Día del lenguaje escrito

Día del lenguaje escrito

La mayor inmediatez y comodidad de los medios audiovisuales no es gratuita, sino que se cobra el altísimo precio de empobrecer el contenido de la comunicación.

Una mujer buscando un libro en un estante.Westend61 via Getty Images

Ante la celebración del Día del Libro de 2022, cabe preguntarse si hubiera existido el lenguaje escrito en el caso de que la Humanidad hubiera contado desde el primer momento con la tecnología actual de transmisión de imágenes y sonidos. Si, debido a alguna extravagancia propia de la ciencia ficción, se hubiera inventado la televisión el mismo día que se inventó el fuego, ¿habríamos llegado a utilizar imprentas de tipos móviles para imprimir textos en tiras de papel que luego hubiéramos cortado, cosido y encuadernado? Si al mismo tiempo que los grupos nómadas se volvían sedentarios hace 12.000 años en los terrenos del Creciente Fértil hubiera aparecido también internet, ¿habríamos llegado alguna vez a ver periódicos de papel llenos de noticias impresas con tinta vendiéndose en los quioscos de las esquinas?

No me refiero únicamente a los soportes, analógicos o digitales, en papel o en pantallas, sino al propio contenido del lenguaje. El lenguaje escrito, a diferencia del lenguaje hablado, permite desarrollar argumentos mucho más complejos, mucho más abstractos. No cabe duda de que el lenguaje escrito procede de la transcripción del lenguaje hablado, pero hace ya muchos siglos que se independizó de él, se dotó de reglas propias y su potencia para elevar el pensamiento humano multiplicó por mil la que tenía el lenguaje hablado del que proviene. ¿Debemos el fascinante retrato de la condición humana que se encuentra en El Quijote, la sistematización de la lógica que inicia Aristóteles, el descubrimiento de la evolución que recoge El origen de las especies, a las carencias tecnológicas que retrasaron la aparición de los medios de transmisión actuales de imagen y sonido?

La cruel ironía termina de cerrarse si reparamos en que estos libros sin los que no existirían la literatura, la filosofía o la ciencia, han sido necesarios para que aparezcan todos los medios audiovisuales

Superando a McLuhan, el medio no sólo es el mensaje. El medio es el pensamiento y el alcance de la racionalidad humana. La cruel ironía termina de cerrarse si reparamos en que —prescindiendo de extravagancias propias de la ciencia ficción— estos libros sin los que no existirían la literatura, la filosofía o la ciencia, han sido necesarios para que aparezcan todos los medios audiovisuales que en este momento están acabando con el predominio de la palabra escrita en la formación y la comunicación a larga distancia entre los seres humanos. Incluso las últimas décadas que llevan las redes sociales gobernando la vida de los ciudadanos han sido un resumen —Facebook, luego Twitter, luego Instagram, ¡luego TikTok!— de la derrota de la palabra ante la imagen y el sonido en los medios de los últimos siglos.

El pensamiento abstracto, es decir, los libros, es decir, el lenguaje escrito, es el único que va a poder solucionar los problemas que él mismo ha creado

El Día del Libro debería renombrarse como el Día del Lenguaje Escrito. Con sus signos de puntuación correctamente colocados, sus conjunciones, sus oraciones principales y subordinadas, sus palabras precisas aunque no rígidas, versátiles aunque no caóticas. La mayor inmediatez y comodidad de los medios audiovisuales no es gratuita, sino que se cobra el altísimo precio de empobrecer el contenido de la comunicación, hasta el punto de impedir totalmente el ejercicio de una racionalidad que se despegue de eslóganes publicitarios y muletillas emocionales. Miren a la política. Miren a la plaga de la identidad y el narcisismo. Miren a la crisis de la salud mental. El pensamiento abstracto, es decir, los libros, es decir, el lenguaje escrito, es el único que va a poder solucionar los problemas que él mismo ha creado.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciado en Filosofía y doctor en Psicología. Es profesor titular de Psicología Clínica de la Universidad de Oviedo desde antes de que nacieran sus alumnos actuales, lo que le causa mucho desasosiego. Durante las últimas décadas ha publicado varias docenas de artículos científicos en revistas nacionales e internacionales sobre psicología, siendo sus temas más trabajados la conformación del yo en la ciudad actual y la dinámica de las emociones desde una perspectiva contextualista. Bajo la firma de Antonio Rico, ha publicado varios miles de columnas de crítica sobre televisión, cine, música y cosas así en los periódicos del grupo Prensa Ibérica, en publicaciones de 'El Terrat' y en la revista 'Mongolia'.