Las claves que dejan para el futuro unas elecciones generales llenas de sorpresas

Las claves que dejan para el futuro unas elecciones generales llenas de sorpresas

Del futuro del PP y de Feijóo a la gobernabilidad del país, en manos del partido de Puigdemont.

Sánchez, Feijóo y Puigdemont.GETTY

Si al español medio le hubieran dicho 24 horas antes de la noche del domingo lo que finalmente ha acabado pasando, seguramente no se lo creería. 

Pero tampoco a muchos de los dirigentes de los distintos partidos, que esperaban resultados absolutamente opuestos a los que, finalmente, se produjeron. 

El PP ganó las elecciones con 136 escaños, muy lejos de los 150 que esperaban superar, y no suma con el partido de ultraderecha Vox, que se queda en 33. El PSOE no sólo no se hundió, sino que sumó dos escaños más, consiguiendo 122 y un millón de votos más que en 2019. Sumar, por su parte, resistía por encima de la treintena de escaños con 31 asientos. 

Cataluña, una vez más, ha sido decisiva en unos comicios, sirviendo de sostén a los socialistas en detrimento del independentismo que, pese a que se hunde, paradójicamente será clave en la gobernabilidad del país. 

El futuro del PP... y de Feijóo

"Ayuso, Ayuso, Ayuso", coreaba el personal ante la sede del PP en la calle Génova. Las caras (Juan, las caras) eran un poema en el balcón, donde Alberto Núñez Feijóo, líder del partido, trataba de proseguir su discurso tras ser interrumpido por los presentes. Ayuso, a su izquierda, de rojo —era la única que rompía la armonía de colores, el resto iban de blanco—, ponía cara de circunstancias. 

El PP había ganado las elecciones, tanto en votos como en escaños, pero el ambiente era de compromiso familiar de domingo por la tarde. El dj sólo tocó al final, cuando los protagonistas ya se habían ido. Nada de música antes. Sólo los que se reunieron en la calle a 'celebrar' pusieron algo de ambiente al corear algunas consignas como el lamentable "que te vote Txapote". 

Feijóo anunció que intentará la investidura, consciente de que no le dan los números. Porque el PP no suma con la extrema derecha de Vox, y apenas le quedan más aliados. El PSOE, que se sintió vencedor pese a no ganar, ni en sueños va a permitir el Gobierno de Feijóo con su abstención. 

El futuro se le plantea complicado al dirigente gallego presidente del PP, a quien ya le empiezan a hacer sombra posibles sucesores tras su primer gran chasco electoral. Si finalmente el PSOE consigue reeditar un gobierno de coalición progresista con apoyos de los independentistas, ¿qué hará Feijóo? ¿Qué hará el PP con Feijóo? ¿Habrá nueva crisis de liderazgo en Génova?

Sánchez, reforzado; el PSOE, fortalecido

Pedro Sánchez llegaba a estas elecciones con la mortaja puesta por muchos de sus rivales tanto políticos como mediáticos. Las encuestas le daban por amortizado, fuera de La Moncloa. PP y Vox sumarían mayoría suficiente, sobrada en algunos casos, y habría cambio de ciclo político en España. 

Pero nada de eso pasó en la noche del 23 de julio. El PSOE no sólo no perdió votos, sino que los ganó. Un millón más. Y dos escaños más que en 2019. 122 asientos en el Congreso de los diputados que dan alas a un Pedro Sánchez al que ya algunos estaban buscando sustituto. 

El líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones volvió a sacarse de la manga su Manual de Resistencia. Lleva ya unos cuantos volúmenes tras una legislatura marcada por los imprevistos: que si una pandemia, que si una guerra, que si un volcán. Ha sobrevivido a todo ello con cierta nota y lo ha hecho, además, liderando el primer gobierno de coalición de la democracia. Casi nada. 

