Teresa Ribera: "Esto no es llegar, insultar y recoger los frutos. Feijóo se va a llevar un disgusto"

Teresa Ribera: "Esto no es llegar, insultar y recoger los frutos. Feijóo se va a llevar un disgusto"

Entrevista con la vicepresidenta tercera, ministra de Transición Ecológica y 'número dos' del PSOE por Madrid: "En Bruselas hay enorme preocupación con la ultraderecha".

Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica.AURORA PASCUAL / EL HUFFPOST

Hace apenas unas horas del arranque oficial de la campaña electoral para el 23 de julio y en unas horas el PSOE presentará su programa electoral. En la sede del Ministerio de Transición Ecológica reconocen estar "de subidón" por las encuestas, que apuntan a una remontada de los socialistas pese a que el PP sigue estando en cabeza en todas. Aun así, ya son más las que señalan que quizás el bloque de la derecha tenga dificultades para sumar mayoría absoluta. 

Así lo indica la última de 40dB para la Cadena SER y El País, publicada este viernes, según la cual el PP ve cómo su distancia está siendo recortada por el PSOE. La número dos de este partido por Madrid es ni más ni menos que la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que responde a El HuffPost sobre este último estudio.

¿Cómo ve las encuestas en este inicio de campaña?

Bueno, yo es que estoy convencida de que vamos a ganar. Creo que hay un sentir general de una muy buena parte de los españoles que se da cuenta de hasta qué punto se trata de unas elecciones en las que debemos optar por seguir avanzando o dar marcha atrás. Me parece que han sido muy gráficas estas semanas en las que el Partido Popular y Vox han corrido para devorar la capacidad de ocupar los parlamentos autonómicos, los gobiernos autonómicos y los ayuntamientos con una voracidad inusitada. Ha sido enormemente ilustrativo y triste ver cómo, además, la capacidad de acuerdo se centraba en eliminar las referencias a la mujer, a la protección de la mujer, a la violencia machista, a colectivos como el LGTBI, a las políticas en materia de cambio climático, calidad del aire y movilidad urbana de una forma tan, tan, tan absurda, que han llegado incluso a comprometerse y jactarse públicamente de su voluntad de deshacer carriles bici. ¿Qué habrán hecho los carriles bici? ¿Qué habrán hecho los ciclistas en nuestras ciudades para para que eso sea considerado como la quintaesencia ideológica de la derecha frente al progreso? 

A eso hay que contestar de manera muy firme. No se trata de plantear preguntas o propuestas en relación a cómo se resuelven algunos problemas fundamentales. De eso no hemos oído absolutamente nada, ni cuáles son los problemas, ni cómo se resuelven. Lo que hemos oído son elementos identitarios enormemente conservadores y enormemente restrictivos, excluyentes y agresivos. Así que confío en que esta apuesta de un Gobierno y de un partido que ha tomado decisiones complicadas en años muy difíciles, porque ha sido una legislatura muy difícil, cuente con el respaldo mayoritario de los de los españoles. Iniciamos oficialmente lo que yo creo que será una gran remontada.

¿Cree que estas medidas de los gobiernos de PP y Vox en estas autonomías y ayuntamientos puede ayudar a esa remontada a la que se refiere?

Yo creo que ha sido impúdico y que hay mucha gente que se ha dado cuenta. El otro día en Madrid vivimos una manifestación del Orgullo como hacía mucho tiempo que no se vivía, en un tono festivo, colorido, pero reivindicativo y reclamando el mantenimiento de los derechos que ha costado muchísimo tiempo conquistar. Y lo vemos en distintos frentes. Por eso digo, ¿cómo se puede en tan pocos días quitarse la careta de una forma tan llamativa y sin ningún tipo de complejo? ¿Y qué representa eso para la sociedad española? ¿Volver a cuestionar cuál es el papel y los derechos de la mujer? ¿Volver a cuestionar si hay ciudadanos de primera y de segunda? ¿Volver a imponer criterios morales en la vida personal de cada cual, a sabiendas? Porque es toda una declaración de intenciones que las instituciones gobernadas por el PP y por Vox no van a estar ahí para responder en caso de necesidad, porque les resulta indiferente. Yo creo que ha sido muy llamativo cuando todavía no han tenido capacidad de tomar decisiones reales. Esa cultura de la cancelación que ha llegado hasta Lope de Vega, que es lo más absurdo, es absolutamente absurdo. Es momento de hacer ver que lo que nos jugamos es muchísimo más elemental de lo que nunca jamás hubiéramos imaginado. Creo que nadie quiere para para nosotros mismos, ni para nuestros hijos, una España así, tan castradora, tan limitante, tan agresiva y tan desprotectora de quienes puedan necesitar protección en algún momento de su vida.

