Milei ha ganado, sí, pero tiene por delante el desafío de la gobernabilidad

Milei ha ganado, sí, pero tiene por delante el desafío de la gobernabilidad

Su falta de estructura política en el Parlamento representará para el ultra un quebradero de cabeza diario para asegurarse la gestión de Argentina a su modo. De momento, ha anunciado una ola de privatizaciones, como había prometido. 

El ganador de las elecciones argentinas, Javier Milei, hablando a sus seguidores en la noche del domingo, en Buenos Aires.Natacha Pisarenko / AP

La victoria en las urnas de este domingo brindaron al libertario Javier Milei su lugar en la Casa Rosada, el palacio presidencial de Buenos Aires, aunque la falta de estructura política en el Parlamento le representará un quebradero de cabeza diario para asegurarse la gobernabilidad de Argentina.

Con sólo 38 de 257 escaños en la Cámara de Diputados y siete de 72 bancas en el Senado, La Libertad Avanza (LLA, ultraderecha) deberá comprometerse a generar espacios de diálogo y consensos con las demás fuerzas para poder aprobar proyectos de ley, que probablemente terminen debatiéndose artículo por artículo.

El director de análisis político de la fundación Directorio Legislativo, que promueve el fortalecimiento democrático y los poderes legislativos de América Latina, Leandro Domínguez, indicó a EFE que un Congreso en la Presidencia de Milei será “un espacio rígido, donde la oposición podría fijar su propia agenda, lo que terminará tensionando las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo”.

Aquí el comodín para evitar un gobierno a base de decretos de necesidad y urgencia (DNU) será la coalición Juntos por el Cambio (JxC, centroderecha), cuyos referentes Mauricio Macri (quien presidió Argentina entre 2015 y 2019) y Patricia Bullrich (candidata presidencial que quedó fuera del balotaje) apoyaron a Milei en la segunda vuelta y que podrían allanar el camino del libertario.

No obstante, a esos líderes les falta mantener su casa en orden, considerando que el pacto de Acassuso -sellado entre Milei, Macri y Bullrich- revolvió las bases de la coalición: especialmente generó el malestar de la Unión Cívica Radical (que cumple en 2023 los 40 años del Gobierno de Raúl Alfonsín) y Coalición Cívica.

La mayor coalición opositora del país posee actualmente 94 bancas en la Cámara Baja y 21 en la Alta, pero pocos continúan bajo los lineamientos de Macri.

"Al menos, 35 diputados se podrán sumar al acompañamiento casi automático de Milei, pero eso no alcanza y se tendrá que negociar con el ala opositora radical, aunque este tipo de mayorías van a ser recalculadas en cada discusión", agregó el experto.

La oposición peronista

Por otro lado, la coalición oficialista Unión por la Patria (peronismo) conserva 108 legisladores en Diputados y 33 en el Senado, por lo que ninguna fuerza tiene los 129 parlamentarios necesarios para el quórum propio o los 37 senadores para la mayoría automática.

"El espacio que tenía un camino más allanado era el de Unión por la Patria, debido a que los congresistas restantes pueden surgir por parte de los independientes y de la izquierda; probablemente tengan que negociar con 12 legisladores de otras fuerzas. La clave estará en Juntos por el Cambio", matizó Domínguez.

En este sentido, Milei tendrá una mano difícil de jugar, ya que durante la campaña sus constantes agravios a todas las facciones políticas, pero en especial al radicalismo, podrán pasarle factura a partir del 10 de diciembre, momento en que deberá empezar a limar asperezas.

Otro obstáculo que deberá sortear el libertario es su posicionamiento respecto a la coparticipación, los fondos que la Nación recauda y envía a las provincias, y cómo podría derivar en conflictos con los representantes del Legislativo.

"Este año, la política tradicional en el Congreso se destrabó principalmente por el poder de los gobernadores, sin la herramienta de la coparticipación y aportes que empezaron a llegar a las provincias será difícil un acompañamiento automático", remarcó el analista.

En este sentido, Milei deberá reconocer cuánto estará dispuesto a ceder, qué lugar dará a los radicales y al peronismo disidente -ajeno al ministro de Economía y candidato derrotado este domingo, Sergio Massa, o a la vicepresidenta, Cristina Fernández- para poder continuar con su agenda.

"Una agenda que implicará negociaciones con pequeñas victorias para cada fuerza y de esas discusiones se verá quien saldrá más favorecido, además de la creación de nuevos liderazgos que empiecen a esgrimirse como la voz alternativa del Ejecutivo", amplió Domínguez.