Con todo en contra, Sánchez no sólo ha mantenido el tipo sino que en algunos territorios ha mejorado con creces sus resultados. Fundamental ha sido Cataluña, donde el PSOE ha ganado siete diputados más, sacando doce a la segunda fuerza en esta región, Sumar, que ha logrado siete. Y en otras regiones que el PP le había arrebatado, como Andalucía, Extremadura o la Comunidad Valenciana, los socialistas han aguantado perdiendo pocos asientos respecto a 2019.  

Así estalló la felicidad en Ferraz, como explican diversas fuentes socialistas a El HuffPost. Una noche "de mucha felicidad y mucha emoción", "algo espectacular". La satisfacción entre los simpatizantes que se reunieron ante la sede del PSOE era enorme, indican. 

La celebración, cuentan, "fue creciendo" tras una campaña "complicada, de mucho trabajo" en la que los socialistas trataron de "estar con la gente, explicarles y hablarles". Al final, consideran en el PSOE que España votó "el muro de contención que Europa esperaba" ante la extrema derecha. "España es lo que España voto ayer. No es ese país que está en la cabeza de Feijóo y Abascal. Por suerte para todos, hace décadas que no existe", afirman. 

"El presidente estaba feliz, los trabajadores, todos", añaden estas fuentes, que afirman que las sensaciones que tenían días antes de las elecciones eran buenas por lo que habían visto en los actos que celebraban. "Llenamos el de Huesca en 24 horas. La gente te paraba y te decía que adelante", aseguran. 

Finalizada la fiesta, desde el PSOE prefieren mantener un tono bajo y que sea el PP quien tenga que asumir el escenario electoral y político que se presenta. Ese escenario es tan distinto a lo que se preveía, que Sánchez podría incluso conseguir reeditar el gobierno con Sumar y apoyos de los independentistas.

Junts, clave pese al hundimiento del independentismo

Precisamente los independentistas catalanes han protagonizado tanto el durante como el después de las elecciones. Porque claramente han recibido un varapalo en las elecciones: ERC ha perdido seis escaños, Junts ha perdido un asiento y la CUP ha desaparecido del Parlamento. 

Y, sin embargo, el independentismo catalán va a ser clave en la gobernabilidad de España. Más concretamente Junts, cuya abstención podría dar la investidura a Pedro Sánchez. 

El partido liderado por Laura Borràs y que fue presidido por el fugado expresidente catalán Carles Puigdemont tiene en su mano el futuro del Ejecutivo central y ya está poniendo sobre la mesa sus reclamaciones. La propia Borràs ya ha dicho, en declaraciones en Telecinco, que Sánchez debe abordar "la solución del conflicto político con Cataluña" y que "eso pasa por abordar la amnistía y la autodeterminación". 

"Si tiene que llegar la hora de la política, tiene que llegar la hora de abordar lo que no puede llamarse problema catalán, porque no queremos ser un problema, queremos ser una solución" a través de medidas democráticas y políticas, ha asegurado Borràs, que no ha descartado una repetición electoral, algo que ha puesto en manos de Sánchez. 

Vox, en crisis pese a culpar a Feijóo

"Feijóo ha ganado las elecciones como quería y lo ha hecho no dependiendo de Vox, como también quería". Con esta ironía, el líder del partido de extrema derecha Vox señalaba al candidato del PP como culpable de que la derecha terminase la noche de las elecciones sin posibilidades reales de sumar una mayoría absoluta. 

"Imaginamos que mantendrá la oferta al PSOE para ver si le permite gobernar. Esa oferta que ha hecho al PSOE durante toda la campaña y que está detrás del blanqueamiento de los cuatro años de gobierno de Pedro Sánchez", criticó el líder ultra.

Todo balones fuera desde Vox, que no asume ninguna autocrítica, pese a que ha perdido una cantidad importante de escaños, fundamentales para esa suma de las derechas que nunca llegó en el escrutinio: 19 asientos menos respecto a hace cuatro años. 

En lugar de asumir errores, la ultraderecha escupe al PP: "La campaña al voto útil ha resultado el voto más inútil. Solo ha servido para truncar la alternativa y el cambio de rumbo que merecen la nación y los españoles". 