"No acabamos de tomarnos en serio que aquellos mensajes tan llenos de odio y tan falsos pudieran tener arraigo en la opinión pública" 

Es usted la número dos del PSOE por Madrid. ¿Cómo le propone el presidente este puesto y qué le llevó a decir que sí?

Bueno, me lo propuso como lo hace él siempre, con mucho cariño, con mucho respeto y en y en fórmula en fórmula abierta: si quería ser su número dos en Madrid, y evidentemente le dije que para mí era un inmenso honor y que esperaba estar a la altura. Él sabe que ha contado con un Gobierno competente, limpio y entregado a la causa de mejorar las condiciones de vida de los españoles. Una muy buena parte de esa capacidad de mejora de las condiciones de vida de los españoles y de construcción de oportunidades y progreso está vinculada a la agenda de transición ecológica. A las cuestiones relativas a energía, al clima y la biodiversidad, al reequilibrio entre las zonas urbanas y las zonas rurales, con la prestación de servicios y las oportunidades y la innovación que muchos de sus habitantes reclaman. 

Ha habido una sensación durante la precampaña de una cierta hiperactividad mediática, sobre todo al presidente del Gobierno, en medios y en programas donde no había acudido durante la legislatura. ¿No cree que va un poco tarde a la hora de explicar los logros de la legislatura en este tipo de programas, donde hay un público que puede que no sea tan afín al Gobierno?

Yo me quedo con la explicación que al respecto han dado tanto él mismo como el presidente [José Luis Rodríguez] Zapatero, que considera una infamia lo que está ocurriendo. Yo estoy de acuerdo, creo que es una infamia esta agresividad personal mantenida durante tanto tiempo. A mí me parece que han pasado dos cosas en esta legislatura. La primera es que quizá nos confundimos todos cuando oíamos aquellas cosas de 'el presidente pacta con ETA'. ¿Qué es esto? No te lo puedes creer. Dices, es imposible que la gente piense que eso es verdad de un partido que ha sido un golpeado tan duramente por ETA y que ha mantenido un compromiso tan firme de hacer ver que la sociedad quería otra cosa. No acabamos de tomarnos en serio que aquellos mensajes tan llenos de odio y tan tan falsos pudieran tener arraigo en la opinión pública. No fuimos conscientes de que había que contestar inmediatamente, en directo, no dejar que aquello siguiera avanzando. 

Y la segunda consideración es que ha sido una legislatura excepcional. Hemos tenido, al mes de formar Gobierno, una pandemia como nunca jamás había habido y desde entonces han sido circunstancias sobrevenidas, extrañas e insólitas, una detrás de otra. La pandemia, el volcán, Filomena, la invasión de Ucrania, la crisis energética que esto representaba... Por tanto, la concentración de toda la actividad ha estado más volcada en reflexionar, encontrar y adoptar las medidas que hemos pensado en cada momento, que nos permitían responder a lo urgente sin abandonar lo importante. Eso nos ha llevado a una agenda frenética y a estar tremendamente ocupados. Y quizá hemos descuidado, dando por hecho que la gente entendía lo que estábamos haciendo, esa capacidad de comunicación. Hemos mantenido una comunicación oficial importante. No se nos puede olvidar lo que ha costado encontrar los apoyos que para cada una de esas medidas hemos necesitado en sede parlamentaria y lo imposible que ha sido, para adoptar cada una de esas medidas tan importantes, contar con el PP, que en cada momento se ha ido oponiendo a lo que hacíamos y poniendo palos en las ruedas, dentro y fuera, hablando mal de España, pasara lo que pasara. Por lo tanto, teníamos que ir encontrando que otros que no fueran el PP y Vox respaldaba las propuestas que hacíamos. Eso se ha explicado en sede parlamentaria, que no es la sede en la que una muy buena parte de españoles escuchan qué es lo que ocurre. Estaban en otros sitios. Teníamos que haber estado presentes en otros sitios, en otros canales de comunicación, a través de redes sociales, a través de programas de máxima audiencia, que nos permitirán trasladar qué hacíamos y por qué lo hacíamos. Seguramente fue un error, pero estábamos muy concentrados en resolver y en explicar oficialmente donde tocaba qué cosas hacíamos y buscar los apoyos para poder mantenerlas, para poder aplicarlas.

  Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica.AURORA PASCUAL / EL HUFFPOST

O sea, que si pudieran volver atrás, igual lo harían de otra manera. 

Si pudiéramos volver atrás, uno seguro que hay muchas cosas que corrige, que mejora o que no lleva a la práctica. No creo la línea general de la legislatura, que ha sido de progreso, de protección y de reducción de brechas de desigualdad entre los españoles. Pero lo que seguramente haríamos de forma diferente es la capacidad de comunicación y de presencia en canales que, en muchos casos, ya no podemos decir que sean no convencionales porque pasan a ser canales mucho más frecuentados por el público en general de lo que lo eran hace unos años, en los que prácticamente ni existían. Pero ciertamente, la comunicación con la sociedad hoy se juega en otros cauces, no solamente en las instituciones.

¿Se han cruzado líneas rojas con Sánchez durante la legislatura a la hora de criticarle?

Hombre, yo creo que hemos visto un comportamiento por parte de la oposición muy lejos de lo que yo calificaría la ética y el sentido de la dignidad constitucional. Alguna vez él desde el Parlamento ha enumerado la lista de palabras gruesas e insultos que ha recibido por parte del líder de la oposición, primero Pablo Casado y luego Feijóo. Creo que esto es insólito. No es posible que desde partidos con vocación de gobierno y que han ejercido gobierno, se cuestione desde el primer día la legitimidad del presidente que ha contado con el respaldo mayoritario del Parlamento y que fue la lista más votada, y sin embargo, no se quiso refrendar con una abstención ese comportamiento que ahora nos piden a los demás. Solamente si son ellos la lista más votada, porque si es el PSOE más votada, ahí no respetan su propia propuesta. Creo que eso habla mal, muy mal, del PP. La democracia es algo enormemente valioso para todos y no podemos ponerla en riesgo. No podemos cuestionar la legitimidad de las instituciones, no podemos insultar y dar pábulo a la agresividad contra quienes están al frente de las instituciones, porque no sabemos tampoco cómo puede evolucionar o a partir de qué momento la evolución del sentir de las personas puede hacer que de verdad se dude de la legitimidad de las instituciones o de la buena fe y de la honestidad de quienes están al frente de ellas.  Yo creo que así no se construye convivencia, ni se construye país, ni se construye progreso. Así se construye odio, distanciamiento, agresividad, y eso siempre va mal. A todos nos viene muy bien que a los demás les venga bien y a todos nos viene muy mal si a los demás les va mal. Así que es mejor concentrarse en cómo conseguir que nos vaya bien a todos y no empeñarnos en que a algunos les vaya mal, a ver si así a mí me va mejor. 

"Los medios han mantenido muchas veces actitudes más militantes que informativas o reflexivas"

Habla de la oposición, pero ¿desde los medios también se han cruzado líneas rojas?

Creo que los medios han mantenido muchas veces actitudes más militantes que informativas o reflexivas. Es verdad que estamos en una época donde se debate mucho cuál es la evolución que hacen los medios en un contexto donde los soportes y las demandas han cambiado de forma muy importante. La atención se concentra en 20 segundos, es más visual. Mensajes muy directos, más que mensajes pausados y reflexivos. Y eso probablemente hace que también se altere la manera en la que se transmiten mensajes y reflexiones, a veces con más acierto y a veces con desacierto. Pero bueno, creo que que hay una reflexión que hacer al respecto sobre cuál es el papel social de los medios de comunicación. Durante décadas se consideró que ejercían una función social importante: facilitar capacidad crítica, información creíble, información contrastada para que la sociedad pudiera formarse su propio criterio y encontrara espacios de divulgación en los que entender la realidad. Eso ha ido evolucionando a medios de comunicación que muchas veces comunican un posicionamiento parcial y activista en relación con los temas más vistosos, o incluso anecdóticos, en cada momento. No es mi opción favorita. Explica por qué nos encontramos más programas de entretenimiento, antes se llamaba telebasura, ahora no sé como se llama, de lo que existía en otros momentos. Quizá tenga que ver con esa evolución hacia medios de comunicación espectáculo, más que medios de comunicación e información.

