En las personas nocturnas, la secreción de melatonina empieza más tarde, por lo que les resulta más fácil mantenerse despiertos (y productivos) por la noche. Pero eso no quiere decir que se merezcan la etiqueta de perezosos o dormilones que se les suele poner.
Sin quererlo, cuando más intención tiene uno en coger el sueño, empiezan a desfilar por la cabeza todos los problemas. Aquí tenéis unas reglas que os ayudarán a conciliar el sueño (siempre y cuando no tengas diagnosticado un trastorno del sueño crónico).