Desde que comezo la invasió rusa a gran escala en febrero de 2022, el Ministerio de Protección Medioambiental de Ucrania ha tenido que cambiar drásticamente sus prioridades. "Tuvimos que dejar de lado la gestión de recursos naturales y la lucha contra el cambio climático para centrarnos en el seguimiento de cada ataque deliberado contra el medioambiente", explica a Euronews la viceministra Svitlana Hrynchuk.

Los datos oficiales reflejan que Kiev ha documentado más de 8.000 crímenes medioambientales cometidos por las fuerzas rusas en su territorio. 

"Lo llamamos crímenes contra el medioambiente porque hay contaminación de los recursos hídricos, destrucción de la infraestructura del agua, contaminación del suelo, minería del suelo e incendios forestales. Todo esto es resultado de la guerra de Rusia", subraya Hrynchuk.

Impacto medioambiental y económico

El impacto económico de estos ataques también es alarmante: "Las estimaciones en términos monetarios ascienden a más de 85.000 millones de euros", señala la funcionaria. Esa cifra no incluye aún los daños en territorios ocupados por Rusia, a los que Ucrania no tiene acceso, ni tampoco el reciente ataque a la central nuclear de Chernóbil.

El 14 de febrero de 2025, un dron ruso impactó contra el nuevo confinamiento del cuarto reactor de Chernóbil, construido en 2017 con financiación internacional. El ataque provocó un incendio que tardó tres semanas en extinguirse.

"Más de 45 países contribuyeron desde la catástrofe de Chernóbil. Y solo en 2017 completamos la construcción del nuevo confinamiento de seguridad por más de 1.000 millones de euros, que recientemente resultó dañado por un ataque ruso", lamenta Hrynchuk.

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