El Reino Unido descubre una desconocida isla española con playas increíbles y leyendas de piratas

El Reino Unido descubre una desconocida isla española con playas increíbles y leyendas de piratas

Fue hogar de marineros y corsarios hasta el siglo XVIII.

La isla de SálvoraGetty Images

La oferta turística española no tiene nada que envidiar al de extranjero. De hecho, la prensa europea, de vez en cuando, pone el foco en las playas y puntos de interés españoles. De manera más reciente, The Sun ha puesto el foco sobre una pequeña isla localizada en Rías Baixas

Se trata de la isla de Sálvora. De ella, el tabloide destaca que es "desconocida" para los turistas y que se encuentra a "sólo 10 minutos del continente", así como sus "hermosas playas" y las "historias de piratas" de las que antaño fue testigo

Y así fue. Esta isla se encuentra a unos tres kilómetros de tierra firme y fue refugio tanto de piratas como de corsarios. Aunque ello ocurrió hace siglos. En concreto, los piratas la ocuparon durante la Baja Edad Media, mientras que los segundos hicieron lo propio entre los siglos XVI y XVIII.

En el año 2001 pasó a formar parte del Parque Nacional de las Illas Atlánticas de Galicia. Y se puede visitar. Según el tabloide británico, se tardan únicamente 40 minutos si se prefiere acudir en barco; pero sólo 10 si se opta por ir en lancha

La playa que el mismo rotativo destaca es la Praia do Castelo Ou do Almacén, de la que destaca sus aguas cristalinas. Aunque no deja de recomendar las otras tres playas que se encuentran en la zona norte de la isla: Praia de Zafra, Praia dos Bos y Praia de Lagos

Una imagen de la isla de SálvoraGetty Images

Y, además de las casitas y la fábrica de salazón que hay también en la isla, The Sun no deja que pase desapercibida la sirena que esta alberga. Cuenta la leyenda que un caballero romano naufragó hasta la isla de Sálvora. Y, mientras paseaba por la orilla de una de sus playas. dio con una sirena de la que se enamoró perdidamente. 

Fruto de la relación que ambos mantuvieron nació un pequeño al que llamaron Mariño. Y este es, precisamente, el apellido de la familia que mantuvo la propiedad de la isla. En honor a la leyenda, se erigió la estatua