¿Cree, como Sánchez denuncia, que hay descompensación conservadora en los medios de comunicación?

Bueno, yo creo que eso es, yo diría, bastante obvio. Quizá también tiene que ver con un cambio importante en la financiación de los medios de comunicación. Evidentemente, antes encontrábamos cabeceras estables que contaban con financiación estable y que podían desempeñar un papel mucho más independiente. Conforme la vía de financiación va evolucionando y va apareciendo un peso creciente asociado a la publicidad o al empleo de ese medio de comunicación para facilitar debates de parte, no tanto información independiente; pues depende de quién tiene dinero para financiar qué cabeceras. Eso habitualmente representa una parte de la sociedad con intereses creados que intenta proteger, más que una agenda modernizadora que pretende precisamente romper inercias con respecto a esos intereses creados. Creo que eso tiene poca  discusión. Después, en las tertulias, ¿se mantiene el equilibrio? Pues probablemente no o no en todas. Y yo creo que eso no es una novedad, pero se ha ido consolidando con el paso del tiempo e, insisto, no necesariamente es bueno.

  Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica.AURORA PASCUAL / EL HUFFPOST

¿Le sorprende el protagonismo que ha alcanzado el expresidente Zapatero en esta precampaña?

Me ha gustado mucho el papel de Zapatero y además me produce una gran alegría. Yo era secretaria de Estado con él y viví muy de cerca su último año de gobierno. Fue un último año muy duro, muy triste. Él tenía la convicción de que lo que estaba haciendo era lo que debía hacer en el contexto en el que nos movíamos en aquel momento, con una interpretación desde Europa de cómo resolver la crisis que, afortunadamente hoy ya sabemos todos que, no solamente fue errónea, sino que nunca más debemos volver a pasar por algo así. Le tocó desempeñar un papel con el que muy probablemente no estaba personalmente de acuerdo y era consciente de lo que podía representar para muchas familias. Y lo pasó mal. Fue responsable, fue honesto e intentó hacerlo de la mejor manera posible. Pero fue una salida triste. Y yo creo que, precisamente por ese sentimiento del dolor por el que tuvo que pasar, de la infamia que tuvo que sufrir, en este momento sabía que lo que correspondía era defender a quien nos defiende, a quien nos ha cuidado cuando lo hemos necesitado, evitar que se sigan propagando las infamias que se han estado propagando, y reivindicar una realidad que ha quedado oculta bajo todas esas toneladas de miseria y de insultos que hemos estado sufriendo durante mucho tiempo. Así que me ha producido una gran alegría que pueda ejercer esa responsabilidad de vuelta y lo haga con la brillantez y con la pasión con la que, estoy segura, le hubiera gustado poder defender su propia gestión y su propia visión progresista del mundo en ese último año de gobierno tan duro. No me ha sorprendido, me ha encantado.

Hace unas semanas dijo usted en una entrevista que Sánchez sería el mejor líder del PSOE, aunque no gobiernen. ¿Están preparados para no gobernar?

Estamos preparados para gobernar, estamos preparados para ganar las elecciones, estamos preparados para gobernar otra vez y estamos preparados para que Pedro Sánchez sea el siguiente presidente de Gobierno. Yo creo que, además de ser presidente de Gobierno, es secretario general del PSOE y secretario de la Internacional Socialista. Y creo que tanto en el PSOE como en la Internacional Socialista la gente le quiere mucho y le aprecia mucho. Saben que tiene un compromiso real con el progreso, con la cooperación, con el diálogo y con la identificación de las necesidades que requieran una respuesta institucional. Eso explica por qué, a pesar de que haya quien se meta en la vida de un partido que no es el suyo y pretenda ejercer presión sobre personas que pueden ir evolucionando a lo largo de los años, la respuesta ha sido fiel y cerrada. Nadie tiene la menor duda sobre lo bien que lo ha hecho Pedro Sánchez y lo bien y el juego que todavía tiene por delante que desempeñar en el Gobierno, en el partido y en la Internacional Socialista.

"Zapatero está defendiendo al Gobierno con la brillantez y con la pasión con la que le hubiera gustado poder defender su propia gestión" 

¿Eso va por Feijóo y los mensajes que ha enviado a los barones socialistas? 

