Las claves sobre los edulcorantes: ni para un consumo habitual ni un grave peligro para la salud

Las claves sobre los edulcorantes: ni para un consumo habitual ni un grave peligro para la salud

El estudio publicado sobre el eritritol y el riesgo de enfermedad cardiovascular ha provocado revuelo alrededor de estos endulzantes. 

Edulcorantes y azúcarGetty Images/fStop

La nutrición es cada vez más una de las grandes preocupaciones de los españoles. Por eso cuando sale alguna nueva recomendación o estudio se genera un revuelo para intentar saber qué es saludable y qué no. Es lo que sucedió hace unas semanas con un estudio sobre el eritritol, un tipo de edulcorante que se ha popularizado en los últimos años.

En la publicación, que ya avisaba de que no era concluyente, se relaciona el consumo excesivo de eritritol con un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Ante el revuelo y la alarma que se generaron tras la publicación del estudio, los nutricionistas han llamado a la calma y recordado que, aunque no se deben tomar edulcorantes en grandes cantidades, hace falta más evidencia para no recomendar el consumo moderado de eritritol.

Las recomendaciones sobre el eritritol

“El estudio no está muy bien diseñado porque para empezar midieron el azúcar en sangre y no se sabe qué parte del eritritol es exógeno o endógeno”, explica el nutricionista Pablo Zumaquero, que apunta a que es demasiado genérico. “Para tener una enfermedad cardiovascular influyen tantos factores... Puede tener una relación, pero no puedes decir que el eritritol tiene mecanismos que causan esa enfermedad vascular. De hecho, en el propio estudio no lo manifestaban rotundamente”, recuerda el experto.

La nutricionista y tecnóloga de alimentos Beatriz Robles tiene la misma opinión que su compañero: “No podemos decir que para la población general sea peligroso tomar eritritol en las cantidades de consumo esperadas”. “Es cierto que en el estudio se sugiere que un nivel más alto de consumo de eritritol pues podría suponer que aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos, el riesgo de enfermedad cardiovascular. Pero esto no significa que haya una relación directa, no es una prueba irrefutable, ni está echando por tierra todos los estudios previos de seguridad sobre este edulcorante”, explica la nutricionista, que destaca que la Autoridad Europa de Seguridad no se ha manifestado al respecto ni ha emitido recomendaciones en contra.

"Sí que es verdad que con los edulcorantes hay que tener cuidado. Lo que veo es que, sobre todo los polialcoholes como el eritritol o el xilitol, se absorben a nivel concreto en el intestino y esto desequilibra mucho la microbiota”
Karen de Isidro, nutricionista

Para Karen de Isidro, también nutricionista, es importante destacar que las dosis que se han utilizado para el estudio son mucho más altas del consumo habitual. “Sí que es verdad que con los edulcorantes hay que tener cuidado. Yo soy experta en microbiota y lo que veo es que, sobre todo con los polialcoholes como el eritritol o el xilitol, que cada vez es más famoso, se absorben a nivel concreto en el intestino y esto desequilibra mucho la microbiota”, explica la nutricionista sobre el eritritol y su familia de edulcorantes. “También tienen un efecto laxante, entonces en personas que tienen problemas de intolerancia, mala absorción de azúcares o SIBO pues no son nada recomendables”, relata De Isidro, que tampoco recomienda un consumo habitual en personas sanas porque puede surgir una patología digestiva.

“Este estudio es un punto de partida para ver si realmente se produce este efecto, para ver si realmente existe esta relación, pero no hay que dar recomendaciones a la población general de que evite el uso de este edulcorante en concreto por este motivo”, sentencia Robles sobre el eritritol.

¿Cuándo es adecuado tomar edulcorantes?

A pesar de que no se puede probar todavía que edulcorantes como el eritritol contribuyan a causar enfermedades cardiovasculares, tomar edulcorantes habitualmente tampoco es recomendable en todos los casos. Karen de Isidro recuerda que comenzaron a popularizarse “por la diabetes, para ayudar con la pérdida de peso o incluso en la reeducación del paladar”.

Para la nutriocinista, los edulcorantes son útiles para “personas que tienen ansiedad por comer dulce” como herramienta para ir eliminando poco a poco los azúcares. “Pero no es para siempre, es durante un tiempo hasta que la persona va bajando el nivel de intensidad y del sabor del azúcar para luego intentar que endulce con un cacao puro, una canela... Sería una reeducación, sobre todo”, defiende De Isidro.

Robles coincide en que “son poco recomendables para un consumo habitual” y no se debe abusar de ellos. “No es una cuestión puramente de seguridad, ya que están evaluados y se consideran seguros —aunque es verdad que están relacionados con algunas alteraciones de la microbiota intestinal, pero no se sabe hasta qué punto esas alteraciones pueden tener un impacto en la salud—. Eso sí, estamos hablando de edulcorantes que se utilizan para endulzar alimentos, es decir, para seguir manteniendo ese sabor que nos produce tanto placer, el sabor dulce”, reflexiona la nutricionista.

La experta señala que a veces sí se utiliza por ejemplo para endulzar el café, pero que también vienen incorporados en otros alimentos que no se consideran sanos no porque lleven edulcorantes sino por el resto de ingredientes. “Estaríamos hablando de yogures con frutas en los que se añade nata, colorantes y otros ingredientes para potenciar sus características organolépticas, sus propiedades sensoriales. Productos de bollería, pastelería, postres lácteos, que de entrada no son saludables y por mucho que se sustituya el azúcar con edulcorante no vamos a mejorar significativamente su valor nutricional”, recuerda Robles.

