Portal de transparencia sexual monárquica

Portal de transparencia sexual monárquica

El rey emérito Juan Carlos I, en Sanxenxo el 20 de abril de 2023.GTRES

Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, servicios centrales… todas las administraciones del Estado practican ya la transparencia, habilitando para la ciudadanía portales en donde se recoge detalladamente toda su actividad. Es necesario conocer a qué se destina cada euro, quién es el responsable de cada tarea, a quién ha correspondido cada decisión que se toma en una concejalía o en un ministerio, ya que cada español tiene derecho a conocer todos los detalles relevantes que afectan al Estado al que pertenece. ¿Todos? ¡No! Unos pequeños sucesos de extraordinaria relevancia política siguen permaneciendo en las sombras para el ciudadano medio, detrás de la mayor de las opacidades y lejos de la menor transparencia: la actividad sexual de los miembros de la Familia Real.

De ideas absurdas se derivan conclusiones absurdas. El intento de unir una sociedad democrática con la transmisión talámica de la jefatura del Estado es propio de niños que intentan en vano unir los polos positivos de dos imanes. Se repelen. La sífilis y la monarquía son ambas ETS, aunque en el primer caso la sigla signifique “enfermedad de transmisión sexual” y en el segundo estemos ante un “Estado de transmisión sexual”. En ambos casos la clave está en el contacto de las mucosas. El Estatuto del Paciente le reconoce el derecho a estar informado de los detalles relativos a su mal. ¿No tenemos derecho los españoles a estar informados de los detalles relativos al nuestro? Ambos somos pacientes: unos por padecer enfermedades, otros por la paciencia que estamos demostrando hacia Juan Carlos I.

Así que reclamo la creación de un Portal de Transparencia Sexual Monárquica. La página web de la Casa Real cuenta con una pestaña en donde se puede encontrar la agenda y actividades que los monarcas desarrollan cada día. Queremos saber también lo que hacen por las noches. La actividad sexual de Pedro Sánchez no cambiará la Historia de España. La de Felipe VI, sí. En el PTSM quedarán recogidos cuantos coitos realicen todos aquéllos que formen parte de la Casa Real o de las líneas sucesorias respectivas, incluyendo a Froilán. Deberán detallarse cuantas personas participaron en el acto, medidas de protección anticonceptiva tomadas, así como lugar y hora aproximada de inicio y fin. No hace falta más; el resto de datos pertenece a la inviolable privacidad de los implicados.

Lo crean o no, los islandeses cuentan con una aplicación en sus teléfonos móviles que les indica su grado de consanguinidad respecto de terceras personas. El aislamiento secular de Islandia facilitó una endogamia también milenaria, por lo que la probabilidad de que sean primos dos personas que se conocen en un bar ha de ser tenida en cuenta a la hora de llevar tal conocimiento a alturas bíblicas. El Portal de Transparencia Sexual Monárquica podría extenderse a las realezas y aristocracias europeas, también expertas endógamas, y cumplir una función semejante a la app islandesa. No somos los súbditos los que lo hemos elegido así. No es morbo. Es la absurda conclusión lógica que se deriva de las premisas de un régimen político absurdo.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciado en Filosofía y doctor en Psicología. Es profesor titular de Psicología Clínica de la Universidad de Oviedo desde antes de que nacieran sus alumnos actuales, lo que le causa mucho desasosiego. Durante las últimas décadas ha publicado varias docenas de artículos científicos en revistas nacionales e internacionales sobre psicología, siendo sus temas más trabajados la conformación del yo en la ciudad actual y la dinámica de las emociones desde una perspectiva contextualista. Bajo la firma de Antonio Rico, ha publicado varios miles de columnas de crítica sobre televisión, cine, música y cosas así en los periódicos del grupo Prensa Ibérica, en publicaciones de 'El Terrat' y en la revista 'Mongolia'.