Es imposible no fijarse en la cara de la mujer de Rishi Sunak mientras anuncia su dimisión

Es imposible no fijarse en la cara de la mujer de Rishi Sunak mientras anuncia su dimisión

'John, the faces! Record the faces, John!'.

El rostro de la empresaria Akshata Murthy, esposa del ya 'expremier' Rishi Sunak, durante el discurso de salida del político conservador que ha llevado a los 'tories' al peor resultado de su historia.
El rostro de la empresaria Akshata Murthy, esposa del ya 'expremier' Rishi Sunak, durante el discurso de salida del político conservador que ha llevado a los 'tories' al peor resultado de su historia.Reuters

Hay rostros que dicen más que cualquier resultado electoral o titular de un periódico. La prueba ha sido la escena presenciada este viernes al mediodía en el corazón de la capital de Reino Unido, Londres. A pesar de que nadie esperaba otro resultado en las elecciones generales celebradas ayer que el del ya expremier Rishi Sunak haciendo las maletas en el número 10 de Downing Street, el más que previsible momento del primer ministro saliente anunciando su renuncia ha contado con alguna escena muy comentada.

El líder de los tories -hasta que haya un sustituto- quien adelantó las elecciones que podía haber estirado hasta noviembre tratando de aferrarse a algunos indicadores económicos positivos como una leve bajada de la inflación, no fue el gran protagonista de un momento que buena parte del país daba por hecho desde que hace un año las encuestas colocasen a los laboristas con 20 puntos de ventaja.

Era prácticamente imposible no desviar la atención y la mirada de Sunak durante su discurso de despedida, a tan solo unos metros detrás de él. No, no se trataba del icónico gato Larry -mascota que lleva residiendo en el número 10 desde hace 16 años, antes incluso que el conservador David Cameron que inició esta etapa de 14 años de gobiernos británicos de derecha-, quien por cierto no dudó en rondar el portal para despedir a Sunak.

La protagonista accidental fue la mismísima esposa de Rishi Sunak, Akshata Murthy, quien portó un vestido con los colores nacionales y se preparó para evitar la que fue la gran anécdota de otro discurso de Sunak, cuando anunció el adelanto electoral y al poco de ponerse ante el atril comenzó a caer una intensa lluvia. Murthy portaba un paraguas, pero no fue eso lo que llamó la atención. 

Akshata Murty, tomando la mano del 'expremier' de Rishi Sunak, tras anunciar su salida ante la derrota electoral histórica frente al laborismo.
Akshata Murty, tomando la mano del 'expremier' de Rishi Sunak, tras anunciar su salida ante la derrota electoral histórica frente al laborismo.REUTERS/Toby Melville

A pesar de que ambos salieron de la residencia del primer ministro entre sonrisas, la de ella se apagó en cuanto se puso en el puesto protocolario mientras Sunak pedía -numerosas- disculpas. Su cara rápidamente se tornó en un gesto de seriedad. Completamente estática y firme, aguardó estoica a que finalizase su intervención para tomarle de la mano y poner rumbo a la siguiente parada. El despacho con el rey Carlos III para informarle oficialmente de su renuncia.

Cabe recordar que ambos conforman uno de los matrimonios con mayor capital de todo Reino Unido. Concretamente, de unos 730 millones de libras (865 millones de euros), si bien el grueso de este dinero procede de ella, de su familia. Murphy ingresa anualmente cerca de diez millones de euros que procede del imperio tecnológico que cofundó su padre, el gigante Infosy.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

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