Críticas en el debate de la UE: ausentes su pilar social y de solidaridad, interior y exterior

Críticas en el debate de la UE: ausentes su pilar social y de solidaridad, interior y exterior

Criticas por la percepción decantada de que en esta recta final que conduce a las elecciones europeas de junio de 2024 Von der Leyen ha hecho su apuesta por el PPE, por el que aspira a renovar un nuevo mandato al frente de la Comisión.

Los debates ausentes en la UEHP

Tal y como comentábamos la semana pasada, el primer Pleno del Parlamento Europeo (PE) de septiembre en Estrasburgo tuvo como punto álgido de su denso Orden del Día la puesta en escena del último Debate sobre el Estado de la UE (SOTEU, en la jerga) con la Presidenta de la Comisión Úrsula Von der Leyen (VDL) en la Legislatura 2019/2024.

Con ocasión tan señalada, el PE concita la atención de los principales canales audiovisuales y cabeceras europeas de prensa escrita, una de las muy contadas en que compensa su habitual déficit comunicativo (y de seguimiento mediático). Recibe, además, habitualmente, comitivas periodísticas y comentaristas destacados, que pueden pulsar así de cerca las singularidades del parlamentarismo europeo en su comparación con el que se practica en Parlamentos nacionales.

A pesar de que el PE, por sus características institucionales, suele ser menos tóxico y más propenso a la cooperación transversal (Cross-Party Lines) la coincidencia del SOTEU con la Presidencia Española del Consejo de la UE (representada en el Pleno por el ministro Albares) confirmó, una vez más, la descabellada táctica de hostigamiento graneado, de las tres derechas españolas con escaños europeos (PP, Vox y Cs) cualquiera que sea el foro o el formato. Con grosero desprecio de la agenda europea a discutir, la sucesión de intervenciones en español de los/as eurodiputadas de fuerzas de oposición al Gobierno que preside (en funciones) Pedro Sánchez no hizo —¡sorpresa!— otra cosa que hablar mal de su país so pretexto de su denuesto de la Presidencia semestral.

Se ha dicho y escrito estos días: resulta no ya revelador sino del todo elocuente que quien, reivindicándose como ganador en las elecciones del 23-J al frente del partido con más votos y escaños, requirió y obtuvo del rey el encargo de sumar mayoría de investidura (art. 99 CE), solicitando para ello un mes de negociaciones, haya, acto seguido, instruido a sus huestes el modo oposición al Gobierno (que él sabe que no puede formar) y dé ya por hecha una agenda gubernamental alternativa (aún no iniciada, precisamente por el tiempo que ha reclamado para sí), supuestamente acordada sobre hipótesis no verificadas contra la que, por supuesto, se rebela, no en las Cortes, sino en las calles de España, a la que aspira a calentar en la banda de un cabreo que él quisiera insurreccional.

Con grosero desprecio de la agenda europea a discutir, la sucesión de intervenciones en español de los/as eurodiputadas de fuerzas de oposición al Gobierno que preside (en funciones) Pedro Sánchez no hizo —¡sorpresa!— otra cosa que hablar mal de su país

Pero, por el momento, lo que sí ha tenido lugar ha sido el encarrilamiento de este tramo final de Legislatura europea 2019/2024. La Presidenta VDL anunció, en un discurso largo —hora y cuarto, llamativamente más espeso y tedioso que en anteriores ediciones— medidas para reforzar la competitividad en las Agendas Verde y Digital (como el control de importaciones de vehículos eléctricos de China notoriamente subvencionados) y la Seguridad y Defensa, con Autonomía Estratégica, en el sostenimiento del apoyo a Ucrania contra la guerra ilegal de Putin, tanto como haga falta y el tiempo que sea necesario. Asumió explícitamente el reto de la ampliación (una UE a 33, o a 35 con Ucrania y Moldavia, en la próxima década). Habló de Estado de Derecho y de sus exigencias a los nuevos candidatos a la futura adhesión.

Se refirió al Pacto de Migraciones y Asilo —dándolo ya prácticamente por hecho— como un nuevo equilibrio entre “Soberanía, Seguridad y Solidaridad” (sic). Defendió expresamente el descomunal paquete de ayuda financiera (800 millones de euros) que un denominado “Team Europe” (G. Meloni de Italia, M. Rutte de Países Bajos y la propia VDL) ha prometido al régimen de Túnez, pese a su brutal regresión autoritaria y represiva, para frenar las embarcaciones en dirección a la UE. Además, no hizo ni una sola referencia a la Europa Social y de los derechos, ni a la Cohesión que ha de afirmarse en el próximo Marco Financiero Plurianual.

