Dos embutidos españoles son los más sanos para la ciencia

Dos embutidos españoles son los más sanos para la ciencia

A pesar de esto, la OMS sigue recomendando un consumo moderado de los mismos.

Imagen de archivo de un jamón ibérico.Getty Images

En 2021 saltaba la alerta de que, según la OMS, España superaba por ocho el consumo de carnes procesadas, situada en el grupo 1 de alimentos cancerígenos. Concretamente apuntaban que la "carne procesada, su consumo provoca cáncer colorrectal”.

Esto se sumaba a los estudios publicados en 2012 por la Universidad de Harvard en los que indicaban que "el consumo elevado de beicon, salchichas o embutidos incrementa el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca en un 21% y el de padecer cáncer en un 16%".

Sin embargo, aunque su consumo debe ser siempre moderado y no superar las recomendaciones de la OMS de no consumir más de 50 gramos al día de embutido, no todas estas carnes procesadas son iguales.

De hecho, hay quienes apuntan que dos embutidos españoles serían de los más sanos para la ciencia. Estos son el jamón y el lomo ibérico que, según indica la nutricionista Verónica Chazin en El Español, tienen menor contenido en grasa que otros embutidos.

Otro especialista, el epidemiólogo Miguel Ángel Martínez-González en su libro ¿Qué comes? Ciencia y conciencia para resistir (Planeta, 2020), "el jamón serrano o ibérico, es decir, el jamón curado por salazón del modo tradicional, no es un ultraprocesado". Por lo que, aunque tampoco se recomienda comer en exceso embutidos salados, se diferencia de otras carnes procesadas.

Del mismo modo, Chazin apunta que el lomo ibérico sería más sano al tener menor contenido en grasa y más proteína: "Si comparamos un jamón ibérico tendría unas 365 kcal, 31,2 gramos proteínas y 20,4 gramos grasa, frente al lomo ibérico que tendría 283 kcal, 33,3 gramos de proteína y 15,50 gramos de grasa".

Estos mismos especialistas piden consumir estos alimentos con moderación, siguiendo  las indicaciones de la OMS, elegir siempre las partes más magras y más curadas y siempre con una frecuencia no superior a cuatro veces por semana.