Marta Ortega vuelve a acaparar todos los titulares en una boda (y por partida doble)

Boda a la que va, boda en la que triunfa. Marta Ortega, heredera del imperio Inditex, es la invitada perfecta, a tenor de lo que opinan las revistas de moda cada vez que aparece en una.

Recientemente todo fueron halagos cuando apareció en jersey en una boda de la jet-set, y luego todo aplausos con un vestido sirena vintage de Valentino. Las alabanzas han continuado este fin de semana con su look elegido para asistir a la boda de Carlos Cortina y Carla Vega-Penichet, celebrada en Jerez de la Frontera.

Al igual que en los dos enlaces anteriores, Ortega, de 37 años, volvió a apostar por Valentino; esta vez con un vestido camisero fucsia, pero antes que eso, ya llamó la atención de la prensa especializada con su atuendo de la preboda, a la que fue vestida de blanco.

Precisamente por haber escogido ese arriesgado color para ese evento, Vogue titula: Marta Ortega destierra uno de los mayores tabúes que rodea a los looks de invitada. “La empresaria ha zanjado el debate sobre si el blanco es un color óptimo para los looks de invitada. ¿Su respuesta? Un rotundo sí. A las pruebas nos remitimos”, señala la revista.

“Vuelve a coronarse como la invitada perfecta”, opina ¡Hola!, que compara ese estilismo con el de una “diosa griega”. Recuerda además que “la propia Marta no vistió de blanco en su preboda sino que eligió un esmoquin negro”.

ELLE también la califica como la invitada ideal, con un vestido “que podrías ponerte en más eventos y aprovecharlo al máximo”. Por su parte, La Voz de Galicia, asegura que la empresaria deslumbró, tanto por este vestido que no rompió “el protocolo”, como por el fucsia del día de la ceremonia.

Según Vanity Fair, con él convirtió “un vestido camisero de Valentino en el look de invitada más sencillo a la vez que arriesgado”. Y por si fuera poco, añade: “La hija de Amancio Ortega ha apostado por una sencillez muy poco común y bastante arriesgada para una boda. Ha acertado con su sorprendente elección”.

El vestido, largo y sin botones, lo lució anudado a la cadera; tampoco abrochó los botones de las mangas, dándole un aire oversize. Lo conjuntó con unas sandalias del mismo tono y tacón transparente, además de un bolso con el asa de un vibrante amarillo y joyas en turquesa, añadiéndole contraste. “Un guiño a las tendencias que funciona como el perfecto toque final”, asegura ¡Hola!

Para ELLE, “Marta Ortega eleva el vestido camisero como tendencia de invitadas para el final del verano de 2021” y no escatima en piropos, puesto que sostiene que “ha ido maravillosa”.

“Cuando lleva un vestido camisero a una boda de septiembre, quiere decir que todas las invitadas de otoño van a necesitar uno”, sigue en la misma línea La Razón. Este medio apunta que las sandalias con tacón de metacrilato se pueden encontrar en la nueva colección de Zara.