Sánchez, con todo y a por todo

Con más de media España de puente, Pedro Sánchez compareció el martes en el Congreso y después protagonizó un tradicional corrillo con periodistas en el aniversario de la Carta Magna. Faltaba hueco en las portadas para tanto anuncio y titular. Más que esquivar los charcos, el presidente los pisa en un sprint final por llegar a 2023 con los principales marrones políticos resueltos. “Soy razonablemente optimista”, aseguró de cara a las comicios que están por llegar.

Va con todo y a por todo. Reforma del delito de malversación, un atajo para desbloquear la renovación del Tribunal Constitucional, ajustes en la polémica ley del sólo sí es sí, medidas para reducir el precio de la cesta de la compra… “Lanza muchos patos al aire sabiendo que no podemos disparar a todos”, reconocía recientemente un alto cargo de Génova. Alberto Núñez Feijóo se iba enterando de los planes del jefe del Gobierno prácticamente en directo, en un corrillo paralelo.

Pero, además, Sánchez traslada la impresión de que “va sobrado”, según algunos de los que despacharon con él en las Cortes el martes. “Yo solo pido tener en mi vida una migaja de la seguridad de Sánchez cuando habla”, escribió Ángeles Caballero en El Confidencial. Aunque sus decisiones provoquen nuevas fricciones en el seno de su Gobierno o revuelvan a sus barones territoriales, como ya empieza a ser habitual. Como si fuera arrasando en las encuestas. “Si llegas a las elecciones con cosas buenas hechas y proyección de futuro para cuatro años, entonces es posible. Al PSOE siempre se le ha subestimado demoscópicamente”, según su entorno.

Para lograrlo, como ya avanzó El HuffPost, Sánchez quiere concluir el año con el mayor número de líos resueltos, convencido de que con el paso del tiempo los españoles los irán olvidando, y comenzar 2023 reforzando el escudo social con medidas de ayuda a los más vulnerables. Y en dicho contexto entra el “ambicioso paquete de medidas” para reducir el precio de la cesta de la compra, en el que ya trabaja con la vicepresidenta Yolanda Díaz, quien ya planteó algo parecido en septiembre sin mucho éxito y críticas de los ministros socialistas.

Salvo giro inesperado, el plan de Sánchez es agotar la legislatura, ostentando antes la presidencia de la Unión Europea. Esto es, las elecciones municipales y autonómicas serán en mayo y las generales, a final del año. ¿Puede romperse antes el Ejecutivo de coalición? “Esto va de gobernar día a día (…) será muy importante lo que sigamos haciendo, este Gobierno nunca se ha arrugado con una crispación enorme y situaciones muy difíciles”, en palabras del entorno del presidente. En principio no saldrán más ministros del Gobierno que Reyes Maroto, candidata por Madrid, y Carolina Darias, por las Palmas de Gran Canaria.

Sánchez incluso parece ser optimista de cara a los comicios de mayo, creyendo que el PSOE podrá retener sus bastiones y ser primera fuerza en las municipales. Pero es ahí donde le espera Feijóo, convencido de que esa especie de euforia que hoy envuelve al presidente no tiene sustento demoscópico, y en que en la calle hay ganas de cambio. Su intención es atacar al Ejecutivo por el flanco económico a partir de enero.

Algunos cargos del PP interpretan que Feijóo se ha visto sorprendido por un Sánchez “muy agresivo”, que planta batalla y toca prácticamente todos los palos. Aunque, pese a los últimos reveses en las encuestas, en el PP creen que tienen opciones de recuperar la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Baleares o Aragón. “Y si esto ocurre, el cambio de ciclo será una realidad. Las elecciones de mayo son un plebiscito”, enfatizan en el cuartel general de los populares.