Así lo ha expresado Ignacio Garriga, secretario general de la formación de extrema derecha, que señala a Feijóo como culpable al haberse "equivocado de aliados y de adversarios". "El voto útil al cual convocaba el PP y medios afines lo único que ha sido y servido ha sido para ser útil a Sánchez y dañino para España y el conjunto de los españoles, truncando la posibilidad de una alternativa que devolviera la esperanza y las certezas a los españoles", ha insistido. 

Lo cierto es que la extrema derecha ha sufrido una sangría de escaños en las elecciones del 23 de julio, muchos de los cuales han ido a parar al PP, como ha sucedido en Extremadura y, especialmente, en Castilla y León. En estas regiones, de hecho, la izquierda ha resistido. 

Para colmo, si finalmente se forma gobierno, con sus 33 escaños la ultraderecha no va a poder hacer lo que más le gusta: ni presentar recursos al Constitucional, ni mociones de censura. 

El futuro a la izquierda del PSOE

Sumar, la plataforma liderada por Yolanda Díaz, no ha conseguido empatar los resultados que obtuvo Unidas Podemos, que logró 35 escaños, tres millones de votos y un 13%. El 23J, el movimiento de la vicepresidenta segunda en funciones obtuvo también tres millones de votos, pero cuatro escaños menos. 

Aun así, Sumar resiste en comunidades importantes, como Cataluña, donde mantiene los siete escaños que obtuvo en 2019 En Comú. O en Andalucía, donde logran retener los seis asientos que ya tenían por esta región. 

Pero las caras en la noche electoral de Sumar no eran de total alegría. El rostro de Ione Belarra, líder de Podemos, distaba del entusiasmo que mostraban los demás. Más seria y contenida, la dirigente morada preparaba lo que iba a decir este lunes, en el día después de los comicios. 

En una alocución grabada, Belarra ha recordado la "generosidad" que asumió su formación al pactar con Yolanda Díaz para entrar a formar parte de Sumar, "a pesar de que se nos impuso un acuerdo que ninguna otra fuerza política habría aceptado". 

Pese a reconocer que mucha gente respira "aliviada" tras las elecciones, Belarra considera que los resultados son "preocupantes en muchos sentidos". "Podemos ha conseguido cumplir su principal objetivo, mantener abierta la posibilidad de revalidar la coalición, pero no gobernar con más fuerza. Ese fue el motivo por el que elegimos a Yolanda Díaz como candidata y, sin embargo, Sumar se deja más de 700.000 votos y muchos escaños respecto al peor resultado de Unidas Podemos. La estrategia de renunciar al feminismo e invisibilizar a Podemos no ha funcionado electoralmente", ha criticado. 

¿Cómo quedan las empresas de encuestas?

La noche del 23 de julio deja otro gran damnificado tras los resultados de las elecciones: el sector de las empresas demoscópicas. 

Porque la mayoría de sondeos apuntaba a una mayoría absoluta de la derecha con la ultraderecha y sólo el CIS pronosticó que el PSOE aguantaría el porcentaje de voto que consiguió en los comicios de 2019. 

Uno de los sociólogos más mediáticos, Narciso Michavila, presidente de GAD3, ha reconocido este lunes que equivocaron el tiro respecto al resultado electoral. Y eso que horas antes del recuento, él mismo publicaba un vídeo en el que aseguraba que lo iban "a clavar": 

Pero horas después ha asumido los fallos y ha explicado las razones que, a su juicio, les llevaron a errar. "Nos ha sorprendido la remontada a última hora del PSOE, que aunque nosotros siempre les tuvimos por encima de 110, pero ha sacado más de 120", ha explicado en declaraciones a COPE, donde ha dicho que el votante catalán "ha premiado" a Sánchez. 

En Twitter, la propia empresa asumía "la desviación" de sus predicciones y daba la enhorabuena a los institutos demoscópicos que sí supieron "ver el escenario actual". 

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Jefe de Política de El HuffPost