Pedro Sánchez desvela el detalle de España que hizo alucinar a Merkel

Pedro Sánchez desvela el detalle de España que hizo alucinar a Merkel

Y él le explicó el contexto.

Merkel, junto a Felipe VI en Extremadura.Carlos Alvarez via Getty Images

La canciller alemana, Angela Merkel, viajó este jueves hasta Cáceres para recoger en el Monasterio de Yuste el XIV Premio Europeo Carlos V de manos del rey.

El acto se convirtió en todo un acontecimiento, con la presencia del monarca, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; del expresidente Felipe González; o del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. También estaba allí el líder del PP, Pablo Casado, que protagonizó una llamativa escena cuando se intentó acercar a hablar con Merkel y ésta ni se dio cuenta de su presencia.

La canciller pudo hablar durante largo rato con los líderes políticos españoles y luego, en una entrevista en La Sexta, Pedro Sánchez desveló un curioso detalle de la conversación.

El jefe del Ejecutivo estaba subrayando que, en su opinión, sería conveniente que siguiéramos llevando mascarillas cuando aseguró: “No desvelo nada, ninguna conversación privada, pero hoy la canciller se sorprendía del uso de la mascarilla en España”.

“Y yo le decía que precisamente el uso de la mascarilla en España no es obligatorio fuera de los edificios o de nuestros hogares y, en cambio, la gente lo sigue llevando”, añadía Sánchez, sin hacer referencia a que el uso del tapabocas sí es obligatorio al aire libre si no se puede mantener la distancia de seguridad.

″¿Y por qué la siguen llevando? Porque tienen la conciencia de que, efectivamente, el virus todavía sigue entre nosotros, que evidentemente estamos superando y esta pandemia, afortunadamente gracias a la ciencia, pero que no podemos bajar la guardia”, aseguraba.

En su discurso, Angela Merkel defendió la importancia de mantener una Europa “unida” y “fuerte” que impulse sus “valores” y su “diálogo sincero” frente a las “fuerzas centrífugas” que aparecen cuando las expectativas puestas en la UE “no se cumplen” y los “cambios en la sociedad se hacen a distintas velocidades”.

Así, rechazó que los “intereses nacionales” primen “a corto plazo” sobre los comunitarios, ya que cuando esto ocurre el proyecto europeo acabará “teniendo problemas”, y apostó por seguir impulsando ante las “fuerzas centrífugas” que surgen frente a la propia Unión Europea un “diálogo sincero” que ponga en la cima “valores” como la libertad humana, la dignidad, la igualdad del estado de derecho y los respetos a los derechos humanos y las minorías.