Cómo el "jamón enlatado" casi le cuesta la visa a esta española residente en Australia

Cómo el "jamón enlatado" casi le cuesta la visa a esta española residente en Australia

Mucho ojito con lo que se publica en redes si vives en ese país.

Captura del vídeo de @soninaustralia donde ha contado su experiencia con el Ministerio de Agricultura australiano.Tik tok

La historia de @soninaustralia donde ha contado su experiencia con el Ministerio de Agricultura australiano no tiene desperdicio, y sirve además como advertencia de hasta qué punto el Gobierno de este país está dispuesto a blindar sus fronteras contra el jamón español.

Esta española ha contado a través de su cuenta de la red social Tik Tok, que ya ha cosechado más de 700 me gustas y alrededor de 90 comentarios. El origen de toda su rocambolesca historia se encuentra en el año 2016.

Entonces ella vivía en Melbourne, por lo que estaba dentro de un grupo de Facebook llamado "Españoles en Melbourne" donde los residentes originarios de España contaban un poco su experiencia y se daban consejos. Un día alguien comentó sobre las prohibición de llevar jamón desde España al país austral debido a sus políticas comerciales y sanitarias.

Fue en ese punto cuando Sonia comentó: "Pues si no nos dejan meter jamón, pero sí comida enlatada, traigamos jamón enlatado". El comentario, que podría haberse perdido rápidamente en Facebook, le ha supuesto un quebradero de cabeza que dura hasta la actualidad.

Según su relato, un par de meses después de que publicara aquella idea, se presentaron en su casa dos hombres vestidos con un traje que se identificaron como trabajadores del Ministerio de Agricultura de Australia. Le dijeron que estaban allí por la publicación, la cual habían llegado a imprimir para enseñársela.

La tiktoker cuenta el "mal rato" que paso durante las dos horas de conversación que tuvo con ambos hombres, que la interrogaron y explicaron todo lo que se podía meter en Australia y lo que no. También le dijeron que su actitud podía estar animando a la gente a cometer ese delito.

Sonia se exponía a una multa de 9.000 dólares y hasta a la retirada de su visa, pero finalmente la sangre no llegó al río. Las autoridades le dijeron que aquella visita se contaba como un warning (advertencia) y que si volvía a suceder ya pasarían a tomar otras medidas. Por contra, de lo que no se libra ya nunca, explica esta tiktoker es de los controles aduaneros, donde cada vez que entra en Australia ya la paran sí o sí.