"Crítica a la educación que nos están dando"

"Crítica a la educación que nos están dando"

Algo pasa con la Filosofía que vuelve problemático que el alumnado aprenda que hay diferentes concepciones del mundo, de la sociedad, de las personas.

La Escuela de Atenas, de Rafael.Universal History Archive via Getty Images

Es el nombre que propongo para una nueva asignatura obligatoria que debería empezar a impartirse a partir del próximo curso y que estaría llamada a acabar con todas las asignaturas de Filosofía, de Ética, incluso con la de Valores que Celebran la Diversidad para la Ciudadanía Plural e Inclusiva que Hace Cositas Guays. Cada reforma educativa de los últimos veinte años ha llevado un inquietante subtítulo: “¿Qué hacemos con la Filosofía?”. No hay problemas con la Química ni con la Lengua. Pero algo pasa con Descartes, con Kant y con Marx, que vuelve problemático que el alumnado aprenda que hay diferentes concepciones del mundo, de la sociedad, de las personas. Que no solamente existe la que nos ofrece el neoliberalismo económico. Que las cosas podrían ser de otra manera.

Defiendo la Filosofía porque es la única asignatura radicalmente crítica, que desde la primera lección enseña que hay diferentes formas de responder a las cuestiones fundamentales de la condición y la convivencia humana

La asignatura de Filosofía ha pasado de ser obligatoria de cursar por el alumno a ser obligatoria de ofrecer por el centro. De figurar asociada a todos los bachilleratos a figurar asociada a las opciones “de letras”. De estar regulada desde la administración central a hacerlo desde la administración autonómica. Se ha ido. Ha vuelto. Ha cambiado de curso. Sus aumentos y descensos no ocultan una inequívoca tendencia a ir extinguiéndose gradualmente, como un Platón al que cociéramos poco a poco hasta su disolución. Esta misma semana le han dado un nuevo bocado, un recortito más, que sin duda dejará espacio para aumentar las horas de las asignaturas “Emprendimiento y plusvalía”, “Ensimismamiento socioemocional” e “Inteligencia audiovisual aplicada al uso del mando a distancia en las Smart TV”.

No defiendo la asignatura de Filosofía por enseñar a pensar, —¿acaso no piensa el cocinero, el pescador, el agente de tráfico?—, ni por proveer de una cultura redentora de la Humanidad —¿saben cuál fue el gobierno político más culto que gobernó a la población más culta? Les daré una pista: Auschwitz—. Defiendo la Filosofía porque es la única asignatura radicalmente crítica, que desde la primera lección enseña que hay diferentes formas de responder a las cuestiones fundamentales de la condición y la convivencia humana. Esto es lo que irrita profundamente a los ministros de Educación: dice al alumnado que eso que os están contando Netflix, los curas e Irene Montero como si fuera la única visión posible del mundo, la obvia, la natural, sólo es una de las posibles. Y probablemente no es la mejor para todos.

Contemos a los estudiantes por qué se potencian todas las materias que encaminan a los alumnos a la productividad y su inserción sumisa en el sistema laboral

Por eso, venga, lleguemos a un acuerdo: carguémonos la asignatura de Filosofía de todos los niveles educativos, pero creemos una asignatura nueva llamada “Crítica a la educación que nos están dando”. Contemos a los estudiantes por qué se potencian todas las materias que encaminan a los alumnos a la productividad y su inserción sumisa en el sistema laboral, expliquemos qué tipo de sociedad se asocia a la enseñanza de las matemáticas desde un enfoque socioafectivo, dediquemos el tiempo necesario para denunciar las posibles falacias que se cometen en otras asignaturas justamente por descuidar el pensamiento abstracto. Además, la reforma que propongo sería baratísima: bastaría con cambiar el título de la portada de los libros de Filosofía. Su contenido y el profesorado que la impartiera se mantendrían igual.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciado en Filosofía y doctor en Psicología. Es profesor titular de Psicología Clínica de la Universidad de Oviedo desde antes de que nacieran sus alumnos actuales, lo que le causa mucho desasosiego. Durante las últimas décadas ha publicado varias docenas de artículos científicos en revistas nacionales e internacionales sobre psicología, siendo sus temas más trabajados la conformación del yo en la ciudad actual y la dinámica de las emociones desde una perspectiva contextualista. Bajo la firma de Antonio Rico, ha publicado varios miles de columnas de crítica sobre televisión, cine, música y cosas así en los periódicos del grupo Prensa Ibérica, en publicaciones de 'El Terrat' y en la revista 'Mongolia'.