Los arquitectos cualificados no están reconstruyendo Siria, sino conduciendo ambulancias. Los dentistas están en las calles sacando a gente de los escombros y proporcionándoles primeros auxilios. Estos voluntarios no son un daño colateral. No deben ser el objetivo de los ataques. Haya o no alto el fuego, las normas del Derecho internacional humanitario siguen aplicándose.