La subdirectora de la cárcel de Villena reconoce que fue ella la que se envió los mensajes amenazantes

La subdirectora de la cárcel de Villena reconoce que fue ella la que se envió los mensajes amenazantes

Después de que Instituciones Penitenciarias haya anunciado su cese.

La cárcel de Villena, en AlicanteGoogle Maps

A la subdirectora de Seguridad de la cárcel de Villena (Alicante) se le ha caído todo su entramado. Después de ser detenida por denunciar falsamente una agresión el pasado septiembre por varios encapuchados y haber sido cesada de su puesto, ahora ha reconocido que los mensajes amenazantes se los había enviado a ella misma.

No obstante, fuentes próximas a la investigación han informado a Efe de que, aunque ella ha admitido ser la autora de esos mensajes, sí mantiene que sufrió una agresión.

Los investigadores creen que esos supuestos mensajes con amenazas pudieron ser enviados desde otro teléfono también de su propiedad.

Este jueves, Instituciones Penitenciarias ha confirmado su cese, que se hará oficial una vez conste la comunicación oficial sobre su situación procesal.

Tras pasar varias horas detenida, la responsable penitenciaria ha sido puesta en libertad después de prestar declaración. Se le imputan los presuntos delitos de denuncia falsa y simulación de delito, por haber asegurado que había sido víctima de los golpes de media docena de encapuchados.

La agresión que denunció en su día la subdirectora aseguraba que se produjo a las puertas de la casa horas antes de que declarara sobre la actuación de tres trabajadores de la prisión que fueron grabados golpeando a un recluso con una enfermedad mental. Según ese relato, ya desmontado, los encapuchados la golpearon en la cara mientras le proferían amenazas de que mantuviera “la boca cerrada” sobre la actuación de los funcionarios con el recluso.

A raíz de la supuesta agresión, la subdirectora de Seguridad de la prisión de Villena recibió numerosas muestras de apoyo, entre ellas del secretario general de Instituciones Penitencias, Ángel Luis Ortiz, quien en un acto de repulsa a las puertas de la cárcel alicantina afirmó que la denunciante era “una profesional íntegra” y que tenía “muy claro cuál debe ser la actuación de un funcionario público”.