Por qué es tan inusual que Macron haya mejorado sus resultados de 2017

Por qué es tan inusual que Macron haya mejorado sus resultados de 2017

La única vez en la historia de la V República que un jefe de Estado saliente logró un resultado semejante fue en 1988.

BENOIT TESSIER / REUTERS

Tras la derrota de Nicolas Sarkozy en 2012 y la incapacidad de François Hollande de competir por la reelección cinco años después, Emmanuel Macron logró una inusual hazaña el domingo 10 de abril. En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, consiguió mejorar ampliamente sus resultados de 2017. Emmanuel Macron ha recibido 9.560.000 votos (27,60%), frente a los 8.656.000 (24,01%) de hace cinco años.

La única vez en la historia de la V República que un jefe de Estado saliente logró un resultado semejante fue en 1988, cuando François Mitterrand fue reelegido. Pero el contexto era muy diferente, ya que el país salía de dos años de cohabitación y las elecciones presidenciales servían para juzgar tanto al socialista como a su principal oponente y Primer Ministro Jacques Chirac.

Ese acuerdo permitió a Mitterand pasar del 25,85% en 1981 al 34,10% en 1988, ganando casi un millón de votos en el proceso y convirtiéndose así en el único presidente que ha ocupado dos mandatos de siete años cada uno.

Esta actuación permite a Emmanuel Macron lograr lo que ni Valéry Giscard d’Estaing ni Jacques Chirac ni Nicolas Sarkozy lograron antes que él. Para el primero, su intento de reelección en 1981 fue un amargo fracaso. Pese a perder unos 100.000 votos y más de cuatro puntos respecto a la primera vuelta de 1974 (del 32,6% al 28,32% de los votos), se clasificó para la segunda vuelta, donde fue derrotado por más de un millón de votos por François Mitterrand.

La misma suerte corrió 31 años después Nicolas Sarkozy. Así como en 2007 reunió el 31,18% de los votos (11,5 millones de votos), cinco años después perdió con el 27,18% (9,7 millones de votos). Y lo mismo le sucedió al socialista François Hollande en la segunda vuelta.

La última vez que un jefe de Estado saliente ganó unas elecciones presidenciales, fue en 2002 gracias al escenario inédito de un duelo contra la extrema derecha de Jean-Marie Le Pen. En esta ocasión, Jacques Chirac obtuvo un nuevo voto de confianza en el Elíseo, pero había quedado segundo en la primera vuelta, a pesar de la cohabitación de cinco años que acababa de terminar con el Partido Socialista y Lionel Jospin.

En 1995, cuando fue elegido por primera vez, Chirac obtuvo casi el 21% de los votos (6,348 millones de votos) en la primera vuelta. En 2002, estas cifras descendieron al 19,88% y, sobre todo, a 5,665 millones de votos, debido a una abstención históricamente alta y a una dura campaña en todo el espectro político.

Estos precedentes permiten comprender la dificultad de lo que ha conseguido Emmanuel Macron al clasificarse por segunda vez para la segunda vuelta, acentuando su ventaja sobre sus competidores respecto a 2017. Aunque Marine Le Pen ha mejorado en medio millón de votos con respecto a las últimas primarias, también ha pasado de 2,7 a 4,2 puntos de diferencia con el presidente en funciones. Ahora queda por ver si Emmanuel Macron seguirá el ejemplo de François Mitterrand hasta el final y conseguirá un segundo mandato. La respuesta se conocerá el 24 de abril sobre las 8 de la noche.

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Francia y ha sido traducido del francés por Daniel Templeman Sauco.