la clase política sigue a la gresca, incapaz de consensuar nada. Tras siete días de acusaciones cruzadas en los medios de comunicación, el Ejecutivo rectificó y aceptó reunirse con representantes de las comunidades y ayuntamientos. Encuentro de perfil político y no técnico, como solicitaron desde las administraciones autonómicas y locales. Aunque, en apariencia, no sirvió para nada. Más leña al fuego.

Aún no había concluido el encuentro y las señales no podían ser más negativas. Montero, hoy en la cúspide del PSOE, atizaba al PP e intentaba dinamitar el liderazgo de Feijóo asegurando que es Ayuso la que marca el paso. Tellado, uno de los hombres fuertes del líder del PP, ya avanzaba que iban a exigir la marcha atrás inmediata del plan de ahorro. Y mientras, dentro de la reunión, todos cumplían el guion previamente diseñado por sus jefes.

Fue un diálogo de sordos. Ribera y Maroto avisaron de que las medidas entrarán en vigor este miércoles, que son de obligado cumplimiento, y se quejaron de que las regiones del PP enredan pero llegaron sin propuestas. A coro, las comunidades populares denunciaron la improvisación del Ejecutivo y su negativa a negociar. Y la Comunidad de Madrid, siempre un paso por delante, apenas tardó unos minutos en anunciar que presentará un recurso ante el Tribunal Constitucional “por invasión de competencias”.

Ribera dijo que las comunidades pueden detallar alternativas al plan antes del 31 de agosto, que se estudiarán y que podrían ser incluidas en el plan de contingencia

Fracaso estrepitoso de la reunión, por poner un titular. En teoría, si hubiera interés, todavía habría margen para recomponer los puentes. Entre críticas y descalificativos de unos y otros, Ribera dijo que las comunidades pueden detallar alternativas al plan antes del 31 de agosto, que se estudiarán y que podrían ser incluidas en el plan de contingencia que el Ejecutivo presentará en septiembre. Pero el ambiente político no invita al optimismo. Más bien al contrario.

En política, cuando hay interés real de acuerdo, primero se negocia discretamente, sin convocatorias abiertas a los periodistas, y solo cuando hay un pacto se informa de ello. Exactamente lo contrario a lo que ha ocurrido con el plan de ahorro energético y ya ni hablemos de la energía nuclear, con los líderes políticos de guardia este mes de agosto criticándose a través de radios y televisiones y con Twitter siempre a mano como el arma más efectista para dinamitar cualquier tipo de consenso.

En política, cuando hay interés real de acuerdo, primero se negocia discretamente, sin convocatorias abiertas a los periodistas, y solo cuando hay un pacto se informa de ello

Eso sí, la ley es la ley y todos cumplirán con lo dictado por el Gobierno. No habrá “insumisión” para disgusto de algún ministro, que incluso comparó la posición de Ayuso con el golpe separatista en Cataluña, olvidando que alcaldes socialistas o sus socios independentistas también se han quejado de la hoja de ruta de Moncloa. Ruido sí, mucho; insumisión, no.

Habrá que prepararse para la bronca política que está por llegar tras las vacaciones. ¿Se acuerdan de las ofertas de grandes acuerdos de Estado? Tanto el Ejecutivo como el PP siguen refiriéndose a ello aunque no hacen nada por materializarlo. La prueba del algodón es que no existe comunicación entre Sánchez, que es el que tendría que llamar, y Feijóo. La última vez que se cruzaron unos mensajes fue a finales de abril para fijar sus interlocutores en cuestiones jurídicas y económicas. Pese a la que está cayendo en España, pese a lo que los expertos económicos auguran que está por venir.

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Corresponsal político de El HuffPost.