La triste cena de la Familia Real en Mallorca: una tradición incompleta por la ausencia de la reina Sofía
Por primera vez en mucho tiempo, doña Sofía e Irene de Grecia no salieron a cenar con los reyes y sus hijas durante sus vacaciones en Marivent.
Todas las familias tienen sus tradiciones, y más todavía la Familia Real, cuyas costumbres son públicas, o al menos, varias de ellas. Esto se puede apreciar todavía más en verano, cuando pasan unos cuantos días o unas pocas semanas en Mallorca en sus vacaciones oficiales. Después, se marchan de Marivent para poner rumbo a un destino que intentan que sea desconocido.
No fallan las regatas de la Copa del Rey de Vela con Felipe VI, la clausura del Atlántida Film Fest con la reina Letizia, y por supuesto la recepción a autoridades y personalidades en Marivent, a la que acude también la reina Sofía, y en 2025, la princesa Leonor y la infanta Sofía, que debutaron en este acto.
Pero luego están las salidas públicas en las que se avisa a la prensa, y que son patrimonio casi exclusivo de las vacaciones en Mallorca. Lo habitual es que los reyes y sus hijas visiten algún lugar de Baleares para promocionar un destino algo menos conocido que los clásicos de la isla y que haya otra noche de cena en familia a la que se unían doña Sofía, Irene de Grecia, y hasta sus primos Tatiana Radziwill y Jean Henri Fruchaud.
Y en el verano de 2025 las cosas han cambiado, y al mismo tiempo han seguido igual porque ha habido salida de los cuatro miembros principales de la Familia Real, y ha habido cena, pero con grandes ausencias.
Hacia las 20:00 horas del martes 5 de agosto de 2025, don Felipe y doña Letizia, la princesa de Asturias y la infanta Sofía hicieron su aparición en la Llotja de Palma para ver una exposición de Joan Miró en la que admiraron un conjunto de esculturas de bronce. Y de ahí, a un restaurante para cenar. Se trata de Mía, establecimiento de Portitxol experto en gastronomía mallorquina del que la Familia Real es tan fan que repiten cada año. Además, a su llegada se pudo ver la complicidad de los cuatro con el personal del restaurante, reflejo de la amistad que tienen con ellos de sus visitas anuales.
Una cena sin los mayores de la familia
Pero eso no fue lo que más llamó la atención, sino esas llamativas ausencias. Si en años anteriores a la cena se unían la reina Sofía, su hermana Irene y sus primos Tatiana Radziwill y Jean Henri Fruchaud, estos dos últimos habituales del veraneo en Marivent, pero siempre discretos, esta vez han estado los cuatro solos. En 2024 acudieron los ocho, y no fallaron pese a los problemas de salud y movilidad de Irene de Grecia y de su prima segunda, Tatiana Radziwill. Pero un año más tarde, las cosas han cambiado a peor.
La salud de Irene de Grecia ha empeorado, y aunque no parece que esté grave, sí que está demasiado delicada como para hacer el viaje y estar en Mallorca. Por ello se quedó en Madrid, donde está permanentemente atendida y cuidada.
Así, la reina Sofía canceló sus vacaciones en Marivent por primera vez desde que comenzaron los veraneos reales en la isla balear y tan solo pasó allí 48 horas. Llegó el domingo 3 de agosto, acudió a la recepción a las personalidades de Illes Balears la noche siguiente en Marivent, y un día más tarde regresó a Madrid para estar con su hermana, a la que ni puede, ni quiere dejar sola.
De este modo, por primera vez en mucho tiempo no hubo cena familiar con tres generaciones, aunque se compensó con la recepción en Marivent, donde los reyes Felipe y Letizia y sus hijas estuvieron muy pendientes de la reina Sofía, a la que le ha tocado vivir un estío tan triste como atípico.