Una arista que podría dificultar el pase de proyectos ley será el Senado, históricamente controlado por el peronismo y ahora sin la fuerza de otros momentos; no obstante, la bandera negacionista de la dictadura de su futura presidenta, la vicepresidenta electa Victoria Villarruel, podría generar empatía en otras formaciones.

Los costos políticos por una compañera de fórmula que ha defendido a represores de la última dictadura militar, reivindicando su papel entre 1976 y 1983 como una guerra entre dos facciones, y ha negado el número de 30.000 desaparecidos podrían ser enormes.

La oposición peronista podrá marcar ritmo, mientras que Juntos por el Cambio lo condicionará; y ante la escasez de diálogo, el Ejecutivo podría caer en los decretos para gobernar. Para evitar esta situación, deberá fomentar los canales de diálogo. 

Privatizando, para empezar, pero sin relevo

Javier Milei ha iniciado este lunes, pues, una transición llena de obstáculos. Y lo ha hecho con mal pie, porque para empezar ha suspendid el encuentro que tenía acordado con el actual presidente, Alberto Fernández, disconforme con detalles como el lugar y los invitados para la foto. Lo normal era verse tras la victoria del ultra, y desde la Casa Rosada se había anunciado el encuentro incluso, pero la gente de Milei empezó luego a poner pegas y a decir que no tenía que ser forzosamente el lunes. 

Mientras se ve con Fernández y comienza el proceso de transición, el ganador de los comicios lo que ha hecho es hablar con dirigentes mundiales desde un hotel en un barrio acomodado, la mayoría amigos de ultraderecha, y ya esta madrugada ha ido desgranando sus primeras apuestas, conocidas de la campaña. Para empezar, a Argentina le espera una ola de privatizaciones que arrancará con la petrolera YPF, la empresa de energía Enarsa y el conglomerado de medios públicos. Nada más tomar el poder, el 10 de diciembre. "Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado, va a estar en las manos del sector privado", dijo.

Milei apuntó justamente contra YPF, que prometió usar “como puente para la readecuación del sistema energético”, y Enarsa. Sobre la compañía petrolera estatal, manifestó que "primero hay que hacer es recomponerla” y agregó: "Mientras se racionalicen esas estructuras, se las pone a crear valor para que se las pueda vender de una manera muy beneficiosa para los argentinos”.

El libertario también se expresó sobre la Televisión Pública, perteneciente al Estado, cuya privatización ya la había advertido Lilia Lemoine, diputada de La Libertad Avanza: "Nosotros consideramos que la TV Pública se ha convertido en un mecanismo de propaganda. El 75% que se habló de nuestro espacio se hizo de manera negativa, con mentiras y abonando la campaña del miedo. No adhiero a esas practicas de tener un ministerio de propaganda”.

“La transición dura más o menos dos años”, uno más del plazo que imagina para la dolarización de la economía, su bandera en la lucha contra la inflación. “Eso puede llegar a hacerlo en un año y una vez que están sancionadas las leyes”, dijo. "La profundidad de los cambios que propone Milei ya recuerda a la “cirugía sin anestesia” que Menem aplicó cuando la hiperinflación devastaba al país en 1990. En aquel momento, muchas de las medidas generaron descontento social, con protestas y huelgas", recuerda El País.

"No se pueden privatizar ni la Educación ni la Salud, están de parte de las provincias. Lo mejor es siempre subsidiar la demanda, no la oferta, pero algo así no se va a implementar en el corto plazo", indicó.

Sobre su equipo de ministros, Milei ha confirmado que los dará a conocer cuando tome posesión y no antes, aunque en la prensa local recuerdan que su partido es de nueva formación, que él siempre ha sido desconfiado y no tiene un gran círculo de colaboradores de los que rodearse y que es posible que tenga complicaciones para hacer equipo.

El libertario habló en Radio Continental y Radio Mitre y afirmó: "Después de cien años de decadencia, el sistema colapsa, a tal punto que la elección termina siendo ganada por un outsider". Milei dijo que sus primeros viajes al extranjero -antes de su toma de posesión- serán a Estados Unidos, luego a Israel. Su viaje al norte tendrá "una connotación espiritual", ya que su objetivo es visitar a sus "amigos rabinos".

Al ser consultado sobre su agenda, Milei dijo que tomaría un avión a Estados Unidos y luego iría a Tel Aviv, vía Nueva York, en los próximos días. “Esto lo discutimos ayer con el embajador de Israel en Argentina”, dijo. Milei también dijo que tiene intención de visitar la Organización de Estados Americanos (OEA) durante su viaje a EEUU.