El caso Epstein
Imagen de archivo de Epstein. Handout via Getty Images

Jeffrey Epstein fue arrestado en el aeropuerto de Teterboro, Nueva Jersey, el 6 de julio cuando aterrizaba en su jet privado proveniente de París. Epstein había pasado las últimas semanas en Francia. Una fuente cercana al caso asegura que hay una investigación en marcha en territorio galo, aunque aún no se han imputado cargos. Mi investigación de una década en torno al caso Epstein y la exclusiva que di en 2010 alertó a las autoridades de la perversión de la verdad perpetrada por la Fiscalía del estado en 2006. Esta publicación llevó eventualmente al segundo arresto de Epstein.

Mientras tanto, Epstein se presentará a una vista para buscar que se le imponga una fianza y salir en libertad. Actualmente, está internado en una cárcel de Nueva York. Por ahora, según los últimos registros judiciales, Epstein ha accedido a:

  1. Aterrizar sus jets
  2. Poner uno de sus inmuebles en la Quinta Avenida de Manhattan como fianza
  3. Entregar su pasaporte estadounidense
  4. Llevar una tobillera con GPS para permanecer localizable

Su hermano, Mark Epstein, está tratando de poner sus propiedades en Palm Beach también como fianza. En mi opinión, no creo que el juez le deje en libertad mientras no se celebre el juicio, pero cosas mas extrañas ya han ocurrido en este caso. Los fiscales federales sostienen, entre otras objeciones, que hay riesgo de fuga por vía aérea.

Justo esta semana se han dado a conocer nuevas víctimas en Palm Beach y Nueva Yirk, desde que se produjo su segundo arresto. El reportaje TrafficKing, publicado en 2016, recoge todos los detalles.

El caso Epstein establece un precedente legal en los Estados Unidos. Y más importante, es un caso de cariz internacional, dado que poderosas personalidades, políticos y amigos, con los que él socializaba quizá estuvieran involucrados en sus manejos. Un manifiesto de vuelo de uno de los jets privados de Epstein revela que el expresidente estadounidense Bill Clinton estuvo en su avión 26 veces.

Uno de los retos a la hora de rastrear la fuente de esta riqueza es que sus finanzas y negocios son principalmente offshore. Los bancos privados no facilitan información relacionada con sus clientes, de modo que es difícil seguir la pista del dinero.

El tráfico de seres humanos es una epidemia global. Depredadores poderosos como Epstein operan de forma similar a las organizaciones criminales transnacionales.

Como activista a favor de las víctimas de esta práctica desde 2006 y una senior fellow de la Universidad de Georgetwon, donde se está poniendo en marcha el primer centro para investigar el tráfico de seres humanos y un programa clínico en la Walsh School of Foregin Service, espero que el caso Epstein tenga un gran eco y ser un altavoz global contra la explotación de menores y mujeres y sobre la necesidad de investigar y desarrollar políticas públicas progresivas.