“El problema es que si yo cojo un bollo con azúcar y lo cambio por un bollo con edulcorante y pienso que como no lleva azúcar no es tan malo, pues me autoengaño y en lugar de comerme uno a la semana pues me como uno al día"
Pablo Zumaquero, nutricionista

Es una reflexión similar a la de Pablo Zumaquero, que recuerda que los estudios que se han publicado a lo largo de los años no demuestran que los edulcorantes causen ningún riesgo. “El problema es que si yo cojo un bollo con azúcar y lo cambio por un bollo con edulcorante y pienso que como no lleva azúcar no es tan malo, pues me autoengaño y en lugar de comerme uno a la semana pues me como uno al día, y ese es el problema, pero no tanto por el edulcorante como por las harinas refinadas, las grasas y todos esos ingredientes malos que lleva ese bollo”, explica el nutricionista.

Para Robles el uso de edulcorantes puede ser interesante para intentar dejar el hábito de consumir azúcar. “Podemos ir endulzando con edulcorantes e ir reduciendo la cantidad de estos edulcorantes hasta conseguir acostumbrarnos al sabor natural de los alimentos, pero ojo, porque otra forma de hacerlo es ir reduciendo nosotros mismos el contenido en azúcar, la cantidad de azúcar que echamos a los alimentos, si es que ese es realmente nuestro objetivo final. Lo que ocurre es que cuando usamos edulcorantes como estamos sustituyendo el azúcar pues nos quedamos ahí, no hacemos el esfuerzo de ir reduciendo los edulcorantes para acabar acostumbrándonos a los alimentos sin endulzar”, alerta. “Pueden utilizarse para hacer una transición, pero lo ideal es que nos acostumbremos al sabor de los alimentos tal cual son”, recomienda la nutricionista.

¿Es mejor el azúcar blanco para el consumo ocasional?

Ante la alarma sobre el eritritol, algunos nutricionista recomendaron en redes sociales tomar azúcar blanco en lugar de edulcorantes si se va a hacer un consumo ocasional. ¿Es más recomendable? “Primero, ¿qué es consumo ocasional? Si me voy a tomar un trozo de tarta a la semana pues da igual edulcorante o azúcar, no te va a afectar negativamente. Si me tomo varios cafés al día y necesito tomarlos con algo dulce, pues edulcorante”, señala Pablo Zumaquero. “Todo el mundo te dirá que es mejor nada, pero eso no es realista”, añade el nutricionista.

Robles también insiste en que si el consumo es esporádico “no va a tener impacto en nuestra salud” cambiar el azúcar por un edulcorante. “Nos va a dar exactamente igual. Podemos tomarlo perfectamente con el azúcar con la ventaja añadida de que somos conscientes de que estamos tomando un postre, de que estamos tomando un alimento que no es saludable, por tanto probablemente consumiremos menos cantidad”, explica la nutricionista, que alerta de la moda de hacer versiones “saludables” de algunos platos.

“Los edulcorantes pueden utilizarse para hacer una transición, pero lo ideal es que nos acostumbremos al sabor de los alimentos tal cual son”
Beatriz Robles, nutricionista y tecnóloga de alimentos.

“El problema de utilizar edulcorantes en este tipo de alimentos es que actúan como un escudo mágico en nuestra cabeza y entonces pensamos que es más saludable, pensamos que la tarta el pastel, la bollería o las galletas que estamos tomando son mucho más saludables de lo que son. Al final pues no tenemos esa señal, ese testigo, que es el azúcar que nos está diciendo que no es un alimento saludable. Ese es el problema de reformular y hacer las versiones “saludables” de platos o de alimentos que no lo son. Pensamos que se transforman mágicamente en alimentos saludables y terminamos consumiendo más”, advierte la experta.

Karen de Isidro también recomienda tomar azúcar si el consumo es ocasional pero aconseja ir haciendo cambios progresivos. “Por ejemplo, en el café, el té o las infusiones poner canela, cacao puro o esencia de vainilla, que serían opciones. También las bebidas refrescantes sustituirlas por aguas saborizadas, infusiones o la kombucha”, explica la nutricionista. “Para los postres se está utilizando mucho el plátano, la canela, el cacao puro o aceite de coco. Al final se utilizan ese tipo de alimentos que son más puros que el eritritol o cualquier edulcorante que al final pues se está viendo que en cantidades excesivas como puede tener un postre, porque no es lo mismo echarle a un café que a un postre, pues ahí podemos tener más problemas”, destaca la experta.

“Sobre todo la información que tiene que llegar al público es que nos tenemos que acostumbrar a cambiar ese tipo de azúcar, que no haya que añadir nada los zumos, el café y la leche lo mismo, intentar acostumbrar al paladar a no echar azúcar, empezar por ahí. Sobre todo a la gente que padece de enfermedades intestinales y tiene problemas pues aún más lo de no utilizar este tipo de edulcorantes, porque yo en consulta veo mucho este tipo de cosas y al final se estropea más el intestino y a la larga cuesta recuperar esa mucosa del intestino”, defiende Karen de Isidro.