Hombre, yo la verdad es que no doy crédito. Este señor, que ha sido un más bien un señor, no sé cómo llamarlo, tibio y gris en la gestión de su propio partido y en la salida de su predecesor y en la relación con algunos de sus de sus líderes autonómicos. Un señor que no ha tenido ningún pudor en decir A y a la media hora de decir B, de respaldar una cosa y la contraria, y de darse ese abrazo del oso que tanto miedo da con con Abascal, que encima pretenda enredar en casa ajena. ¿Quiere usted que gobierne la lista más votada? Sacamos la lista de todas aquellas ocasiones en las que ha tenido la oportunidad de ganar credibilidad. ¿Qué ha ocurrido? Que ha perdido toda credibilidad, porque no ha sido así. ¿Sacamos la lista de eso que dice que son sus valores? Vamos a ver en cuántas ocasiones ha protegido esos valores y en cuántas ocasiones los ha utilizado como moneda de cambio para a saber qué. De nuevo no pasa la prueba. En esas circunstancias, permitirse el lujo de dar lecciones ajenas olvidándose de lo que uno hace, tiene expresión bíblica y expresión coloquial: qué fácil es ver la paja en el ojo ajeno y qué difícil ver la viga en el propio. Me parece que no es de recibo, honestamente. 

Hemos hablado de las medidas que han pactado PP y Vox en comunidades autónomas y ayuntamientos, pero ¿qué significaría un gobierno en España de PP y Vox a nivel medioambiental?

Pues en estos días que hemos vivido atónitos, lo que en el ámbito de la cultura se ha llamado la cultura de la cancelación, probablemente veríamos la cultura de la cancelación ambiental. Creo que es gráfico en sus predecesores y es gráfico en sus silencios. E incluso es gráfico en las pocas cosas sobre las que se pronuncia que tengan algún tipo de vinculación con medio ambiente. El PP insiste en la pausa regulatoria ambiental, desafía la agenda ambiental y de progreso de la Unión Europea, que ha sido propuesta y trabajada por una comisión presidida por una conservadora como Ursula von der Leyen, entendiendo que el progreso en Europa está vinculado a hacer un uso racional de los recursos, a cuidar el espacio en el que vivimos, a cuidar nuestro sistema climático, a transformar el modo en el que producimos y consumimos, sin olvidarnos de los aspectos sociales. Frente a eso, se propone una pausa o cancelación de propuestas. En el ámbito nacional ocurre lo mismo. Ninguno de sus gobiernos han desempeñado un papel relevante en cuestiones ambientales. Al revés, hemos visto cómo ante nuestros propios ojos no tenían ningún pudor en dejar morir el Mar Menor. Y cómo jugaban a la ruleta rusa con Doñana. Hemos visto cómo se mofaban de las cuestiones ambientales, de la protección de especies. Cómo hemos pasado de considerar que el agua era un recurso infinito, a darnos cuenta de que es algo tan precioso y tan relevante desde el punto de vista económico, que hay que gestionarlo mejor. Pero no lo gestionan mejor, ni aportan inversiones en infraestructuras para más recursos, sino que simplemente se oponen a una gestión racional y a mayor inversión en materia de agua. Vemos cómo en el ámbito de la energía son enormemente contradictorios y no hay una transformación real en sus propuestas. Ni compromiso social, como demostraron con el carbón. Ni en situaciones tan absurdas, que yo diría que solamente responden a un eslogan ideologizado, de reabriremos, prolongaremos la vida de las centrales nucleares. Creo que es, desgraciadamente, un espacio en el que no saben qué hacer. 

Ayer pensaba que en realidad Feijóo en esto razona de manera parecida a como razona con tantas otras cosas que le incomodan. Le gustaría derogar el cambio climático, como si eso fuera posible. Como no sé qué hacer con el cambio climático, es mejor que no exista, voy a ver si lo derogo. No, perdón, el sistema climático no es tan fácil de gestionar simplemente mirando para otro lado porque no me gusta lo que veo, requiere una acción decidida. Creo que tienen un problema serio, muy serio. El Foro Económico Mundial elabora cada año su informe de los grandes riesgos para la economía mundial y hace ya muchos años que entre los diez primeros riesgos para la economía mundial introduce cuestiones ambientales. En su último informe, seis de los diez eran cuestiones vinculadas a clima, falta de reacción a tiempo ante la amenaza climática, acceso a recursos y preservación de biodiversidad. ¿Cómo puede alguien pretender gobernar un país sin entender que no es una cuestión de poner macetas en el balcón, sino que es parte relevante del bienestar y la estabilidad económica, a nivel mundial y a nivel nacional y, por tanto, del progreso social y del buen funcionamiento de las empresas, los servicios, la economía en su conjunto? No lo entienden. Por tanto, si no lo entienden, ¿qué proponen? Si no lo entienden y no proponen, ¿cómo es posible aspirar a gestionar correctamente España?

