Raquel Guerrero: "Yo llevo muchos años sin poder vivir sólo de esto"

Raquel Guerrero: "Yo llevo muchos años sin poder vivir sólo de esto"

Entrevista con la actriz de 'Machos alfa' que acaba de empezar a rodar la segunda temporada de la exitosa serie.

El 30 de diciembre del año pasado se estrenó en Netflix la serie Machos alfa. Durante la primera semana, ocupó la primera posición del ranking español —donde se mantuvo ocho semanas— y la octava en el ranking global de habla no inglesa. 

La exitosa comedia dirigida por Laura y Alberto Caballero puso, por primera vez, en el punto de mira la masculinidad, las creencias culturales de lo que es ser hombre y el machismo. El debate, abordado desde el sentido del humor, estaba servido y, del mismo modo que la serie ocupó las pantallas de forma masiva, fue desencadenante de miles de comentarios en redes sociales.

Entre el elenco de protagonistas de esta historia coral, había caras conocidas del cine y la televisión, como Fele Martínez y Kira Miró, pero también descubrió algunas caras nuevas que, de repente, pasaron a formar parte de las vidas de miles de espectadores. 

Una de ellas fue Raquel Guerrero, quien da vida a Esther, una profesora de autoescuela, madre de dos hijos que, después de muchos años de relación con su marido, decide 'saltar' los muros y reivindicar su sexualidad.

La actriz madrileña —de Carabanchel— consiguió dar forma a uno de los  personajes más queridos y que más carcajadas despertaron. En estos días, ha vuelto a meterse en su piel, pues a primeros de marzo comenzó el rodaje de la segunda temporada. "Esta semana ya hemos estado a tope arrancando la historias de estos personajes, personajillos", cuenta a El Huffpost.  

Vamos a ver, Raquel, mientras grababais, ¿presentíais el fenómeno? ¿Esperabais este tremendo éxito?

La verdad... A ver, los hermanos Caballero tienen la varita mágica y creo que son los que mejor escriben comedia ahora mismo. Yo pensaba que iba a triunfar, pero es que se ha ido de madre. Yo no esperaba tantísimo éxito... Ya no solo a nivel nacional, sino a nivel mundial. A nivel mundial ha tenido una repercusión que no esperábamos. Bueno, ellos a lo mejor lo esperaban, pero yo...

A la gente le ha gustado muchísimo, ha sido un boca a boca y la gente se ha unido a la ola Machos alfa y hemos reventado estadísticas.

La nueva masculinidad era un tema que estaba sobre la mesa, pero estaba crispando y polarizando las opiniones de la gente. Entonces, la serie ha llegado justo en ese momento, para tratarlo desde el humor. Y desde el humor, las cosas serias tienen más peso y llegan mucho más y hacen a la gente reflexionar de forma más natural.

Además de entretener y hacer reír, la serie ha sido también un baño de realidad social. ¿Qué lado te satisface más, el de entretener o el de remover conciencias?

Las dos cosas son maravillosas. Necesitamos reírnos de todo y necesitamos humor. Necesitábamos una serie que te reventara a carcajadas, como esta. Y si esto ha hecho que haya un movimiento y una concienciación, jolín, pues bienvenida porque es supernecesaria. La mujer necesita su espacio y el hombre tiene que entender que las cosas han cambiado y que tiene que adaptarse a la nueva mujer, ¡que no es tan nueva! Pero tiene que haber un cambio por su parte para que podamos convivir. Y un cambio también por nuestra parte.

Tu personaje es uno de los que más cariño ha despertado entre el público. ¿Qué tiene de ti?

Bueno, es un personaje... Yo le decía a Alberto: "Jo, este personaje lo habéis escrito para mí". Es un personaje que me da mucha libertad para trabajarlo muy de cerca. No se parece a mí porque yo no estoy casada, no tengo hijos... Es una persona en una pareja convencional, pero hay cosas, como el poco filtro que tiene, en las que sí se parece a mí en bastantes ocasiones, como esos arranques que tiene. Bueno, se parece a una Raquel anterior, ahora ya estoy más calmadita, aunque soy una mujer de carácter, poderosa, vehemente, que dice las cosas como las piensa. Pero Esther también tiene una parte muy tierna y muy vulnerable, es muy achuchable. Y todo es mío.

  La actriz Raquel Guerrero en un momento de la entrevista.SERGI GONZÁLEZ

Raquel, ¿hay mucho macho alfa en el mundo en el que te mueves?

Bueno, ha habido un cambio de conciencia importante de un tiempo a esta parte. Pero desde los guionistas hasta los productores... Cuando yo empezaba, recuerdo que en los guiones venía escrito, por ejemplo, ‘un policía’, o ‘no sé quién va al médico' y todos los personajes eran masculinos. ¿Cómo es posible que no haya una policía? Y los directores de casting me decían "es que solo escriben para chicos". Bueno, pues eso empieza a cambiar. Los guionistas lo han ido modificando y ha tenido un efecto dominó.  Los personajes potentes y poderosos siempre han sido de tíos y, ahora, este cambio de conciencia está permitiendo que haya personajes femeninos más relevantes y con cosas que decir, que no sea el prototipo mujer ama de casa o muy vulnerable. Que no, que yo quiero ser también asesina, una macarra, una jefa de una mafia... Pero es todo educacional, ¿sabes? Ni los guionistas ni los productores se daban cuenta. Yo tengo unos amigos que hicieron un documental para la alfombra roja del Festival de Málaga y me pidieron ayuda para las entrevistas. Cuando pedí el listado de las que ya habían hecho, todos eran todos hombres. Y no hace mucho de esto, hace cinco o seis años...

