En la radio francesa se ríen literalmente al oír una frase de Ayuso: ojo a con quién la comparan

En la radio francesa se ríen literalmente al oír una frase de Ayuso: ojo a con quién la comparan

Dicen que es "la nueva musa de la política española".

Ayuso, en Miraflores de la Sierra el pasado 24 de septiembre.Getty Images

Isabel Díaz Ayuso sigue aumentando su popularidad en España y eso se refleja en el extranjero, donde cada vez más medios de comunicación le dedican atención. Esta vez ha sido la radio francesa France Info la que ha destinado unos minutos de su programación a la figura de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

En concreto, los periodistas han comentado las palabras de Ayuso cuando respondió al papa, sorprendida después de que Francisco instase al clero mexicano a reconocer los “pecados personales y sociales” que se cometieron con el pretexto de la evangelización durante la conquista de América.

Tras eso, la dirigente del PP defendió el legado de España, “que fue llevar precisamente el español, y a través de las misiones, el catolicismo y, por tanto, la civilización y la libertad al continente americano”.

Al leer esa frase, los dos periodistas que estaban comentado la noticia en la radio francesa no pudieron evitar la risa antes de asegurar que Ayuso es “la nueva musa de la política española”.

Además, en su página web, France Info dice que la presidenta de la Comunidad de Madrid es la “estrella en ascenso de la derecha española” y asegura que tiene “cierta similitud” con el ascenso de Giorgia Meloni, la líder del partido de ultraderecha italiano Hermanos de Italia, el socio de Vox en aquel país.

La emisora francesa se pregunta si Ayuso es realmente la “Giorgia Meloni española” y subraya que, en cualquier caso, sus declaraciones se “acercan mucho” a las de la política italiana.

Precisamente Meloni ha estado este fin de semana en España en un acto de Vox en el que cargó contra la dictadura de lo “políticamente correcto”. También criticó a la UE por imponer con sus “grupos de presión”: “No nos dirán los burócratas de Bruselas si podemos comer nuestro parmesano o nuestra pata negra”.