Un error ha dejado ver, de golpe, un hundimiento absoluto en la cotización de empresas de relevancia mundial. Wall Street asegura estar investigando qué ha podido ocurrir.
Los inversores se lanzan a la compra de acciones, lo que dispara el valor de algunas empresas por encima de los resultados presentados el último trimestre.
Sus acciones protagonizaron a principios de año una vertiginosa escalada que llevó al valor a multiplicar su precio desde los 2,57 dólares hasta los 483 dólares.
Wall Street llegó a suspender la cotización 15 minutos para frenar el pánico y el petróleo se desplomó un 18%, la mayor caída desde la Guerra del Golfo de 1991.