Aliados de Ucrania encienden los motores de sus potentes cazas: Putin los lleva a la frontera

Dos aviones de combate F-35 de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos fueron desplegados el martes para reforzar la seguridad del espacio aéreo de Polonia en respuesta a un masivo ataque ruso con misiles y drones contra Ucrania. 

Las aeronaves despegaron desde una base en Estonia, donde los Países Bajos han estacionado cuatro de ellas como parte de los esfuerzos de la OTAN para garantizar la defensa del espacio aéreo de los países bálticos. La alianza fue quien ordenó enviar los aviones en un movimiento que refleja la mayor vigilancia realizada ante la agresión rusa.

Los F-35 procedentes de este país ya habían llevado a cabo anteriormente misiones de interceptación, identificando a varios aviones rusos en el proceso, pero el despliegue de esta semana destaca la amenaza más seria que Rusia representa para la región.

La decisión de desplegarlos subraya la importancia estratégica de los F-35, un caza de quinta generación con capacidades avanzadas de sigilo y guerra electrónica, que permiten a la OTAN responder eficazmente a amenazas complejas. Se trata de un avión versátil y avanzado. 

Con capacidades de sigilo, sensores de última generación y una impresionante carga útil, el F-35 no solo asegura la superioridad aérea, sino que también permite a la OTAN mantenerse un paso por delante en la guerra moderna. Estos cazas no solo responden a amenazas inmediatas, sino que también representan el compromiso de los Países Bajos con la defensa colectiva y la innovación tecnológica en el ámbito militar.

Estas características les han convertido en un componente esencial de la presencia de la alianza en los países bálticos y su despliegue no solo asegura la protección del espacio aéreo polaco, sino que resalta el compromiso de la OTAN con la defensa colectiva.