El dueño de un bar se explica tras la desagradable nota que indigna a medio Twitter

El dueño de un bar se explica tras la desagradable nota que indigna a medio Twitter

"Hay gente que tiene la piel finita".

Dos personas toman una cerveza en una terraza.Getty Images

Nunca pedir un cubata en un bar había dado tanto de que hablar. Un cliente compartió el pasado sábado en su muro de Facebook la nota que habían dejado los camareros en la comanda para identificarle.

Había pedido un roncola, pero le había solicitado al camarero que se lo sirvieran sin limón. El trabajador del bar escribió de forma despectiva esta petición del cliente: “Sin limón, sus muertos ya lo podría quitar con el dedo el cabrón”.

“Me ha pasado uno de los momentos más bochornosos de mi vida, en el bar Embarcadero del Puerto de Santa María, en la avenida de la Bajamar, he pedido un cubata un Cacique cola sin limón y el camarero escribió esto en el ticket de la comanda. Qué vergüenza, qué profesionales. Ahora si queréis ir, ya sabéis lo que piensan de sus clientes”, escribió el cliente en su Facebook.

La historia se ha hecho viral. Algunos usuarios han criticado la forma de tratar así a un cliente, mientras que otros han defendido que los camareros del local siempre tienen un trato cordial.

Alejandro, el gerente del local, explica que el origen de todo el suceso fue una broma entre dos compañeros. “Al final, desgraciadamente, lo vio el cliente. Se lo tomó mal porque pensaba que era algo contra él, algún insulto del camarero, pero nada más lejos de la realidad”, indica.

Tal y como explica, ese ticket es el que sale para que los camareros puedan identificar a quién pertenecen cada consumición: “A veces si es una sola bandeja no le das el ticket, pero si hay varias, como el local tiene unas 50 mesas, sí que se lo entregas para que identifique la mesa”.

“Los camareros lo llevan, pero nunca lo dejan en la mesa. En este caso se le cayó al suelo y el señor le dio por recogerlo y leerlo”, añade el gerente, que define el suceso como “encadenado y catastrófico”.

El cliente, según relata Alejandro, se acercó a la barra y lo habló con los camareros. Cuenta que aparentemente se solucionó todo y que fue comprensivo con la explicación que se le dio. “Parece que se fue de buenas maneras, pero después se vio que no. Hay gente que tiene la piel finita y no es capaz de comprender que no hay problema personal con nadie, simplemente es una forma de identificar la mesa o de hacer una broma al compañero para hacerlo reír”, sentencia.

Alejandro también se sincera y reconoce que no está seguro si llegaron a invitarle a las consumiciones, pero que sí que dieron agua y comida a las mascotas que le acompañaban: “Luego llevaba unos perros y le sacaron bebederos con agua, galletas para comer. Estábamos evitando que pasara el suceso este”.

Sin repercusiones para el camarero

El gerente del local también quiere dejar claro que el camarero que escribió esa nota ha sufrido ningún tipo de consecuencia. No ha perdido su puesto de trabajo ni ha sido multado económicamente, únicamente se le llamó la atención.

″Él es el que peor se lo ha tomado. Este lunes me pidió irse a casa porque aquí nos conocemos todos. Nos ha llegado una lluvia de mensajes y está un poco agobiado”, apunta.

Alejandro, que ha trabajado de camarero antes de ser el dueño del bar, destaca un comentario que leyó en redes sociales. En ese mensaje, el usuario de la red social explica que muchas veces se identifican las mesas por descripciones como “calvo”, “rubio”, “gordo” o “delgado”.

“No está bien, pero son maneras de identificar una mesa concreta de forma rápida cuando hay un gran volumen de cliente. No suele ocurrir que se te vaya de madre como esta y esta vez hemos tenido muy mala suerte”, asiente el dueño del local

Además, Alejandro finaliza siendo tajante ante los que dicen que el personal está mal pagado o explotado: “Ofende que digan esto. Nosotros en este caso creo que tenemos un buen salario, cotizan todas las horas que trabajan, está todo en regla. Tiene un salario muy digno y somos comprensivo”.

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Alfredo Pascual es redactor de Virales en El HuffPost en Madrid. Escribe sobre noticias de televisión, política, redes sociales, deporte, etc. Estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y un máster en Periodismo de investigación, datos y visualización en la UNIR. Antes de entrar en El HuffPost estuvo en la Cadena Ser y en el Heraldo de Aragón. Puedes contactar con él en alfredo.pascual@huffpost.es