El rescate del exprimer ministro de Reino Unido como ministro de Exteriores deja ojipláticos a todos los analistas: el hombre que llevó al país al Brexit ahora tendrá que negociar los flecos con Bruselas. Su primer reto, las guerras de Ucrania y Gaza.
Lo hace tras la crisis de gabinete generada por el cese de la ministra de Interior, Braverman, que ha criticado a la Policía por permitir una protesta a favor de Palestina. Su testigo lo toma el hasta ahora canciller, Cleverly, y ahí entra Cameron.
Sunak destituye a Braverman tras criticar a la Policía por supuestamente favorecer a los manifestantes propalestinos. Había reclamado que se prohibiera una marcha en Londres por temor a disturbios y a fomentar el antisemitismo, dijo.
Imran Shafi, que fue uno de los secretarios personales del exprimer ministro, vuelve a mostrar la incompetencia de su jefe en una comparecencia oficial.