La presunta participación de Santos Cerdán en la trama de corrupción por la concesión de contratos públicos ha dinamitado la política española. Oficializada ya la dimisión del hasta hoy secretario de Organización del PSOE y diputado en el Congreso, el escándalo ha tocado a todos los niveles.

Mientras Pedro Sánchez pedía "perdón" a la ciudadanía por haber confiado "hasta esta misma mañana" en Cerdán tras más de una década de trabajo "codo con codo", en Navarra el golpe era mayor. Así lo ha admitido la presidenta foral, María Chivite, paisana, compañera de partido y "amiga" de Santos Cerdán.

La presidenta de Navarra se ha roto en una comparecencia en la sede del Gobierno foral donde ha reconocido que "no está siendo un día fácil". 

María Chivite, emocionada y directamente al borde de las lágrimas, ha reconocido ante los medios que "lo leído del informe de la UCO no se corresponde con la persona con la que he compartido mi carrera política, mi compañero de partido y mi amigo".

En ese punto le ha sido imposible seguir y ha necesitado unos segundos para reponerse de la emoción, con la voz entrecortada. Posteriormente, ha continuado apuntando que "desde el respeto a la presunción de inocencia, espero que Santos sea capaz de demostrar su inocencia, pero está siendo un día complicado".

Sí ha admitido Chivite, notablemente incómoda, haber hablado con él "esta mañana", sorprendida por unos hechos recogidos en un informe que "no conocía"