Estas monjas de Granada no hacen dulces: venden otra comida muy divina
No se puede negar que este sushi sabe a gloria.
¿Te has preguntado alguna vez si las esferas religiosas siguen el ritmo de las tendencias del mundo actual? Pues te podemos confirmar que al menos las monjas están completamente al día de la gastronomía internacional.
Podrías pensar que en un convento sólo elaboran galletas, mermeladas, mazapanes y otros dulces ligados a las recetas españolas más tradicionales, pero nada más lejos de la realidad, porque las monjas del Monasterio de las Carmelitas de Granada, ubicado en el barrio del Realejo, elaboran ni más ni menos que sushi y otras aclamadas recetas de la cocina asiática.
Aunque este convento se fundó en 1508, las hermanas se han ido modernizando para no quedarse atrás a la hora de ofrecer los productos gastronómicos que la sociedad moderna demanda.
Así lo muestra la cuenta de TikTok @planesbrutales, quienes se han desplazado hasta este convento para probar esta comida divina y comprobar si, efectivamente, sabe a gloria.
Nada más entrar al recinto religioso, se puede ver un panel en el que se ofrecen diversas opciones de menús asiáticos con platos tan cosmopolitas como sushi, gyozas, tallarines chinos, patatas fritas, siaomai o fried chicken.
Los comensales se decantaron por varias bandejas de sushi, un bowl de fideos chinos y unas gyozas, que les costaron en total la friolera de 60 euros, más cinco que decidieron dejarles de propina.
"El sushi sabe a gloria pero el sablazo que nos han metido es divino", han comentado los creadores de contenido como conclusión final de esta review gastronómica, aunque han destacado la amabilidad de las monjas que les han atendido.
La comida es siempre para llevar y puedes pedirla antes por encargo para que sólo sea llegar y recogerla. Además, las feligresas han anunciado que ampliarán su menú, ofreciendo también próximamente bubble tea de cara al verano.
La parte de restaurante de este extraordinario convento, que ha conseguido ya más de 110.300 me gusta, se llama La cocina de Mucar, y no cabe duda de que es todo un establecimiento de culto.
