La profesora que rechazó la jubilación por crear su propio negocio de tartas
La historia de esta empresa de éxito que empezó igual que Apple, en un garaje.
Pilar Molina ha sido profesora de instituto durante 35 años y ahora se dedica al mundo de la repostería. Todo empezó cuando se iba a jubilar y los amigos de su hija Cris la convencieron para comercializar una tarta de queso hecha con su propia receta. "Me lo propusieron y yo que me animo enseguida pues lo hice" confesó al equipo de Cadena Ser.
Cuando se puso manos a la obra –más bien, a la masa– alquiló un pequeño local en Granada. Contó con la ayuda de sus propios vecinos, que eran veterinarios y sanitarios, para colaborar en la parte higiénica del negocio. Y para crear sus tartas se las apañó para poner un obrador en el garaje de casa.
Para promocionar su producto comenzó con una degustación gratuita, que fue el principio de todo un éxito. Actualmente, elaboran más de 500 tartas al día y ya lleva 10 años en el mercado donde su marca se ha expandido por gran parte de dentro y fuera de España. Ha explicado a la Cadena Ser que cuenta con dos tiendas en Málaga, otras dos en Sevilla, una en Granada, que es "la emblemática" y acaba de inaugurar la ultima en Madrid, en la calle Diego de León, 29. También ha podido introducir sus tartas en diferentes restaurantes nacionales e incluso internacionales como en Inglaterra o Bélgica.
La tarta de queso es un postre de toda la vida y según cuenta a la Cadena Ser, no cree que vaya a pasar de moda, pero lo que probablemente pase es que su receta lo haga, por lo que no descarta hacer otras cosas, "lo que el público quiera" dice entre risas.
