A Carmen Calvo

A Carmen Calvo

"Una canción como 'Zorra' contribuye, sin lugar a duda, a la resignificación de un
término que tanto daño nos ha hecho a las mujeres

Nebulossa interpreta 'Zorra' en la primera semifinal del Benidorm FestEFE

Querida Carmen,

Estos días he escuchado tus declaraciones en las que afirmas que eres del sector feminista que se niega a debatir el feminismo desde el Festival de Eurovisión. Lo primero que me gustaría trasladarte es que, si el feminismo solo se pudiera hacer desde el Congreso, el Senado, los Parlamentos Autonómicos o los Ayuntamientos, como dices, el feminismo sería un movimiento pequeñito, pequeñito que solo tendría en cuenta la voz de unas pocas privilegiadas que han ocupado determinados espacios de poder. En verdad, si miramos al feminismo y al movimiento feminista podemos asegurar que se hace y se debate desde muchos, muchísimos lugares que no son la institución, que tiene muchas, muchísimas voces que no son de cargos públicos. ¡Y menos mal! Porque si el movimiento feminista fuera solo el feminismo institucional seríamos muchas menos, sería mucho menos rico.

Una canción, un poema, una obra de arte, una asamblea, una charla con tu vecina, con tu amiga, con tu hermana, un libro y cualquier otra forma de manifestación que se nos pueda ocurrir son espacios tan legítimos o más que la institución para pensar y discutir sobre feminismos.

Hacer una canción como 'Zorra' contribuye, sin lugar a duda, a la resignificación de un término que tanto daño nos ha hecho a las mujeres. No podemos pretender acabar con los insultos machistas solo señalándolos y diciendo que son insultos machistas. Mostrar que algo es perjudicial o dañino o discriminatorio no siempre acaba con ello y, por eso, se necesitan, también, estrategias laterales que ayuden a acabar con el machismo estructural que sufrimos las mujeres.

Pensar que solamente a través de las leyes o el código penal se va a revertir el machismo es, a mi modo de ver, un error, pues o nuestra aliada es la cultura y el tejido social o tendremos el camino perdido. ¿Qué pasaría, Carmen, si un día la extrema derecha llegase a cargarse todas las leyes contra las violencias machistas? Quizás la resistencia y la lucha estarían en las canciones, en las compañeras que sostienen a las mujeres que sufren violencias, en las asociaciones que no dan un paso atrás pese a la falta de recursos. Seguro que gran parte de la resistencia estaría fuera de la institución.

‘Zorra’ ha abierto un debate porque puede ser un lugar de resistencia para todas las mujeres a las que en algún momento nos han llamado zorras, como lo fue 'Puta' de Zahara o 'Perra' de Rigoberta. Habitar esos lugares desde la apropiación del concepto abre la posibilidad a que después esos mismos conceptos no duelan, porque dejan de pertenecer a todos los machistas que nos intentan humillar o violentar con la palabra, el concepto pasa a ser nuestro, de todas las mujeres que estamos cansadas y hartas de que el lenguaje no nos pertenezca. Y ante esa violencia verbal, una manera de decir basta es hacernos con la palabra. No sé por qué renunciar a esto, Carmen. Igual que los maricas nunca renunciaron a apropiarse del concepto de maricón para salir de la violencia, ¿por qué las mujeres tendríamos que hacer esta renuncia?, ¿por qué esa palabra solo puede significar lo que los machistas quieren que signifique? A veces, no entiendo por qué no acompañamos las peleas que iniciaron otras y, en su lugar, se hace una oposición tan dura a algo tan bello como apropiarnos del lenguaje.

Terminas diciendo en tus declaraciones que para más de una mujer la última palabra que escuchó antes de ser apuñalada fue “zorra”, vaya por delante la condena a estas violencias, pero, es que quizás el más grande de los errores de esta discusión que se ha generado, sea pensar que quienes defendemos la resignificación pensemos que el trabajo está terminado. Todas sabemos que zorra y puta son palabras utilizadas en el seno de las violencias machistas, todas sabemos que a día de hoy esas palabras se siguen utilizando como insulto machista pero también sabemos que el concepto se abre y se modifica y que su uso cotidiano de manera no violenta está también ya en nuestra sociedad. Queremos que el siguiente paso sea que dejen de convivir ambos significados y que el significado predominante sea aquel que hemos decidido nosotras.

Por ello, Carmen, decirte solo que se pueden resignificar los conceptos, se deben resignificar los conceptos y que sabemos que no es un proceso que transcurra de la noche a la mañana, pero llevamos ya muchas noches y muchas mañanas cambiando los significados.

Loreto Arenillas es coordinadora y portavoz de Feminismos de Más Madrid.