talibanes
La organización yihadista ha sufrido un duro golpe al quedarse sin líder, pero tiene un estado a su servicio como Afganistán y múltiples grupos leales que siguen atacando.
Los talibanes se han limitado a condenar el bombardeo de EEUU, sin hacer referencia al asesinato de Ayman al Zawahiri.
LA ONU moviliza ayuda para refugiados, alimentos y atención sanitaria, mientras que los talibanes, desesperados, garantizan que habrá "facilidades" para la entrega.
Lo que le faltaba a una tierra donde el 70% de los hogares no cubren sus necesidades básicas, donde la guerra sigue y los derechos básicos se pisotean a diario.
Si una funcionaria incumple la orden será despedida, mientras que en el resto de los casos se avisará primero a un tutor o miembro masculino de la familia.
Tapadas de pies a cabeza, con tutores, sin escuela más allá de los 11 años, sin empleo, sin sueños: los talibanes se quitan la careta y aprietan el puño contra medio país.
Hibatullah Akhundzada ha firmado el decreto con el que aplica una de las mayores restricciones contra la libertad femenina.
El Gobierno logró sacar a más de 2.400 ciudadanos afganos tras la toma del poder por parte de los talibanes, el pasado agosto.
Las políticas de los talibán impiden a las mujeres estudiar y trabajar y restringen su libertad de movimiento, asociación y expresión.
Al impedimento de que las estudiantes de Secundaria vayan a la escuela o que las funcionarias acudan a sus puestos se suman asesinatos terribles. Pero no se callan.