El Gobierno prohibirá a las energéticas y bancos trasladar los nuevos impuestos a los consumidores
La ministra de Hacienda anuncia que tienen contemplada la medida en la norma y se dotará a la CNMC de funciones para vigilar y sancionar a las empresas "que se separen de la legalidad".
La creación de dos nuevos impuestos extraordinarios a los gigantes energéticos, para grabar los llamados ‘beneficios caídos del cielo’, y a la grandes entidades bancarias, ha sido recibida con reticencia por las propias empresas, la patronal, la bolsa y con una oleada de críticas de la principal fuerza de la oposición, el PP. En medio de todo este escenario, se han escuchado argumentaciones como que se va a desincentivar la inversión extranjera y advertencias como que esos impuestos pueden acabar pagándolos los ciudadanos. El Gobierno ya ha previsto esto último y lo prohibirá.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha adelantado este jueves en la Cadena SER que la norma que regulará el nuevo tributo ya contempla prohibir este supuesto, además de dotar a la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia de las funciones de vigilancia y sanción. “Respecto a esa minoría que tiene una abultada cuenta de resultados, vamos a evitar que ese gravamen se traslade a los consumidores y, si alguna empresa se separa de la legalidad, la CNMC aplicará sanciones”.
Montero se ha referido también a la reunión que hoy mantendrán con parte del sector afectado para abordar la imposición de los nuevos tributos y todas las iniciativas impulsadas. “Las medidas que ha adoptado el Gobierno, ha provocado una necesidad del sector de las energéticas de hablar con el Gobierno”, ha destacado la titular de Hacienda, para remarcar que “seguiremos hablando porque el diálogo es sello de identidad de este Gobierno”.
“Las nuevas medidas son del Gobierno”
Por otra parte, Montero también se ha pronunciado sobre las discrepancias previas con Unidas Podemos y su posterior acercamiento tras un paquete que se ha definido como progresista. “No ha habido discrepancia en las medidas sociales, lo que ha podido haber es mayor o menor intensidad”, ha apuntado Montero para sentenciar rotundamente que “las nuevas medidas son del Gobierno”. No obstante, ha reconocido que “es lógico que el grupo minoritario de la coalición quiera trasladar su autoría”.
Sánchez llega al Congreso, sonriente y dispuesto a inaugurar el debate: es su primer debate de la Nación como presidente del Gobierno.
Más 'novatos': el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (c), llega como un niño observando todo: es su primer debate del Estado de la Nación como presidente de los populares.
Antes de su estreno en el debate, Sánchez recibe los aplausos de su grupo parlamentario a su llegada. Pleno apoyo al 'presi'.
Los populares, como locos con la presencia de su líder. En la fila inferior están a otra cosa: algunos ya han saludado a Feijóo y otros, simplemente, se han hecho los locos...
Ojo, que en el debate de hoy ha habido espacio para los 'grafiquitos'... Seguro que Albert Rivera aprueba esto.
La bancada popular, seria; la bancada socialista, aplaude: ¿a que no hace falta decir quién estaba hablando en ese momento?
Las presidentas de Navarra, María Chivite, y de La Rioja, Concha Andreu (i), bastante serias durante la intervención de Sánchez.
Aplausos y más aplausos tras el discurso sobre el estado de la nación de Sánchez.
Muy atentos han estado la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas (i), y el portavoz del partido, Edmundo Bal.
Cuca Gamarra, haciendo de Feijóo, inaugura el turno de tarde: inicia con un minuto de silencio por Miguel Ángel Blanco y utiliza otros 29 para su intervención.
Abascal toma la palabra y no hace falta decir cómo ha sido su tono cuando mencionaba temas como: ETA, el Valle de los Caídos o migración.
Ojo qué mirada de Pablo Echenique hacia el escaño donde está sentado Alberto Núñez Feijóo y que hasta hace unos meses ocupaba Pablo Casado.
Sánchez se olvida de mencionar al ministro de Universidades, Joan Subirats, pero ha rectificado pronto.
Gabriel Rufián es duro en su intervención y protagoniza uno de los momentos más tensos tras sacar cartuchos de bala de la valla de Melilla.
Concluye la sesión entre aplausos para Sánchez y a algunos, como Calviño, ya mirando la hora.
