El PP cierra el expediente abierto a Ayuso tras considerar satisfactorias sus explicaciones

El PP cierra el expediente abierto a Ayuso tras considerar satisfactorias sus explicaciones

Casado y Ayuso se vieron este viernes. Según Sol, el presidente del PP propuso a Ayuso cerrar el expediente si decía no la habían espiado

Ayuso y Casado, en la sede del PP.Marcos del Mazo via Getty Images

Y tras la guerra, aquí paz y después gloria.

El presidente del PP, Pablo Casado, convocó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a una reunión que se celebró este viernes por la tarde en la sede nacional del partido, en la madrileña calle Génova.

Según explican fuentes de la dirección nacional a El HuffPost, Casado informó a Ayuso de que el comunicado que ella misma publicó a mediodía sobre el contrato público por el que su hermano Tomás habría cobrado una comisión “se incorporará al expediente informativo abierto por el PP para concluirlo satisfactoriamente”.

Con ellas, el PP da por buenas sus explicaciones y cierra el expediente que le habían abierto.

Además, aseguran que el presidente del PP explicó a la presidenta madrileña que “nunca ha ordenado ninguna investigación sobre actividades profesionales de su entorno y que emprenderá acciones legales contra cualquier persona que afirme lo contrario”.

Estas fuentes también señalan que el PP “lamenta los acontecimientos de los últimos días” y que “seguirá defendiendo junto a todos los militantes el mejor proyecto de futuro para España”.

Desde la Puerta del Sol, fuentes del Gobierno regional aseguran a El HuffPost que en dicha reunión Casado llegó a proponer a Ayuso levantarle el expediente a cambio de que “dijera en un comunicado que no había sido investigada por el PP”, en referencia al supuesto encargo que se quiso hacer a una agencia de detectives.

El encuentro, según estas mismas fuentes terminó sin acuerdo por lo que la reunión se califica de “infructuosa”.

Vis a vis en plena guerra

El encuentro tuvo lugar en plena guerra encarnizada entre Ayuso y la dirección del PP, horas después de que el presidente del partido pidiera públicamente explicaciones a la presidenta madrileña por el contrato sanitario adjudicado por el Gobierno regional a su hermano, quien habría cobrado una comisión que, según la dirigente madrileña, habría sido de 55.800 euros, pero que el PP sospecha que rozó los 300.000.

Todavía resonaban los ecos de las durísimas declaraciones de Ayuso desde la sede del Gobierno regional en la Puerta del Sol, donde acusó a la dirección del PP y a su presidente, Pablo Casado, de “fabricar presuntas corrupciones” contra ella y preparar “un dossier” para desprestigiarla “personal y políticamente”.

Fue el secretario general del PP, Teodoro García Egea, quien salió a responder una hora más tarde a Ayuso, acusándola de atacar a la dirección del partido y anunciando la apertura de un expediente informativo contra ella.

Todo estalló el miércoles por la noche, cuando El Mundo y El Confidencial publicaron que la dirección del PP habría intentado espiar al entorno de Ayuso para obtener pruebas contra ella.

Un espionaje que desde Génova han negado en numerosas ocasiones, pese a que el responsable de la agencia de detectives Grupo Mira afirma que fue contactado hasta en 16 ocasiones por una empresa gobernada por el PP. Esta empresa habría sido la Empresa Municipal de Vivienda del Ayuntamiento de Madrid.

Ahí, en el Consistorio de la capital de España, estaba el muñidor de tal operación, Ángel Carromero, coordinador de la Alcaldía, quien dimitió este jueves tras las informaciones que le señalaban a él como organizador del intento de espionaje.

Lo que el PP quería buscar con esta operación son pruebas de las facturas que emitió Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta madrileña, a la empresa Priviet Sportive, propiedad de un amigo de la familia Ayuso, Daniel Alcázar.

Esta empresa es la que habría obtenido un contrato sanitario con la Comunidad de Madrid en abril de 2020, en plena primera ola de coronavirus, para suministrar 250.000 mascarillas a la región.

Un trabajo que, según explicó la propia Ayuso este viernes en un comunicado, quien lo realizó fue su hermano Tomás, quien habría logrado esas mascarillas de China y habría cobrado 55.800 euros por ello.