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Donald Trump empieza su segundo día en la Casa Blanca yendo a misa y la obispa le lee la cartilla durante el sermón

Donald Trump empieza su segundo día en la Casa Blanca yendo a misa y la obispa le lee la cartilla durante el sermón

La episcopaliana Mariann Edgar Budde aprovecha su intervención desde el púlpito para lanzar un contundente mensaje para el nuevo presidente de Estados Unidos.

La obispa Mariann Edgar Budde, izquierda, se cruza con Donald Trump en la Catedral de Washington.Kevin Lamarque

Segundo día del segundo mandato de Donald Trump y la agenda del nuevo presidente de los Estados Unidos ha echado andar después de una olímpica jornada de investidura y la firma frenética de decretos para borrar la era Joe Biden, en una función concebida como la puesta en escena del tipo de política, imprevisible, que practicará en su vuelta a la Casa Blanca. Sin embargo, su primer día completo en el cargo ha empezado con una tradición que se cumple desde el año 1993, cuando el nuevo ocupante del Despacho Oval asiste a una misa la mañana siguiente a su toma de posesión y que marca el cierre de los actos de su investidura, antes de reunirse con los líderes del Congreso.

Acompañado por la primera dama, Melania Trump, el vicepresidente JD Vance y otros altos funcionarios de la nueva administración estadounidense, el presidente número 47 de los EEUU ha tenido que escuchar, desde la primera fila y gesto serio, como la obispa episcopaliana de la Catedral Nacional de Washington, Mariann Edgar Budde, le ha leído la cartilla durante el sermón, especialmente en lo que respecta a la supresión de todas las políticas de Joe Biden para proteger a la población LGBTIQ+ y sobre la demonización de los inmigrantes como criminales y enfermos mentales.

"Permítame hacer una última súplica, señor presidente: millones han depositado su confianza en usted y, como le dijo a la nación ayer, usted ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En nombre de nuestro señor, le pido que tenga misericordia con la gente de nuestro país que tiene miedo", ha dicho Budde, quien no escatimó en palabras: Budde no escatimó en palabras. "Hay niños gais, lesbianas y personas transgénero entre las familias que votan al Partido Republicano, al Partido Republicano o en aquellas que han decidido ignorar la política. Algunos de ellos, incluso, temen por sus vidas", señaló ante la incómoda mirada de JD Vance, que  buscó la de Donald Trump.

  La obispa episcopaliana Mariann Edgar Budde durante su sermón.Will Oliver

El mensaje para Donald Trump sobre los colectivos vulnerables que van a verse afectados por las políticas anunciadas por el presidente republicano en su discurso de investidura no se quedó ahí. Budde ha hecho un llamamiento a la compasión con los inmigrantes que realizan trabajos esenciales en Estados Unidos. "Las personas que recogen nuestras cosechas, limpian nuestras oficinas, lavan los platos en los restaurantes y hacen el turno de noche en hospitales… Puede que no sean ciudadanos o no tengan la documentación adecuada, pero la gran mayoría no son criminales. Pagan sus impuestos y son buenos vecinos. Son miembros fieles de nuestras iglesias, mezquitas y sinagogas", señaló la religiosa mientras le pedía a Trump sensibilidad hacia quienes viven con miedo. 

"Le pido que tenga compasión, señor presidente, por los niños que temen perder a sus padres y por quienes huyen de la guerra y la persecución en sus países de origen. Nuestro Dios nos enseña a ser misericordiosos con el extranjero", subrayó la obispa.

El rostro de Donald Trump durante el sermón no ha pasado desapercibido. Él y su equipo han mantenido gestos serios durante el discurso de la obispa, y Trump no ha dudado en desestimar el mensaje de Budde poco después de salir de la catedral de Washington. Sin ocultar su desagrado, preguntado por la prensa, el magnate respondió de forma escueta, aunque clara, para minusvalorar las palabras de la obispa: "No ha sido muy emocionante".

La mano derecha de Donald Trump, fiel escudero durante su campaña y hombre fuerte del nuevo gobierno de Estados Unidos, el multimillonario Elon Musk, ha salido en defensa del hombre que le ha creado un departamento para aplicar recortes en la Administración. Obviamente, lo ha hecho en su red social, X, en el que ha publicado un mensaje contra la obispa Budde acusándola de ser "víctima del virus de la ideología woke".

Este mismo martes, el presidente ha autorizado a las fuerzas del orden federales arrestar a migrantes irregulares y llevar a cabo operaciones policiales en lugares considerados sensibles, como iglesias, hospitales o colegios. Asimismo, sus decretos incluyen eliminar la concesión de la ciudadanía por derecho de nacimiento, suspender todas las llegadas de solicitantes de asilo y la declaración del estado de emergencia en la frontera con México.

Respecto a las personas LGBTQ, Donald Trump ha firmado un decreto proclamando que su Gobierno solo reconoce dos sexos, masculino y femenino, y otro en el que pone fin a los programas "radicales y derrochadores" de diversidad, equidad e inclusión dentro de las agencias federales, y ha eliminado los recursos de las páginas web gubernamentales.