Advierten de la destrucción directa de 4.500 puestos de trabajo con el nuevo Plan Integral del Tabaquismo

Advierten de la destrucción directa de 4.500 puestos de trabajo con el nuevo Plan Integral del Tabaquismo

La Asociación Industrial de Canarias pide a Sanidad promover medidas para reducir el hábito tabáquico sin poner en peligro los empleos del sector en las islas.

Una cajetilla de cigarros con empaquetado genérico.Marc Bruxelle/Getty Images

El Ministerio de Sanidad ha planteado el borrador de su Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo a las comunidades y ahora está a la espera de sus aportaciones y modificaciones para mejorar el texto. El objetivo del Gobierno es reducir el número de fumadores en nuestro país, al mismo tiempo que "seguir incrementando espacios libres de emisiones" para conseguir que los no fumadores "puedan desempeñar su día a día sin verse expuestos".

El plan propone, entre otras medidas, el empaquetado genérico de los productos de tabaco para reducir su atractivo, sobre todo, entre la población joven. Esto supone la desaparición de las marcas en las cajetillas, de modo que no se muestren los colores, diseños ni logotipos de las compañías tabacaleras. 

La Asociación Industrial de Canarias (Asinca) se ha pronunciado este mismo martes al respecto de las intenciones de homologar el empaquetado genérico. Consideran que es una medida "ineficaz" para reducir el consumo de tabaco y que el ejemplo se ha podido ver ya en Francia, Reino Unido y Australia- . "Provoca la comoditización del producto y con ello se produce un descenso del precio de venta, facilitando el aumento del consumo, especialmente entre jóvenes y menores de edad", argumentan.

Además, aseguran que la incidencia que tendrá su aplicación en el sector industrial podría suponer la pérdida de 4.500 empleos en la industria canaria, que representa el 13,9% del PIB de las islas y aporta una recaudación directa de 280 millones de euros a las arcas canarias. Y no solo eso, sino que pondría en riesgo la supervivencia de otros sectores industriales del archipiélago por afectar a toda la cadena de valor -industrias cartoneras y de artes gráficas que fabrican las cajetillas- que se compone de unas 400 empresas que generan cerca de 1.200 empleos directos.

"La industria tabaquera es un sector plenamente consciente de la necesidad de avanzar en su regulación y en el establecimiento de medidas que restrinjan el consumo de tabaco", insisten, por eso creen que es necesario "avanzar en la aplicación de medidas eficaces, y científicamente contrastadas, pero que no destruyan empleos ni supongan un perjuicio para la industria canaria en su conjunto".

Desde Asinca concluyen que quieren "trabajar de la mano del Gobierno de España en el desarrollo de medidas más efectivas y que no perjudiquen a una industria", que consideran estratégica para Canarias.

Precisamente, la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España, que agrupa a casi 8.000 de los 13.000 estanqueros españoles, se ha pronunciado también al respecto de la cajetilla genérica. También la rechaza de forma categórica por "ineficaz", así como por las subidas desproporcionadas de precio por sus consecuencias en forma de contrabando.

Alegan también que esta medida ha resultado un completo fracaso en los países pioneros y solo ha servido para que aumentase el tabaco ilegal. Además, no ha supuesto una reducción del número de fumadores, sino que la prevalencia se ha mantenido sin cambios significativos. Desde la Unión están seguros de que "existen otras soluciones para luchar contra el tabaquismo".

Críticas por la falta de consenso social y científico

La Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo critica que el plan propuesto por Sanidad "no nace del consenso médico y científico y no va a conseguir reducir de manera efectiva el número de fumadores". Consideran que no tendrá éxito porque "solo se centra en proteger a la sociedad de los fumadores sin aportar herramientas a los que verdaderamente tienen el problema", que son los millones de fumadores que hay actualmente en España.

"Aprobar el plan, tal y como está concebido actualmente, será una oportunidad perdida para avanzar en la lucha contra el tabaquismo", argumentan los expertos de la plataforma, entre los que destacan dos médicos y una química. Por eso, piden a las autoridades sanitarias que "introduzcan mejoras en el texto, ya que aún estamos a tiempo" y han presentado diez propuestas para terminar con el tabaquismo en nuestro país. Como desde su punto de vista la estrategia antitabaco tiene que estar basada en "una visión moderna, innovadora y que ayude de verdad al fumador sin estigmatizarlo", el eje principal es acabar con el tabaco de combustión y ofrecer soluciones para los que no pueden dejarlo.

En la elaboración del borrador no han participado tampoco los protagonistas de los sectores afectados: estanqueros y productores del tabaco, quienes aseguran estar muy preocupados tanto por el impacto que van a tener estas medidas como por no haberles tenido en cuenta a la hora de consensuarlas. 

La Organización Interprofesional del Tabaco en España (OITAB), formada por agricultores de la hoja de tabaco y la industria de primera transformación, ha instado al Gobierno a valorar las consecuencias sociales y económicas derivadas del plan antitabaco. Se trata de un sector que aporta 3.300 millones de euros al PIB español y más de 53.000 puestos de trabajo, lo que hace que sea el quinto sector que más contribuye a las arcas públicas.

"El nuevo Plan Integral del Tabaquismo debe nacer desde el consenso de todas las partes relevantes, incluido el sector del cultivo", expone Felipe Castañar, presidente de la OITAB, en un comunicado. Por eso cree que es fundamental que "se evalúen las consecuencias económicas y sociales que pueden tener sobre un sector clave", ya que solamente en Extremadura este sector da sustento económico a 20.000 familias.

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) también se ha pronunciado y ha asegurado que va a insistir al Ministerio que se escuche a los productores de tabaco porque en el plan se debe "compatibilizar la inexcusable lucha contra el tabaquismo con la protección al sector". Según UPA, se debe contemplar a todas las pequeñas empresas auxiliares y a los autónomos que trabajan de forma indirecta en el tabaco, además de a las empresas de primera transformación que dan empleo directo a más de 400 trabajadores.

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Periodista en El HuffPost. Puedes contactar con ella en: tgonzalez@huffpost.es