¿Por qué el G20 está fracasando? La respuesta convencional es que el grupo está dividido en el tema económico. Pero esta respuesta es incorrecta. El G20 no está dando largas por motivos económicos, sino por cuestiones geopolíticas que interfieren con las soluciones económicas racionales.
Europa se encuentra todavía lejos de aumentar hasta el 20% el peso del sector industrial en el PIB comunitario para 2020, desde algo más del 15% actual, y revertir la caída que se viene registrando. La consecución de ese objetivo permitiría asegurar el liderazgo global europeo en sectores estratégicos, e impulsar la recuperación económica y la creación de empleo de calidad.
Las alarmas sobre la crisis bursátil china se han disipado de momento. La secuencia ha demostrado que el PCCh, pese al avance de la economía privada y las reformas de mercado, dispone de poderosas palancas, no sólo económicas, para hacer prevalecer los intereses generales.
Hace tiempo que trato de convencer de la necesidad urgente de reducir el tiempo que se tarda en llegar de Madrid a Extremadura por transporte público, algo que se conseguiría con el AVE, como en la mayoría de las regiones. Pero siempre me encuentro con que es un lujo que no nos podemos permitir.
Toca moderación. Moderación en las propuestas de pactos y de gobiernos. Moderación en el cumplimiento de las promesas electorales para evitar bandazos y vaivenes innecesarios. Moderación para tranquilizar a los inversores. No se resuelve una crisis tan profunda y compleja como la actual con políticas mágicas, ni de un signo ni del otro.