En el mundo de la cultura, la mujer siempre ha estado oculta en el ostracismo. A nivel de creadoras, mucho más. Pero está cambiando muchísimo. En el cine se han hecho políticas bastante agresivas que han removido un poco el sector, que eran necesarias porque si no la mujer no entraba en esa cuota de mercado. Esto está favoreciendo que la mujer creadora en el cine esté empezando a tener su voz.

Una voz que también es la tuya porque, además de actriz, eres creadora: has tenido tu propia compañía de teatro, diriges cortos, eres guionista...

Mi carrera como creadora empezó en el teatro, pero tenía gana de pasarme en lo audiovisual. Hace un año y pico rodé mi primer corto que se llama Inútil. La verdad es que ha gustado mucho, ha tenido un recorrido muy importante por festivales y ha ganado premios, y ha sido un aliciente para seguir investigando en este lenguaje creativo. Ahora llevo tiempo trabajando en una película y estoy buscando financiación.

¿Te retirarás de la interpretación para estar al otro lado de la cámara?

Para nada, son dos cosas absolutamente diferentes. Las dos tienen un proceso creativo y yo soy actriz, aunque siempre he estado creando porque tengo esas inquietudes de expresarme en cualquier tipo de disciplina.

Te incorporaste al reparto de la serie El pueblo en la segunda temporada como personaje invitado y ya en la tercera te hiciste un hueco más grande. ¿Eres sobre todo actriz de comedia? ¿Haciendo humor es donde mejor te sientes?

Aparentemente parece que todos los papeles que he tenido han sido en comedias, y en la televisión es verdad. Pero luego también hago drama y en el teatro he hecho mucho drama y todo lo que escribo es drama. La peli que tengo como proyecto para dirigir es otro drama.

Dicen que es más difícil hacer reír que llorar...

A ver... Yo creo que la comedia es muy complicada. Hacer reír no es fácil y hacer comedias buenas tampoco es tan fácil. El lenguaje de la comedia tiene su aquel y los guiones tienen que ser redondos. A mí me gusta mucho la comedia en la que la risa la provoca la situación no el personaje que se transforma en una caricatura. Me gusta la comedia en la que la situación es la que te hace reír y te ríes de la decadencia del personaje, de sus desdichas, de sus miserias.

Oye, ¿y esta fama repentina cómo la llevas?

Después de 17 años trabajando, lo gestionas superbien (ríe a carcajadas). La fama no se me ha subido a la cabeza y tengo los pies en la tierra. Es una cosa más, estoy de forma más visible y es muy guay que la gente venga y te diga "me ha encantado tu personaje, muchas gracias por hacernos reír", pero eso no quita que lo vea de manera natural. Es algo que va unido a tu trabajo.

  Además de actriz de televisión, Raquel Guerrero lleva muchos años trabajando en el teatro y ha dirigido su propio corto.

Llevas muchos años peleando en esto de la interpretación, pero ahora eres ejemplo de que el éxito puede llegar en cualquier momento...

Pues sí, y llevo muchos años haciendo pruebas, haciendo papeles pequeñitos, creando mis propias oportunidades porque me hacia mis proyectos de teatro... En todo momento he sabido que este era mi camino y nunca lo he abandonado, pero sí que he tenido momentos en los que, como es una profesión muy dura y complicada, he dicho: "Se acabó, abandono. Me cambio de profesión. No puedo más”. Y he hecho otras cosas: he hecho gestión cultural, de repente, y la última vez me hice quiromasajista...  Dije: "Lo dejo todo y me voy a una playa, y paso de todo". Pero justo cuando haces estas cosas, te llaman.

Cada vez son más las voces de compañeros tuyos que advierten de lo duro que es ser actor o actriz.

Es que es verdad. Solo el 10% vivimos de esta profesión. Y digo vivimos, pero lo digo este año porque yo llevo muchos años sin poder vivir sólo de esto. Por eso es una profesión que, o viene muy de dentro, o terminas abandonando porque es una profesión complicada y muy difícil.

Los espectadores tenemos la sensación de que siempre vemos las mismas caras en series y películas...

Es que cuando de repente te llaman, te llaman para todo. ¿Y tú vas a decir, que no, después de treinta años currándotelo? Pues no. Así que sales hasta en la sopa. Aprovechas ese momento. Aunque creo que ahora vivimos un buen momento de trabajo con las series y las plataformas.

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Mila Fernández es editora de branded content y redactora de LIFE en 'El HuffPost'. Convertir a los lectores en seguidores fieles de nuestras marcas es su objetivo. Antes fue redactora de viajes, estilo de vida y entrevistadora en varias publicaciones femeninas y de viajes. Además, ha sido locutora y presentadora y esa espinita se la saca conduciendo nuestro podcast 'Tarjeta Morada'.