"Feijóo es un señor que no ha tenido ningún pudor en decir A y a la media hora decir B"

¿En Bruselas nota preocupación por la posibilidad de un gobierno del PP con la ultraderecha? 

Enorme preocupación. Porque ese modelo de progreso, valores, solidaridad y modernización se puede ver amenazado en la medida en que cambian las mayorías en los distintos Estados miembros y se van imponiendo visiones mucho más nacionalistas, negacionistas frente al cambio climático, retardistas frente a la transformación económica para ajustarla a los límites planetarios y, por tanto, con el riesgo de perder la carrera que ya está lanzada a nivel mundial. Una carrera para desarrollar las tecnologías que nos permitan producir y consumir de otra manera, que nos permitan garantizar la seguridad climática, pero también garantizar el progreso y la seguridad del bienestar de otras muchas regiones del mundo. No es algo que podamos resolver de forma aislada, no es algo que podamos resolver desde nuestra ciudad, desde nuestro territorio o región. Necesitamos construir en una agenda de paz y de colaboración una respuesta diferente. Así que, sí, en Bruselas tienen preocupación. Qué representa todo esto y en qué condiciones queda Europa y los jóvenes europeos si de repente pasamos por un período negro, como pasó EEUU con Trump o Brasil con Bolsonaro. Oímos a Orban esa cultura de la cancelación no solamente con la cultura, con las mujeres, con el progreso, con el Estado de derecho, con el respeto a las instituciones. Y a veces oímos mensajes o vemos lonas en los edificios de Madrid, donde tiramos a la papelera aquellas cuestiones que respetan a los demás, que reflejan el progreso, que reflejan el respeto, la tolerancia y la capacidad de construir una sociedad amplia. Por lo tanto, sí, claro que genera una enorme preocupación.

En las últimas semanas la hemos visto muy activa en redes desmontando los argumentos de la derecha contra la política medioambiental y energética del Gobierno. ¿Se siente cómoda en ese papel más tuitero?

Sí, la verdad es que no se me había ocurrido nunca, pero me siento cómoda porque, en un determinado momento, yo también hice mi reflexión. Cómo es posible que algo que resulta tan obvio, tan elemental, tan de escuela primaria, sea contestado y se normalicen las barbaridades que se oyen. Decía el otro día el presidente Zapatero que nosotros procuramos que cuando nuestros hijos van al cole presten mucha atención a lo que dicen sus maestros, y los maestros se empeñan en explicar que hay que estudiar, que hay que entender las cosas y que, sobre esa base, se se decide mejor. Y, sin embargo, ahora se dicen barbaridades por parte de personas que tienen responsabilidades públicas y nadie contesta. Así que pensé que quizá era una buena idea volver a esa etapa de nuestra vida en la que los que somos más mayores veíamos Barrio Sésamo y nos explicaban con mucha claridad delante, detrás, izquierda, derecha, arriba o abajo. Y es un poco lo que pretenden esos vídeos. Son vídeos muy sencillos, muy elementales, pero son vídeos con los que, de alguna manera, quiero transmitir que que no podemos normalizar que se digan tonterías de este calibre, que afectan tanto a nuestras vidas, y que no reaccionemos diciendo ¿pero cómo puede decir usted esa barbaridad? ¿Qué tonterías está? Por favor, esté usted a la altura de su responsabilidad. Y la verdad es que me ha sorprendido un poco que he visto que tenían muy buena acogida, que había mucha gente que agradecía que hubiera esos mensajes sencillos, cortos, contestando, explicando, por qué las cosas que oímos muchas veces son tonterías de gran calado, aunque se digan con aires de solemnidad o en sitios extraordinariamente solemnes.

  Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica.AURORA PASCUAL / EL HUFFPOST

¿Qué balance hace de la coalición? Hablo de la relación con el socio de Gobierno.