En aras a la brevedad, excusaré aquí los comentarios críticos que suscitaron cada uno de estos puntos entre los portavoces de las posiciones progresistas y de izquierda del PE, en que, como se entenderá, me cuento. Tales objeciones acerbas rezuman, en su conjunto, la percepción decantada de que en esta recta final que conduce a las elecciones europeas de junio de 2024 VDL ha hecho su apuesta por el PPE, por el que aspira a renovar —si los resultados lo avalasen— un nuevo mandato al frente de la Comisión Europea. Y lo hace además mirando de reojo la cada vez más estrecha coyunda de M. Weber (actual líder del PPE) con las extremas derechas europeas y nacionales, y la ambición todavía no topada de R. Metsola, actual Presidenta del PE.

Me centraré en lo que más importa con respecto a las áreas de las que más me ocupo como Presidente de la Comisión de Libertades, Justicia e Interior del PE (Comisión LIBE) en tres asuntos conexos.

1)- Cuando la Presidenta VDL anuncia con entusiasmo una UE ampliada hasta 500 o 550 millones de ciudadanos/as (la sola entrada de Ucrania significaría un aporte de más de 40 millones) está ocultando un debate inexorable: ¡la reforma de los Tratados y la superación de la regla de la unanimidad para decisiones estratégicas (entre ellas, las propias reformas y las futuras ampliaciones, además de los Recursos Propios, la Fiscalidad, e incluso la extensión de Schengen y Libre Circulación a dos EEMM de la UE, que aún no disfrutan pese al apoyo del PE: Rumania y Bulgaria, todavía bloqueados por Austria).

2)- Cuando la Presidenta VDL da por hecho el nuevo Pacto de Migraciones y Asilo está ocultando que las negociaciones no sólo no han concluido, sino que conocen, a día de hoy, dificultades que reflejan el carácter profundamente divisivo del reto de cumplir el mandato del Tratado de Lisboa de asegurar un Sistema Común con un Derecho europeo fundado sobre los principios de responsabilidad compartida y solidaridad vinculante. Buena parte de los obstáculos a remontar los impone, precisamente, el Gobierno de coalición alemán que lidera O. Scholz (las 3 fuerzas que lo componen no se ponen de acuerdo en la solidaridad) siendo como es Alemania, por su peso, imprescindible para asegurar mayorías en el Consejo. ¡Hubo que recordarle a VDL que el Pacto no es un “equilibrio entre Soberanía y Seguridad” en fronteras (que en todo caso son reclamaciones distintivas de los EEMM), sino entre Responsabilidad y Solidaridad, siendo ésta última el auténtico eslabón perdido a día de hoy en la cadena.

3)- Pero aún más importante es, por un lado, la defensa proclamada por VDL del apoyo financiero a Túnez (un régimen represivo que ni considera ni respeta los derechos humanos en las rutas a la UE, y que además ha respondido vetando la entrada en el país de una Delegación del PE) en siniestra (y trágica) coincidencia con el desbordamiento de las capacidades de la pequeña isla de Lampedusa (Italia) que en estos momentos alberga contingentes de migrantes africanos que huyen de su desesperación en un número que más que duplica la población local. Meloni pregunta, ahora, dónde está el escalón de respuesta de la UE, todavía hoy pendiente de la finalización urgente de un nuevo Pacto Migratorio que, de una vez por todas, incluya la inexcusable solidaridad europea con los EEMM de primera línea de arribadas por mar y Salvamento y Rescate.

No quiero concluir este breve prontuario de apuntes en esta fase final de la Legislatura, Presidencia Española del Consejo de la UE, sin extender ese mensaje imperativo de solidaridad que debe completar su dimensión interior con la exterior, no sólo hacia un Marruecos desolado por un seísmo devastador, sino también hacia una Libia —sometida al desorden y violencia cronificada que han subseguido a su hundimiento como Estado fallido, al borde de ser un No-Estado— que suma más de 20.000 muertes tras las inundaciones, riadas, presas colapsadas y corrientes torrenciales que han destruido por completo varias ciudades costeras.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada con premio extraordinario, Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, becario de la Fundación Príncipe de Asturias en EE.UU, Máster en Derecho y Diplomacia por la Fletcher School of Law and Diplomacy (Tufts University, Boston, Massasachussetts), y Doctor en Derecho por la Universidad de Bolonia, con premio extraordinario. Desde 1993 ocupa la Cátedra de Derecho Constitucional en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Es, además, titular de la Cátedra Jean Monnet de Derecho e Integración Europea desde 1999 y autor de una docena de libros. En 2000 fue elegido diputado por la provincia de Las Palmas y reelegido en 2004 y 2008 como cabeza de lista a la cámara baja de España. Desde 2004 a febrero 2007 fue ministro de Justicia en el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. En octubre de 2007 fue elegido Secretario general del PSC-PSOE, cargo que mantuvo hasta 2010. En el año 2009 encabezó la lista del PSOE para las elecciones europeas. Desde entonces hasta 2014 presidió la Delegación Socialista Española y ocupó la presidencia de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior en el Parlamento Europeo. En 2010 fue nombrado vicepresidente del Partido Socialista Europeo (PSE).