Fallo judicial histórico de Estrasburgo: la inacción climática viola los derechos humanos

Fallo judicial histórico de Estrasburgo: la inacción climática viola los derechos humanos

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) concluye que Suiza ha violado los derechos de un grupo de ancianas para evitar que sufran los efectos del calentamiento global, pero tumba otras demandas que afectaban a 31 países por un defecto de forma judicial. 

Imagen de archivo de la activista climática Greta Thunberg, siendo arrestada por las fuerzas del orden durante una protesta.
Imagen de archivo de la activista climática Greta Thunberg, siendo arrestada por las fuerzas del orden durante una protesta.Charles M. Vella/SOPA Images/LightRocket via Getty Images

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha emitido este martes un fallo histórico en materia de la responsabilidad de los países a la hora de responder a los efectos del cambio climático, un pronunciamiento judicial que ha tenido importantes luces y sombras, pero que marca un antes y un después al concluir que la inacción climática viola los derechos humanos.

Concretamente, el tribunal con sede en Estrasburgo (Francia) ha estimado una de las tres demandas que fueron presentadas contra la -a juicio de los demandantes- falta de políticas que sirvan para mitigar los efectos adversos del cambio climático en la sociedad. Una de ellas se trataba de la mediática denuncia que impulsaron un grupo de seis jóvenes contra Portugal. Y desde, puesto que también se extendía a otros 31 países europeos. Entre ellos España.

En este sentido, Estrasburgo sí ha dado la razón en lo referente a una de las tres demandas, la presentada contra Suiza por presuntamente haber violado los derechos de un grupo de ancianas en lo relativo a evitar que sufran los efectos del calentamiento global. La justicia europea ha concluido que sí se han violado los derechos de estas mujeres, la mayoría de más de 75 años.

Varias de las ancianas que han denunciado a Suiza por inacción climática, ante la sede del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en Estrasburgo (Francia).
Varias de las ancianas que han denunciado a Suiza por inacción climática, ante la sede del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en Estrasburgo (Francia).REUTERS/Christian Hartmann

La clave del fallo: ¿por qué han tumbado la demanda portuguesa y no la helvética?

Lo cierto es que el fallo es pionero y sienta un precedente histórico, pero la decisión sobre la demanda portuguesa ha causado cierta sorpresa, al tratarse de la que más seguimiento mediático había tenido hasta el momento. Fue presentada por seis jóvenes de entre 11 y 24 años y tenían por objetivo que se produjese una condena contra esos 32 países europeos, pero finalmente ha sido tumbada por una suerte de defecto de forma.

La clave está en que sí, el tribunal ha considerado que ese fenómeno se trata de "un problema verdaderamente existencial para la humanidad", pero ha acabado desestimando las alegaciones de los adolescentes porque no se habían agotado previamente todas las vías de recurso interno del país. En otras palabras, considera que la demanda debía haber sido presentada primero en Portugal, puesto que el TEDH "no es un tribunal de primera instancia".

No se trataba tampoco de una cuestión que no hubiesen tenido en cuenta los demandantes, puesto que un pilar de la estrategia de esta demanda era que no hacía falta seguir el recorrido habitual, puesto que existía una "urgencia climática". La justicia no lo entendió así e incluso indicaron que no están capacitados para dictar una política determinada a los Estados acerca de lo que deberían hacer y por los efectos y consecuencias que puede acarrear para personas fuera de su territorio.

En el caso helvético, la demanda había sido presentada por un grupo de mujeres de avanzada edad y ha acabado suponiendo el rayo de esperanza para el colectivo climático en lo relativo a este recorrido judicial y jurídico en Europa. La presidenta del TEDH, Síofra O'Leary, precisó que Suiza había violado los derechos de esas ancianas-organizadas en la asociación Verein KlimaSeniorinnen- al haberse constatado "lagunas críticas" en las políticas de Suiza para luchar contra el cambio climático.

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Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

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