Yo creo que ha sido una experiencia positiva. Obviamente, ha habido cosas que han sido más fáciles, otras más difíciles y otras que a lo mejor, a toro pasado hubiéramos hecho de otra manera o parcialmente de otra manera. Pero creo que lo más importante es destacar que es clave buscar alianzas y lo mejor que esas alianzas puedan dar. El hecho de que haya una orientación general de progreso y la búsqueda de los espacios en los que podemos sumar o mejorarnos con las distintas capacidades que aporta cada uno de los socios. No siempre ha sido sencillo, no siempre nos expresamos de la misma manera y defendemos nuestras posiciones de la misma manera. Tampoco muchas veces dentro de los distintos partidos. Muchas veces depende de las características personales de cada cual. Gente más vehemente, gente más discreta, gente más técnica, gente más apasionada. Pero, pero yo diría que en general ha sido un balance positivo.

"Hay enorme preocupación en Bruselas con la posibilidad de que la ultraderecha entre en el Gobierno"

¿Cree que con Sumar puede ser más sencillo si se reedita la coalición?

Creo que, de nuevo, volvemos mucho a las a las características personales y al modo en el que ejercer la responsabilidad de cada uno de los actores en una formación política. Y yo creo que vemos en el equipo de Yolanda [Díaz, líder de Sumar] mucha gente que tiene mucha tradición de consenso, de buscar consenso, y yo creo que eso es positivo, que eso es bueno.

  Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica.AURORA PASCUAL / EL HUFFPOST

¿Cuál es el logro del que se siente más orgullosa de su trabajo como vicepresidenta y en el Ministerio de Transición Ecológica?

Hay dos o tres cosas muy importantes. La primera, que han cambiado completamente los términos de la conversación. Hoy la inmensa mayoría de las personas en España entiende que la agenda ambiental, que la agenda de la transformación de nuestro sistema energético, no es un capricho técnico, no es una cosa de decisiones de inversión o de lo bonito o lo feo que esté un paisaje en el que en el que me pueda mover. Se trata de una agenda con un peso económico, social y de oportunidades enormemente importante. Y eso se nota. Hace cinco años, cuando Isabel García Tejerina era ministra de Medio Ambiente, ¿qué debates sociales había en torno al medioambiente? Cuando Nadal era ministro de Energía, ¿qué debates había en torno a las renovables? Que había un impuesto al sol, que no iba a hacer nada en las cuencas mineras. Pero no había debate sobre qué representa esto como oportunidades para nuestro país. Hoy sí sabemos que son oportunidades para nuestro país, que es preservar aquello que nos da riqueza, que nos da vida, que nos permite mucha actividad económica, pero también generar nuevas cadenas de valor industrial y modernizar nuestro tejido productivo. Así que yo creo que es el gran éxito, un éxito colectivo, pero yo me siento muy orgullosa de haber podido contribuir a que los términos del debate hayan cambiado. 

La segunda cuestión es de fondo. Hemos activado un proceso de transformación de nuestro sistema energético enormemente valioso, que ayuda a consolidar la autoestima de los españoles. En algo tan sensible, tan importante para la economía y para el bienestar en nuestros hogares, los españoles lo hacemos bien. Han cambiado tantas cosas que hoy identificamos que necesitamos mucha más atención en los contextos locales para que no se sienta como algo agresivo, que necesitamos nuevas cualificaciones profesionales para aprovechar todo ese potencial en nuestro territorio, que necesitamos utilizarlo como una palanca para servicios diferentes, para industria diferente, para nueva industria. Lo podemos hacer muy bien y nos escuchan y nos prestan atención, no solamente aquí, sino fuera de nuestras fronteras. Esto está muy bien en esa autoestima. Algo tan importante en esta época histórica que nos ha tocado vivir y lo hacemos bien y tenemos oportunidades. 

