Quejas de médicos por la ausencia de consenso científico para la creación del Plan Integral del Tabaquismo

Quejas de médicos por la ausencia de consenso científico para la creación del Plan Integral del Tabaquismo

La Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo critica que el borrador no se basa en criterios médicos ni aporta herramientas para reducir el número de fumadores.

El objetivo del plan, según Sanidad, es reducir la tasa de tabaquismoYakobchukOlena via Getty Images

El jueves de la semana pasada, el Ministerio de Sanidad planteó su Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo en la Comisión de Salud Pública. El plan era someterlo ese mismo día a votación entre las comunidades, pero finalmente se decidió dar un plazo de 15 días para que puedan presentar sus aportaciones de cara a mejorar el texto.

El objetivo del Gobierno es "seguir incrementando espacios libres de emisiones" para conseguir que los no fumadores "puedan desempeñar su día a día sin verse expuestos", y también reducir el número de fumadores en nuestro país. Para ello, se ha rescatado la mayor parte del plan que se creó hace dos años y no llegó a aprobarse.

En la elaboración de este borrador preliminar han participado, según Sanidad, sociedades científicas y entidades relacionadas con el ámbito del tabaquismo. Pero no se ha contado con los sectores afectados: productores de tabaco o estanqueros, entre otros. Ni tampoco se han escuchado las propuestas de los médicos y expertos que piden fomentar medidas de reducción de daños.

"No nace del consenso médico y científico y no va a conseguir reducir el número de fumadores"

La Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo critica que el plan propuesto por Sanidad "no nace del consenso médico y científico y no va a conseguir reducir de manera efectiva el número de fumadores". En una nota de prensa exponen que no tendrá éxito porque "solo se centra en proteger a la sociedad de los fumadores sin aportar herramientas a los que verdaderamente tienen el problema", que son los millones de fumadores que hay actualmente en España.

Estas declaraciones llegan por parte de dos doctores y un catedrático: Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla de Madrid; José María García Basterrechea, médico experto en adicciones y especialista en Medicina Interna y Drogodependencias; y Miguel de la Guardia, catedrático de química analítica de la Universidad de Valencia. Los tres creen que estas medidas son "un grave error que van a perpetuar que en España más de 9 millones de personas sigan fumando".

Del mismo modo, consideran que equiparar de la misma forma los nuevos productos alternativos -cigarrillo electrónico o tabaco calentado- al cigarrillo de combustión será un fracaso. "Aprobar el plan, tal y como está concebido actualmente, será una oportunidad perdida para avanzar en la lucha contra el tabaquismo", argumentan. Por eso, piden a las autoridades sanitarias que "introduzcan mejoras en el texto, ya que aún estamos a tiempo".

Han presentado a Sanidad un documento con diez propuestas para terminar con el tabaquismo en nuestro país, teniendo en cuenta que, desde su punto de vista, el plan de tabaquismo tiene que estar basado en "una visión moderna, innovadora y que ayude de verdad al fumador sin estigmatizarlo". El eje principal es terminar con el tabaco de combustión, que produce miles de muertes al año, y ofrecer soluciones para los fumadores que no pueden dejarlo.

Entre sus sugerencias se incluyen más impuestos para el tabaco de combustión, ya que es "la forma más tóxica de consumir nicotina" y ofrecer soluciones "basadas en evidencia científica y adaptadas a los nuevos tiempos" para quienes no quieren dejar de consumir nicotina. Además, piden mayor protección para los menores, de modo que se garantice el cumplimiento de la legislación vigente en cuanto a espacios sin humo en lugares frecuentados por niños. 

También solicitan formación específica para los profesionales sanitarios para que los fumadores puedan tener toda la información posible sobre las herramientas que pueden utilizar a la hora de cesar en el hábito de fumar. 

"Soluciones realistas" como en Reino Unido o Suecia

Estos expertos animan al Gobierno a fijarse en lo que están haciendo otros países avanzados en la lucha contra el tabaquismo. Y critican que la ministra y el secretario de Estado "denostan y estigmatizan" estas estrategias "ignorando toda la ciencia que existe en torno a ellos". Ponen sobre la mesa tomar "soluciones realistas", como en Reino Unido o Suecia, donde el número de fumadores se ha reducido gracias a políticas que favorecen alternativas a los cigarrillos.

Suecia está a punto de convertirse en el primer país europeo sin humo. Según la Red Europea de Prevención del Tabaquismo y la Organización Mundial de la Salud, una nación está oficialmente libre de humo cuando menos del 5% de la población adulta son fumadores, y el país escandinavo se encuentra en torno al 5,6%.

La tasa media de tabaquismo en la Unión Europea se sitúa en el 23%, mientras que Suecia la ha disminuido del 15% al 5% entre 2008 y 2023. Y la principal consecuencia de esta llamativa reducción del número de fumadores es que la incidencia del cáncer en Suecia es un 41% inferior al resto de países europeos, lo que supone un 38% menos de muertes a causa de esta enfermedad.

El secreto de su éxito son las estrategias de reducción de daños, que se materializan en las estrictas medidas hacia los cigarrillos de toda la vida y el favorecimiento de las nuevas alternativas como el snus, los cigarrillos electrónicos, las bolsitas de nicotina y el tabaco calentado.

El caso de Reino Unido es parecido: tiene como objetivo ser un país libre de humo en 2030 y para conseguir esta meta está implementando nuevas políticas con respecto al consumo de tabaco de sus ciudadanos. Una de ellas se basa en acabar con los cigarrillos tradicionales utilizando los cigarrillos electrónicos o vapeadores, una alternativa eficaz para reducir daños y que, de momento, ha conseguido reducir la tasa del 17% al 12% en tres años.

El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (National Health Service) está tratando de concienciar a los ciudadanos de que la mayor parte de los daños del tabaco están causados por otras sustancias químicas tóxicas que se esconden en el humo -como el alquitrán o el monóxido de carbono-. Y que, "aunque la nicotina es adictiva, es relativamente inocua para la salud". 

Convencido de que el vapeo es la fórmula a seguir para conseguir un país sin humo, Reino Unido lanzó el año pasado un programa para que un millón de personas dejasen de fumar de forma progresiva. Consistió en el reparto de kits de vapeo gratuitos para poder reducir los riesgos al mismo tiempo que se va terminando con este hábito.

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Tamara González Sánchez es redactora de actualidad en El HuffPost. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Valladolid, con Máster en Reporterismo de Televisión en la Universidad Rey Juan Carlos. Antes de llegar aquí estuvo dos años en RTVE, trabajó en 'La Voz de Medina' y Cáritas Autonómica de Castilla y León, e hizo sus prácticas universitarias en La 8 de Valladolid y 'La Mañana' en La 1.

Puedes contactar con ella en: tgonzalez@huffpost.es