El alegato de un hostelero al ver cómo muere su negocio: "Ni vacaciones, ni días libres..."

El alegato de un hostelero al ver cómo muere su negocio: "Ni vacaciones, ni días libres..."

Tras más de 43 años en el sector hostelero, se encuentra en el momento más duro que ha vivido.

Mesas de bar vacíasGetty Images/iStockphoto

Ser propietario de un negocio en el sector hostelero actualmente significa trabajar para cubrir gastos. Esta percepción de la situación económica es algo palpable entre los dueños de establecimientos destinados al ocio y hostelería.

Uno de estos casos es el de Carmelo Rojas. Durante un reportaje para Equipo de Investigación, afirmó que su vida se centra únicamente en el negocio y en poder mantener a las cuatro familias -la suya más la de sus trabajadores- que dependen del restaurante.

Según afirma Rojas, sus empleados cobran 1.400€ y "nada en negro", por lo que el gasto por empleado se eleva a unos 1950 euros incluyendo Seguridad Social, lo que supone un gasto mensual fijo de más de 5.000 euros.

El encarecimiento de los productos no tiene techo

Además del gasto en personal, Rojas muestra las facturas tanto de los productos como del gasto de luz de los últimos meses que, comparado con el pasado año, ha aumentado en más de un 100%, pasando de 671€ a más de 1.400. 

Respecto a los principales productos ofrecidos en su restaurante, como puede ser el café, un pedido por el que pagaba unos 6,50€ le supone ahora un gasto de casi 18€, es decir, casi el triple.

Por si fuera poco, no puede permitirse contratar a un cocinero, ya que le costaría "entre 2.000 y 2.200", por lo que es él mismo quien se mete en la cocina para elaborar los platos, algo que hace todos los días del año. "No tengo vacaciones, no tengo días libres, vivo para el negocio", lamenta Carmelo.

Además, los precios de sus menús los ha mantenido prácticamente iguales. "Antes los tenía a 10€ y ahora a 11", lo que supone una subida irrisoria en comparación al encarecimiento que le ha supuesto a él la inflación durante los últimos doce meses.

Por último sostiene que puede "aguantar algo más", pero "el problema llegará cuando no haya dinero para seguir pagando", confiesa un preocupado Carmelo Rojas que no ve solución a corto ni a medio plazo.