Y la tercera cuestión, es cómo hemos posicionado la agenda ambiental, la agenda de agua, la agenda del océano. Cómo se entiende que tener agua no depende de que llueva solamente y que además va a llover de forma diferente. Por tanto, hay que pensar el agua para prepararnos para épocas de sequía o para para lluvias torrenciales concentradas. Eso también nos obliga a pensar dónde ubicamos nuestras infraestructuras y nuestros edificios. Cómo aquello de 'zonas inundables' que antes tenían una recurrencia de 100, de 200 o de 50 años, ahora no es descartable que cada vez sean inundadas con mayor frecuencia. Esas DANAS que hemos visto en el sureste peninsular. Todo esto nos nos hace recapacitar sobre nuestra relación con el agua, con los ecosistemas y la recuperación de espacios degradados como el Mar Menor. Eso también es muy positivo, muy gratificante. No digo que sea fácil, no lo es. Y solamente es posible cuando encontramos un terreno abonado, cuando la gente entiende por qué merece la pena cambiar con respecto a como se venían haciendo las cosas y cuando entiende que además no tiene por qué hacerlo solo, ni con un sacrificio. Porque sabe que hay un acompañamiento social, institucional y unas medidas que facilitan ese proceso de cambio. No hace falta ser héroe o heroína, sino que el conjunto del país, el conjunto de la sociedad sabe que merece la pena y no va a dejar a nadie solo en ese proceso de cambio.

"En el equipo de Yolanda hay mucha gente que tiene mucha tradición de consenso y eso es positivo" 

¿Qué le parece la crítica del PP a las fotos que publicó este jueves el presidente de una reunión con algunos de ustedes?

El PP se ha especializado en la ley del embudo y la de la paja en el ojo ajeno. Es muy llamativo que haya costado dos semanas una falta de respuesta a la petición formal del presidente del Senado y una filtración, supongo que a ver si se calmaban las aguas, en un partido que tenía una Caja B, que fue condenado por ello, explicar algo que es posible que sea legítimo, y es tener un sueldo adicional por parte de la formación política que representa el señor Feijóo. ¿Por qué no lo quería decir? Posiblemente porque se ha dedicado a señalar la paja en el ojo ajeno, es decir, el uso conforme a la ley de los medios que se ponen a disposición de este presidente del Gobierno y de todos los anteriores y un uso que han hecho todos los presidentes de gobierno anteriores, cuidadoso, ordenado, de los medios que están a su disposición. Claro, tanto meterse con que si usa o no usa los medios oficiales puestos a su disposición, que luego le da pudor explicar que recibe sobresueldos. Es tan escrupuloso el señor Bendodo, que luego no cuenta que utiliza el coche oficial para su uso particular, para un uso tan personal como es ir al gimnasio. Hay que tener mucho cuidado con pretender criticar al otro con miserias cuando en realidad uno no se aplica la misma vara de medir con respecto a sus propios comportamientos cotidianos. Es bueno decir que el presidente del Gobierno necesita el poder contar con la seguridad del espacio que se pensó, precisamente, para que sea quien sea el titular de la Presidencia del Gobierno, disponga de los medios adecuados y no hacer de eso un motivo de crítica que tiene muy poco sentido y, a mi juicio, como digo, es peligroso. ¿Qué queremos, que el presidente del Gobierno, al que por otra parte, hay quien pretende achuchar para que se le insulte y no sé cuántas cosas más, se esconda en su en su habitación y no salga? Seguro que estarían encantados de que se escondiera y no saliera. Pero no es la función del presidente del Gobierno. El presidente del Gobierno tiene que ejercer su responsabilidad con la mayor solvencia posible y con el mejor acompañamiento posible.

Ya sé que cree que van a ganar las elecciones, pero póngase en el escenario de que no ocurre, ¿qué hará si el 23 de julio pierden las elecciones?

Yo soy número dos en la lista por Madrid y cuando asumí el ir en esa lista, asumí la responsabilidad de estar al frente del escaño que muy probablemente ocuparé y ejercer mis responsabilidades como representante de los madrileños con el máximo rigor y la máxima responsabilidad posible. Y me parece que eso es un gran orgullo, un gran honor. Pero como digo, más allá de cualquier otra consideración, yo sí creo que la elección de estos días es una lección importante y que no me cabe la menor duda de que el actual presidente tiene muchas papeletas para seguir siendo presidente después del 23 de julio.

O sea, que se va a llevar un disgusto Feijóo como dijo Sánchez a Piqueras en Telecinco.

Yo creo que sí, que se va a llevar un disgusto, sí. Esto no es llegar, insultar y recoger los frutos del insulto como si la gente fuera tonta y no se diera cuenta de qué es lo que hay detrás. ¿Qué es lo que hay detrás? Yo no sé qué hay detrás. En realidad, lo único que se me ocurre es que detrás no haya nada.

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